El disco del día: Bob Marley & The Wailers

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«Un elepé tranquilo, en el que predomina la cadencia suave sobre los ritmos más disparados. Además, las temáticas de las canciones tienden a glosar las maravillas del fumeteo, el amor y la espiritualidad»

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Bob Marley & The Wailers
«Kaya. Deluxe edition»
ISLAND/UNIVERSAL

 

 

Texto: JUAN PUCHADES.

 

 

Un año antes, Bob Marley había grabado su primer disco en Inglaterra, donde se refugió tras sobrevivir a un intento de asesinato en Jamaica. Fue el imprescindible «Exodus». Pero en 1978, viviendo un momento particularmente agradable, cuando su éxito comenzaba a ser planetario, ya tenía nuevo trabajo: «Kaya», otra vez registrado en Londres pero en esta ocasión echando mano de temas que quedaron fuera de «Exodus» e incluso de canciones incluidas en los discos jamaicanos previos a firmar con Island.

El resultado fue un elepé tranquilo, en el que predomina la cadencia suave sobre los ritmos más disparados. Además, las temáticas de las canciones tienden a glosar las maravillas del fumeteo (de hecho, «kaya» es un término rastafari para referirse a la marihuana), el amor y la espiritualidad. Es, por tanto, una muestra de un Marley atemperado, tranquilo durante su periodo londinense, lejos de la habitual agitación y caos que le rodeaba en casa, era casi como que estaba de vacaciones. Y aunque tanta tranquilidad en su día no fue demasiado bien recibida (lo que le llevó a publicar antes de que terminara el año el intenso doble en directo «Babylon by bus»), hoy podemos disfrutarlo como una rareza de su discografía, un álbum que nació de retales pero que en su fluir relajado y optimista nos lleva por unos caminos diferentes en la recta final de la obra de Marley. Y todo ello justo antes de que se disparara como icono mundial y la lucha política fuera argumento primordial de su ideario musical.

Cierto que «Kaya» incluye la archiconocida ‘Is this love’, pieza prodigiosa y de las mayores del cancionero marleyliano, pero perderse en la misma ‘Kaya’, en ‘Sun is shining’, ‘Satisfy my soul’, ‘Misty morning’, ‘Time will tell’ o en ‘Smile Jamaica’ (hipnótica maravilla añadida a esta edición) es internarse sin protección por el frondoso árbol del reggae, apartar hojas de su interior y descubrir que Marley no era artista unidireccional. De ahí el valor de este disco, menos vistoso que otras obras suyas más reconocidas pero igualmente atractivo. Además, esta edición «deluxe» recupera la grabación adecentada y acompañada por una excelente presentación.

El álbum se completa con un segundo disco que recoge un concierto grabado en Rotterdam durante la gira europea de 1978 de la que se tomarían grabaciones para «Babylon by bus» y nos ofrece a un Marley queriendo aproximarse lo más posible a la estética del rock que definía la música popular en occidente en aquellos años (hubo un tiempo que fue así, aunque hoy, con el rock considerado cosa menor, parezca ciencia ficción). Nos encontramos con una banda que suena mucho más punzante que en el disco precedente, con guitarras incisivas y bajos palpitantes, Marley lanzado en la interpretación y con los Wailers bien apuntalados detrás, pero prestos a divagar en pasajes instrumentales hijos de su época, cuando un solo parecía no dañar los oídos de nadie. Estamos, en consecuencia, ante un documento de primer orden para seguidores del dios rasta por excelencia, que en sus trece temas incluye una versión de ‘No woman o cry’ que pone los pelos de punta y lecturas electrizantes de ‘Is this love’, ‘Get up, stand up’ y ‘Exodus’. Inmejorable.

Anterior disco del día: Laura Marling.

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