«Quizás derive todo de la nueva ola, a la manera de Kirsty MacColl o Mary Lou Lord, pero pasado por un tamiz de melancolía, que llega hasta el sonido Donosti»
Amparo Arias
«Todo lo que no pasó»
AUTOEDITADO
Texto: CÉSAR PRIETO.
Creo que el mundo del pop ha perdido capacidad de sorpresa. No solo es que los grupos establecidos anuncien fechas de lanzamiento con años de antelación y para entonces ya hayan presentado diez singles, es que cualquier muchacho que empieza cuando llega una obra cuelga ya su segundo ensayo en las redes a disposición de todo el público. Así que cuando llega una obra inesperada, calladamente, uno vuelve a recuperar esa sensación virginal de la belleza. Es lo que sucede con el disco de Amparo Arias, colaboradora habitual de los grupos que trabajan en Ferrol, que empujada por Óscar Quant a grabar una canción, acabó con todo un elepé en las manos.
Son canciones desnudas, Amparo insiste en decirme que la grabación es rústica, sin florituras, de acuerdo; pero esto no es más que un apunte de que con los mínimos elementos se puede llegar al mayor grado de hechizo. Sucede en ‘It’s late tos ay that…’, que bien vestida sería un soberbio ejercicio a lo Burt Bacharach, pero así tal como está sorprende por la elegancia natural de la melodía. Las letras se exponen en castellano, gallego e inglés, y los tratamientos también cubren diversas estéticas. ‘Tren das seis’ posee una calidez emocionante de bossa sencilla con la voz de Amparo siempre clara e irresistible, frente al tono jazzístico, con piano y flauta de ‘Faustine’.
Quizás derive todo de la nueva ola, a la manera de Kirsty MacColl o Mary Lou Lord, pero pasado por un tamiz de melancolía, que llega hasta el sonido Donosti, es ejemplo la deliciosa ‘Better that a letter’ que tiene todo el sabor de la California soft pop pero desde el Atlántico, o ‘Purple dream’, que presenta una tonada folk tal como las tomaban los Beatles. Por supuesto, el disco no está disponible más que en algún bar de Ferrol, pero si escriben a ampiarias@gmail.com podrán conseguirlo sin problemas. Acabo y concedo, no es un disco hecho con todo lujo de sonido, pero sí que está hecho con el corazón. Y eso es bastante más importante.
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Anterior disco del día: The Who.
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