El año calamariano: Andrés Calamaro resume su 2010

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«Nunca dejamos de tocar, o grabar, o pensar en proyectos e internarnos en nuestro debate político interior, dentro del grupo tenemos nuestra minoría en permanente análisis y estudio de la realidad»

Acaba un año y los discos y las giras pasan, quedan atrás, y nunca sabemos muy bien qué sensaciones ha vivido el músico cuando las luces y los aplausos se han apagado y regresa a su cuartel general para recargar pilas. Así que le hemos pedido a alguien próximo, Andrés Calamaro, que nos dé cuenta de su año que acaba, que nos abra la puerta a sus más inmediatos recuerdos. De paso, Andrés adelanta planes para el próximo año: una revisión de “El salmón”, quizás un directo, y la cartera llenándose de nuevas canciones…


Texto: ANDRÉS CALAMARO.
Fotos: KVK FOTOS.


Amigos lectores de EFE EME:

Este fue un año intenso, literalmente nos pasamos el año grabando y girando, tocamos más de 45 conciertos en las Españas, los interiores argentinos, Uruguay, Chile, Perú, Colombia, México, Costa Rica, Chile, Guatemala y Venezuela. En enero ya estábamos grabando voces y recordings comprometidos para “On the rock”, en Buenos Aires empezamos el año grabando con Rafa Arcaute y con Vicentico, en febrero nos trasladamos a Madrid para una serie se sesiones importantes y muy agradecidas, grabamos con el Langui, con Enrique, con Diego, con Jerry… Fue cuando concretamos nuestra colaboración fraternal, y musical, para el disco de tangos grabados en vivo con Cigala (lo hicimos y fue una experiencia siempre al borde del complicado paroxismo musical de empatarse con el mejor cantante entre los cantantes, que es mi Diego, mi hermano) y nos “encerramos” para cerrar las “session” de “On the rock”, el póquer de productores, todos nos reunimos aquel febrero para concretar el disco que mezclamos en marzo en Buenos Aires con César & Guido, Calle 13 y Rafa grabaron en Puerto Rico y Pablo Lescano en su estudio de San Fernando, las últimas “mix & alternatives” llegaron en abril cuando la banda ya estaba ensayando en Tablada para lo que, en aquel momento consideramos un “warm up tour”. Preparamos un repertorio de “b-sides”, pero en mayo (una gira que pedimos para rodar el repertorio nuevo y tocar después de unos meses dedicados a la grabación) también nos topamos con audiencias muy grandes, como un concierto en Montevideo para 17.000 (pagas), nos encontramos entonces con cantidades (y generaciones) de público, que nos hizo recapitular el repertorio durante el año, volvimos a algunos de nuestros temas más aceptados y conservamos algunos emblemas del Salmón. Fue una verdadera gira de convivencia de las pautas rockeras del “lifestyle”,  experimentamos en el escenario donde nos permitimos “accidentes” químicos, como ocurrió en el Razz, en Montevideo y en Medellín. Pero nos exigimos hacer lo mejor que podemos siempre y terminamos cada recital con alegría y suponiendo que hicimos lo que queremos, lo  mejor que podemos. En mayo estábamos girando, en junio publicamos el álbum, que paseamos por el “estado” con Mario Vaquerizo; a veces estábamos en el estudio y filmando clips y “epks” al mismo tiempo: Fue muy grato, muy importante, compartir el disco, codo a codo, con mis compañeros, y delegar en Candy (como en Guido) absolutas responsabilidades musicales, en grabaciones y en ensayo; somos compañeros de media vida, quizá mas de media vida, o lo que para nosotros es… la vida…

Nos presentamos en el Luna Park de Buenos Aires tres veces (y una cuarta y última, hace una semana) y cerramos un enorme festival al aire libre, como protagónicos además de grandes figuras importadas, en Colombia cerramos el “Rock al parque” (para una multitud asombrosa) y nos sentimos muy bien como grupo de rock con nombre de varón… En agosto, aprovechando las tradicionales vacaciones del hemisferio norte, entramos en estudios para grabar versiones de Héroes, Caifanes y Vox Dei, y después repetimos en el DF (en el estudio Molotov) para tributar a Strawberry Def Con Dos… Nunca dejamos de tocar, o grabar, o pensar en proyectos e internarnos en nuestro debate político interior, dentro del grupo tenemos nuestra minoría en permanente análisis y estudio de la realidad. Además este año, ni bien llegamos a México, nos encontramos con la trágica noticia de la muerte de nuestro presidente Néstor, que estaba en efervescente actividad política. Eso nos removió neuronas, conocimiento y nunca perdimos, pues, la capacidad de debate y análisis. Muchos músicos, deportistas, científicos, intelectuales y aficionados, vinieron a vernos y, en algunos casos, nos saludaron en camerinos.

