«Un fantástico ejemplo de cómo la música pop, en el más amplio sentido de la palabra, puede llegar al fondo de tus entrañas»
Algunos Hombres
«Temario»
LA MINA PRODUCCIONES
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Sorprendente por excelso el debut de esta banda de Pozoblanco cuyos miembros provienen de múltiples proyectos como Becerring Brothers, Mi Novia Dummy o Twelicht. De hecho el primero de estos nombres no es más que la semilla de este proyecto que toma la salida con un disco de cuidada factura y cuyo destino es dar mucho que hablar en la música facturada en este país. Y es que una banda que se atreve a presentar como carta de presentación una versión libre, en castellano, no incluida en el disco (y de paso fantástica) del ‘My baby just cares for me’ de Nina Simone rebautizada como ‘Mi chica solo se preocupa por mí’ tiene a la fuerza algo especial.
«Temario», por su parte, es un homenaje a la canción, reflexión esta que suele repetirse en mis últimas reseñas, quizá motivo de la sensación de placidez y felicidad que me embarga al comprobar el cambio de rumbo que ha tomado la música patria al olvidarse de prejuicios y apostar por el ente básico de esta ingrata y a menudo denostada forma de cultura popular. Unos acordes y unas palabras. Ahí está todo. Y aunque durante un tiempo se olvidó lo más importante, era de justicia que la canción resurgiera cual ave fénix como elemento básico de cualquier disco que se precie. Pese a que pueda parecer de Perogrullo, a los músicos de este país les ha dado por hacer, por fin, canciones y eso es una inmejorable noticia para el oyente.
Algunos Hombres van en ese barco y transitan esos mares. Los mismos aunque por diferentes vías y con diferentes vientos que los que pueden surcar Amigos Imaginarios, Egon Soda, Fabián, Petit Cabroin, Santos, The New Raemon y un sinfín de nombres más. Combinan a la perfección las influencias de Astrud Gilberto, Big Star, los Wilco de Summerteeth, Eels y Caetano Veloso, por citar algunos, para dar lugar a temas como la inicial ‘Balada de el ciento’ (hay que tener narices para iniciar un disco con un tema así), la bluesy ‘Volver a rezar’ o la explosiva y rock ‘Otra vez el cielo’. Incluso ese final con ‘Fin de fiesta’ consiguiendo el momento más folk sixtie de todo el álbum es un fantástico ejemplo de cómo la música pop, en el más amplio sentido de la palabra, puede llegar al fondo de tus entrañas. Solo hay que estar predispuesto a ello.
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