«Se han acercado de nuevo a las melodías perfectas y con ello siguen enamorando a los amantes del pop menos artificioso y más elegante»
Camera Obscura
«Desire lines»
4AD/POPSTOCK
Texto: CÉSAR PRIETO.
Camera Obscura ya no es ese grupo al que citan aquellos entendidos del sector Belle & Sebastian: cinco discos avalan que están ya muy desgajados de la nave nodriza. Cada uno de ellos un pequeño avance además, canciones más claras y más bien vestidas dentro de un estilo de ambientación marcada: serenidad, melodías cuidadas y atrayentes y espíritu luminoso. Ofrecen lo mismo, pero cada disco lo perfeccionan un poco más. Además, la voz de Tracyanne es cada vez más tierna y, paradójicamente, empuja definitivamente a las canciones.
Por problemas de enfermedad han tardado más de cuatro años, desde el anterior, «My maudlin career», pero ello les ha ofrecido la posibilidad de jugar con un disco más lustroso, más brillante en su sonido. Así, la miniatura instrumental que sirve de intro deja paso en menos de treinta segundos a ‘This is love (Feels alright)’, un punto de equilibrio entre dulzura y la expresividad templada por los arreglos funky. Esta, y ‘Break it to you gently’ son las más afines al espíritu del quinteto escocés, y seguramente las mejores, un culmen de simplicidad pop de abrumadora belleza natural.
Pero también, en sus canciones, saben atender otros registros ajenos anteriormente; de hecho, cada vez más, adoptan aires sesenteros. Si es algo que se iba filtrando en algunos temas, aquí llega a una constatación irrebatible: las estrofas de ‘Fifth in line to the throne’ son calcadas al ‘I only wanna be with you?’ de Dusty Springfield; pero en el estribillo el fraseo es idéntico al del ‘Blowing in the wind’ para acabar con las formas de Lesley Gore. No en vano, buscando nuevos aires se han ido a grabar a Oregon. También aparece la new wave más pizpireta en ‘Do it again’, de voz fresca y juguetona a lo Blondie.
Quizás el final del disco sea menos destacable, baladas acarameladas y unos vientos que juegan al burlesque en ‘I missed your party’. Sin embargo, se han acercado de nuevo a las melodías perfectas –la de ‘New year’s resolution’ casi lo consigue, con esos coros y esos arreglos ricos y flexibles– y con ello siguen enamorando a los amantes del pop menos artificioso y más elegante. Así que, en conjunto, impecable.
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Anterior disco del día: Willie B. Planas.
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