«También trabajé bastante preparando una edición revolucionaria de ‘El salmón’ para el año próximo, una forma de presentar el disco que va a ser atractiva y reveladora, reordenarlo le da un aire contemporáneo y muy poderoso»

Nuestro último servicio lo dimos hace pocos días en el Luna Park, un arena tradicional, un antiguo templo del boxeo donde muchos campeones defendieron su título a trompadas. Hicimos un LP sin publicidad y lo invitamos a Pablo Lescano para un trío de canciones con inclinaciones zumbieras, el teclado “AK 47” y percusiones… También trabajé bastante preparando una edición revolucionaria de “El salmón” para el año próximo, una forma de presentar el disco que va a ser atractiva y reveladora, reordenarlo le da un aire contemporáneo y muy poderoso. Siempre grabamos en vivo y nos prometemos empezar a revisitar vídeo, audio y fotos para un “alive”, y también volví a escribir letras y canciones en febrero, inspirado por el fuego sagrado de el Langui, y a finales de año, atraído por las grabaciones y canciones (o atrayéndolas)… Personalmente creo que siempre estamos en un escalón más alto de emociones y convivencia con el público, que nos regala momentos inolvidables de éxtasis y emoción, que nosotros agradecemos mucho porque, sinceramente, eso le da mucho sentido a nuestra vida de músicos. Yo trato que el publico entienda que nos presentamos como grupo de rock, como concierto de rock, y que la batería y las guitarras son nuestro emblema, como lo son las canciones que el respetable viene a escuchar, o cantar o celebrar con deliciosa locura…

Girando en España me entregué a los recitales experimentales, permitiéndome costumbres que, la opinión general, supone desterradas del ámbito del rock “profesional”, fue una gira irregular con puntos muy altos, después giramos por segunda vez en Argentina, en lo que creo que fue mi mejor gira jamás en mi país, y en México, Guatemala y Perú, donde brindamos algunos conciertos muy notables y alguno afectado por la lotería gástrica, que en México es una realidad imponente… Todavía no desarmé el maletín que lleve al Luna Park, sigue en el piso de mi estudio particular, a donde voy a diario a escribir y grabar, ya estamos organizados para ensayar en Madrid y Buenos Aires al mismo tiempo, y espero que, finalmente, podamos progresar con las grabaciones en directo. Además fui invitado por los Tigres del Norte para grabar un dúo “unplugged MTV” (un honor que no me esperaba), y compartimos escenario con Cigala, Manolo García, Lescano, Vicentico, Adrián Babasónico…

Terminamos cansados y contentos, como hay que terminar. Terminamos hermanados con un público que nos sorprende, por la forma en que se entrega a lo que nosotros hacemos, jamás me habían despedido así de un recital; lo que deja el respetable, de emoción y calor, es inexplicable. Dicen que a los líricos los aplauden hasta media hora, sinceramente, nunca me quedé media hora para batir el record de aplauso sostenido con rituales extasiásticos, pero cuando me quedo solo, al final de cada recital, recibo la energía de la buena gente, que saluda con los brazos en alto desde la primera hasta la última fila, nos aplaudimos todos y… sospecho que podría quedarme media hora compartiendo el último adiós con la audiencia. No creo que tenga paciencia pero estoy muy agradecido, sincera y profundamente. Tratamos de imponer lo que es un recital de rock, con protagonismo de los instrumentos desde el primer compás y creo que vamos consiguiendo que, un público enamorado de las canciones, participe en aquello inexplicable de un solo de guitarra, de una batería tan bien tocada…

Fue un año espléndido pero triste, porque ahora vivimos pendientes de la salud de Gustavo Cerati, mi compañero, con quien pensábamos compartir escenario muchas veces. También despedimos a mi mentor Beto Satragni, gracias a quien soy músico ahora, mi maestro en la vida (me conoció con 16 años), en el candombe, en las armonías…

Espero que aquellos que compartieron el rock con nosotros estén de acuerdo conmigo, pero yo estoy agradecido por seguir tocando y cantando para ustedes. Vamos a incorporar la locura, la experiencia, la espontaneidad y volveremos con más canciones, con nuevas canciones, con canciones que ya son… de aquellos que las quieren escuchar, y de nadie mas.

De momento, casi ahora mismo, me encuentro enredado con nuevas grabaciones, letras, instrumentos y las ilusiones renovadas para seguir brindándonos al rock y a la vida.

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