Guillermo Martín. Es imposible pensar en Fernando Martín y no recordar a su hermano Guille. Fueron compañeros de aventuras en los legendarios Desperados, a mediados de los años 80, uno cantando y el otro con la guitarra. Cuando Desperados se separaron, los dos hermanos siguieron caminos diferentes: Guille puso su furiosa guitarra al servicio de terceros (especialmente recordadas son sus colaboraciones con Andrés Calamaro, Jaime Urrutia y Loquillo y Trogloditas) y Fernando se “cambió de bando”: de hacer música pasó a hablar de ella en las páginas del diario El País.
A mediados de los años 90 ambos hermanos se dieron el capricho de poner en marcha un divertido proyecto con el que atacar, esencialmente, versiones, Neverly Brothers. Aventura que se saldó con el disco Solos o en compañía de otros (El Sol, 1995), en el que contaron con colaboradores como Andrés Calamaro, José María Granados, Micky, Cristina Lliso y Luis Auserón. Un divertimento, en todo caso, sin mayores pretensiones.
Fernando Martín parecía alejado definitivamente de la composición e interpretación –aunque de vez en cuando ha subido a compartir escenario con amigos o se ha sumado a formaciones tan peculiares como Los Anónimos, en la que militan músicos de los 80: Patacho, Germán Coppini, Ñete…– así que la publicación de Crononauta, nos ha pillado a todos por sorpresa. “Llevaba años sin componer –explica Fernando Martín– y empecé a pedirles canciones a amigos: a Jaime Urrutia, a Fito Cabrales, a Javier Andreu, a Germán Coppini… y comenzaron a salirme canciones también a mí”. Así, en Crononauta se juntan temas inéditos de Andreu, Martín y Coppini junto a versiones de Jaime Urrutia y Fito Cabrales –a éstos les cuesta más componer, y no pueden regalar canciones– en un disco de rock difícilmente catalogable. “Tengo 47 años y este es un disco de rock o de pop cultivado, leído. Quería un álbum que tuviera el espíritu de los 80 pero sin el sonido de los 80. Yo ahora no puedo tocar rock and roll ortodoxo porque ahí mi hermano era Dios. Y Dios se murió.”
Detrás de la producción está Fernando Polaino –guitarrista de Los Lunes–, habitual en el equipo de Alejo Stivel –el disco se grabó en su estudio–, y fue el propio Alejo el que, una vez escuchado el resultado, puso en contacto a Fernando con Dro, para que éstos lo editaran. Martín, sumando entusiastas a su proyecto, se ha encontrado con un manager histórico, Pito –Ignacio Cubillas, que fuera manager de Héroes del Silencio y Loquillo en los 80, y ahora lo es de Bebe y Christina Rosenvinge–, dispuesto también a colaborar. Y aunque en junio Fernando presentará el disco en directo en diferentes ciudades, no abandona el periodismo –“François Truffaut hacía cine y escribía crítica; tampoco es tan raro, ni incompatible”– y es plenamente consciente de que el suyo es un proyecto a contracorriente y difícil para los tiempos que corren, pero, principalmente, está contento con el resultado. Y es que Crononauta es, sobre todo, un buen disco de rock en castellano.