«La imagen de fondo apunta a los futurismos y al esplendor del industrialismo de la década de entreguerras (años 20 del pasado siglo), de gran magnetismo para gente tan dada a las vanguardias»
Brad Mehldau/Kevin Hays
«Modern music»
NONESUCH/WARNER
Texto: GERNOT DUDDA.
Brad Mehldau lleva un tiempo pillándole el gusto a la flamante figura de concertista de recital e igual tenemos que esperar todavía un poco a que repita un hito como “Highway rider”, con toda la fuerza de una banda y un repertorio puestos al servicio de su desbordante personalidad musical. Pero de momento toca disfrutar con estas piezas de amplias escalas grabadas a dos pianos junto con Kevin Hays y compuestas y arregladas en su mayoría por el también coetáneo Patrick Zimmerli. La imagen de fondo apunta a los futurismos y al esplendor del industrialismo de la década de entreguerras (años 20 del pasado siglo), de gran magnetismo para gente tan dada a las vanguardias.
Esta vocación más próxima a la música contemporánea que al jazz ya latía cuando ambos músicos formaban parte del cuarteto de Joshua Redman en la deslumbrante escena neoyorquina de finales de los 80. No se lo decían a su jefe, pero los dos ya guardaban ambiciosos anhelos de grabar a gente como Richard Strauss, Henryk Górecki, Steve Reich o Philip Glass en este formato de doble piano, a pesar de que la mayor proximidad en el tiempo de estos dos últimos les ha supuesto aquí “severos problemas de conciencia” que les sacaba de su “zona musical de confort”. Los dos han asumido además roles intercambiables y diferentes para cada pieza.
Pero que nadie se asuste: la escucha no es arriesgada ni exige un doctorado por parte del receptor, aunque siempre gana –claro está– con la enésima vez. Un placer no muy diferente que el acostumbrado para obras de Chopin, Debussy o Mussorgsky. Muy recomendables son precisamente las piezas que presentan patrones repetitivos, como ese ‘Excerpt from music for 18 musicians’ de Reich, o ‘Modern music’, firmada por el propio Zimmerli. Sin que deban de escapársenos esa rendición al ‘Lonely woman’ de Ornette Coleman –presentado aquí como el único estándar de jazz– o la presencia bien testimonial en una obra así del “Excerpt from String quartet No. 5” de Glass.
Es apabullante la sonoridad que pueden llegar a ofrecer dos “grand piano” en fila india con dos maestros así a los mandos.
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