“En ‘Pan’, John Powell vuelve a demostrar que es todo un valor seguro a la hora de componer este tipo de banda sonora. Todos los elementos que pudieran esperarse de este tipo de partitura se encuentran aquí: grandes temas de acción, fuerza orquestal, coro y grandes melodías. No falta nada”
Fernando Fernández analiza la música de dos títulos basados en historias nuevas y la última versión del célebre clásico que creó John Barry, musicado con acierto por John Powell.
Una sección de FERNANDO FERNÁNDEZ.
Esta época otoñal, de las primeras hojas en el suelo, me trae a la mente ese dicho americano tan popular: “The more things change, the more they stay the same…” (traducido libremente quiere decir algo así como “Cuanto más cambian las cosas, más continúan igual…). Aunque se adapten a formatos mucho más modernos, la fuerza e interés de las tramas e historias clásicas reside en lo que quieren contar de fondo. Para estas historias, la música suele convertirse en un elemento fundamental en sacar ese fondo a la luz.
“El coro”, música de Bryan Byrne
El primer título que os traigo es el más clásico en su formato, tanto en la historia como musicalmente hablando. Buena culpa de ello la tiene su director, el canadiense Francois Girard. En todos sus proyectos la música ha sido una parte importante de sus historias. Tanto en “Retrato de Glenn Gould”, “El violín rojo” o “Seda”, la música era tan protagonista, o más, que los actores y las palabras. En esta ocasión vuelve a serlo, aunque la historia sea la más convencional y típica que ha realizado hasta ahora. Y no, no se trata de ninguna adaptación americana de “Los chicos del coro”, es más, su mensaje final es bastante diferente, aunque el estupendo trabajo de veteranos como Dustin Hoffman, Kathy Bates y otros le añadan su propio elemento de interés.
El protagonista de la banda sonora es el propio American Boychoir, el protagonista de fondo de la historia también. Es la historia personal de un niño que tras la muerte de su madre se encuentra de repente en una escuela de prestigio gracias a la calidad tenor de su voz, aunque en la banda sonora no hay piezas solistas. Todas ellas muestran la calidad del coro completo y el coro no desarrolla solistas, ya que el paso de los chicos es muy breve, no más de un par de años, porque cuando la voz sufre cambios dejan de pertenecer a él y se desarrollan por su cuenta. Lo que vamos a disfrutar en su edición discográfica es el conjunto de voces, pero lo destacado es la muestra de clase y emoción que proporciona con su música incidental Bryan Byrne. El compositor irlandés aporta su capacidad orquestadora y clásica en los arreglos de las piezas interpretadas por el coro, siempre sin música y con las limpias voces infantiles demostrando su capacidad tanto para ser protagonista en las piezas. Byrne aprovecha para construir una pequeña partitura de música incidental, completamente emocional, que sirve de apoyo a la idea final de la historia: disfrutar al máximo de la vida con el tiempo que se nos ha dado. Para ello construye un bonito tema principal, con el que identifica el origen del niño protagonista, que es la base de la partitura, ya sea a piano o con orquesta, pero que recibe su tratamiento definitivo en la bonita canción interpretada por Josh Groban, el coro y el propio Byrne a piano. Precioso toque final de la música.
“Golpe de Estado”, música de Marco Beltrami & Buck Sanders
Otra historia que suele repetirse periódicamente es la de familia en peligro en un país exótico, sobre todo actualmente, con las amenazas de grupos extremistas en el Medio Oriente y el Sudeste asiatico. En esta ocasión los hermanos Dowdle (responsables del remake americano de “Rec” y “Quarantine”) lo llevan al extremo de la acción y las películas del género “que pasaría si…”. Y con un reparto interesante en el que destacan un Owen Wilson, por fin fuera de la comedia, y un Pierce Brosnan en un papel secundario.
