El disco del día: Alfredo González

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“Dobleces’ revela a un artista en ebullición permanente que arriesga sin temor por diferentes sonoridades e instrumentaciones que, a la postre, dan forma a una obra pletórica de rock»

Alfredo González
“Dobleces”
ALGAMAR PRODUCCIONES

 

 

 

Texto: UMBERTO PÉREZ.

 

 
Alfredo González no se toma las cosas con calma, aunque así lo pareciera durante estos tres años de silencio discográfico. Desde 2008, cuando presentara “Dudas y precipicios” –su disco de debut oficial–, dio señales de ser un músico inquieto, casi compulsivo; muestra de ello fue su álbum “La nada y tú” grabado y editado a los pocos meses de lanzado su antecesor; o también una larga gira que lo llevó a presentar sus canciones por toda España, Colombia y Holanda; o su oficio como tecladista de diferentes cantantes y grupos; o lo que hoy mejor representa su orgullo como escritor de canciones: su flamante álbum doble titulado “Dobleces” (salud por esta redundancia).

Desde su nombre mismo, “Dobleces”, que tiene igual significado en lengua asturiana y en castellano, encierra una intención clara y manifiesta en la obra de González: mientras en “Dudas y precipicios” cantaba sus canciones, escritas íntegramente en castellano, en “La nada y tú” ponía en su voz y en su música poemas de sus paisanos contemporáneos para cantar en asturiano. Esa misma intención, esa apuesta por celebrar la lengua de sus padres, la reafirma, la dobla y la gana en su nuevo trabajo: un álbum doble con veinte canciones, las diez primeras compuestas y cantadas por él en castellano; la otra mitad cantadas en asturiano (o bable) pero escritas en su mayoría por el poeta Pablo Texón.

Pero más allá de la lengua en que sean cantadas, cada tema que integra “Dobleces”, revela a un artista en ebullición permanente que arriesga sin temor por diferentes sonoridades e instrumentaciones que, a la postre, dan forma a una obra pletórica de rock, o música popular, si se quiere. Tan sencillo como complejo. Mientras canciones guitarreras se acompañan con elegancia del pedal steel e incluso recurren al spoken word a cargo de Texón, las de medios tiempos se respaldan en refrescantes vientos que se agradecen y evocan a Van Morrison, pero son el piano íntimo y sugerente y, sobre todo una voz dúctil, explorada, capaz y madura, los elementos que redondean y ponen el sello característico de Alfredo González en cada canción, demostrando trabajo y reflexión.

Aunque más personal y menos bardo que en otras ocasiones, Alfredo González y compañía han vuelto a rondar la noche, el placer y el horror de sus callejones con altura, pero también ha puesto su atención en los tiempos que corren, en lo mucho que cuesta mantenerse a flote a pesar de que sea su oficio su mayor vocación. Producido por Sergio Rodríguez y con la participación especial de Fabián, Hendrik Rover y Quique González –quien se anima a cantar en asturiano–, entre otros, “Dobleces” es exuberante pero no agota, al revés, invita a la escucha permanente gracias a su riqueza. La mayoría de las canciones rondan los tres minutos y apenas suman una hora en conjunto, treinta minutos por disco, como debe ser, como los clásicos.



Anterior disco del día: “A Christmas Chin para ti”.

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