En la música, uno de los nombres que más se ha repetido este año en la sección: el incansable Marco Beltrami, que suele colaborar en diversos proyectos con Buck Sanders, lo que suele indicar que los elementos atmosféricos predominarán en la banda sonora. Buck Sanders es todo un especialista en electrónica y sonoridades ambientales que combinan muy bien con el sonido más experimental del Beltrami. Dicha colaboración ya les granjeó un Oscar por la estupenda partitura ambiental que realizaron para la agobiante película “En tierra hostil”. Aunque en esta ocasión su trabajo parece transitar un terreno algo más convencional y típico. Es evidente que la banda sonora cuenta con un sonido seco y agresivo, que es ideal para acentuar aun más esa sensación de “extraño en tierra extraña” que quiere narrar la película. El que la música suene atmosférica y típica de acción moderna no le resta un ápice de experimentación a los compositores que incluyeron percusión oriental, músicos callejeros e incluso la voz de la hija pequeña de Sanders, todo ello manipulado electrónicamente para crear ese paraje seco, duro y desolador de la música. Todo diseñado para hacernos sentir aun más la tensión y el pánico de sus protagonistas, aunque resulta excesivamente dura en su escucha aislada. Afortunadamente, también incluyen un motivo temático para identificar a la familia protagonista, que proporciona un elemento emocional más que necesario en la partitura. Su primera aparición en ‘Little dreamer’ y su puntual presencia a lo largo de la partitura se agradecen, especialmente con el tono esperanzador y positivo que proporciona en su parte final, especialmente ‘Gunshy’, ‘Border refuge’ y ‘The Story of Lucy’. Tal vez no sea suficiente para destacar completamente a la partitura, pero si para hacerla acabar en su punto más destacado.
“Pan”, música de John Powell
El título más clásico de esta semana es un nuevo acercamiento al mundo de Peter Pan, en el que se recrea la historia del niño que más tarde se convertirá en ese entrañable protagonista y su irreprimible vena rebelde. El niño, en el curso de una noche increíble, se ve transportado desde el orfanato y aparece en un mundo fantástico de piratas, guerreros y hadas llamado Nunca Jamás. Un lugar donde comenzarán sus aventuras mientras intenta descubrir el secreto de su madre, que le dejó en el orfanato hace mucho tiempo, y el lugar que le corresponde en esa tierra mágica. Una película de aventuras juveniles que cuenta con un destacado reparto con la presencia de Rooney Mara, Garrett Hedlund y Hugh Jackman para salvar el país de Nunca Jamás y descubrir su auténtico destino: convertirse en el héroe que será conocido para siempre con el nombre de Peter Pan.
Joe Wright, el director, cuenta con dos tipos de proyectos. Los más personales y románticos (“Expiación”, “Orgullo y Prejuicio” y “Anna Karenina”) siempre cuentan con la partitura destacada de su compositor habitual, Dario Marianelli. Sin embargo, de vez en cuando se embarca en proyectos de encargo para los que suele contar con otros colaboradores como ocurrió con “Hanna” y la partitura electrónica de Chemical Brothers. En esta ocasión ha contado con la colaboración de un peso pesado, especialmente en lo referente a la música de aventuras, como es John Powell, que vuelve a demostrar que es todo un valor seguro a la hora de componer este tipo de banda sonora. Todos los elementos que pudieran esperarse de este tipo de partitura se encuentran aquí: grandes temas de acción, fuerza orquestal, coro y grandes melodías. No falta nada. Lo más curioso es que probablemente su comienzo sea uno que no es muy habitual escucharle a Powell. Su ‘Opening overture’ nos introduce el tema principal de “Pan” (primo hermano lejano de sus maravillosos temas para “Como entrenar a tu dragón”), con solo piano y cargado de vida, melodía y romanticismo. Un desarrollo que sin embargo es ideal, para una aventura cargada de magia y fantasía. La partitura refleja un aire de disfrute y optimismo que es realmente contagioso, incluso sus momentos de acción y suspense, que abundan, se encuentran cargados de ese carácter. Y si no sólo tenemos que escuchar una de las piezas destacadas de la banda sonora que es esa maravilla titulada ‘Pirates vs natives vs heroes vs chickens’. En ella podremos seguir escuchando ese tema de Peter Pan, con un aire recargado de optimismo y fantasía, llegando incluso a recordar en instantes al archiconocido tema de Piratas del Caribe, pero con mucha mayor carga de magia. Sin duda y desde este momento, una de las bandas sonoras de aventuras más destacadas del año sin ninguna discusión.
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Anterior entrega de El Club de las BSO: Michel Legrand, la veteranía que marca la diferencia.