Eddie Spaghetti: El Supersuckers se lo monta solo

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«No escojo las canciones, ellas me escogen a mí. Me encanta escucharlas e interpretarlas, ese es el criterio principal para que estén en el álbum. Si me gustan y puedo tocarlas con la guitarra acústica sin demasiada dificultad, son serias  candidatas para ser grabadas»

Seis años después de “Old nº 2”, el líder de los irreverentes Supersuckers publica “Sundowner”, su tercer disco en solitario, un trabajo abiertamente orientado hacia el country, que rinde homenaje a varios maestros del género.

 

Texto: EDUARDO GUILLOT.

 

Sempiterno sombrero de cowboy. Unas gafas de sol que parecen soldadas a su rostro. Y un nuevo bigote. La imagen de Eddie Spaghetti define a la perfección su trabajo: Es un profesional del rock, un vaquero criado con el punk que comenzó a cabalgar a finales de los ochenta, al frente de Supersuckers, y que en 2004 decidió probar suerte como solista con “The sauce”. Envalentonado, al año siguiente repitió con “Old Nº 2”, pero desde entonces no había vuelto a publicar un disco a su nombre. El reciente “Sundowner” reactiva su periplo en solitario seis años después. «¿Tanto tiempo ha pasado? Tío, realmente el tiempo vuela, ¿no?», comenta. «Empecé a trabajar en el disco hace unos años, pero nuestro sello de entonces, Mid Fi, pasaba una situación algo confusa y no pudimos sacar el proyecto adelante. Finalmente, contacté con Bloodshot y retomamos la idea».

Como es habitual, el disco incluye versiones de muy diversa procedencia: Dwarves, Johnny Cash, Dave Dudley, Lee Harvey Oswald Band… «Si te soy sincero, yo no escojo las canciones, ellas me escogen a mí. Me encanta escucharlas e interpretarlas, ese es el criterio principal para que estén en el álbum. Si me gustan y puedo tocarlas con la guitarra acústica sin demasiada dificultad, son serias  candidatas para ser grabadas. La idea es respetar los originales, pero dándoles un toque personal. Hacerles justicia, pero poniendo algo de Spaghetti en ellas».

También se incluye una relectura de ‘Always on my mind’, popularizada por Elvis Presley y versioneada en infinidad de ocasiones. «Fue la leche. Pero siempre estoy dispuesto a afrontar retos. Me enfrenté a ella borracho y muy nervioso, pero cuando bebo me siento valiente».

«Sundowner» es, en esencia, un disco country, pero también flirtea con el pop, un estilo que no suele abordar con Supersuckers. «No es que no pueda hacerlo con la banda, sino que son canciones que funcionan mejor en formato solista. Temas que los muchachos no necesariamente querrían tocar. Y no quiero decir que sean descartes de Supersuckers, porque todos son fabulosos».

La prueba es que el disco incluye ‘Marie’, que grabó con el grupo en “The sacrilicious sounds of the Supersuckers” (1995). «La llevaba tocando en directo una temporada y me gustaba cómo sonaba en el nuevo formato, así que quise documentarlo».

La afinidad de Supersuckers con el country no es ninguna novedad. La banda grabó en 1997 el disco “Must’ve been high”, en el que participó Willie Nelson, una leyenda del género con quien también han ido de gira. «Es mi héroe», afirma Spaghetti. Sin embargo, su público no siempre lo entiende. La última vez que Supersuckers visitaron la Comunidad Valenciana fue en el año 2009, cuando recalaron en Vila-real, donde compartían cartel con Nashville Pussy. Su concierto se desarrolló según los parámetros punk & roll de rigor, pero en un momento determinado la banda acometió un interludio country que no fue del agrado de la mayoría de la gente. «No creo que el público europeo medio entienda mejor nuestro country que el americano. Dicho esto, siempre hay excepciones. Tenemos una audiencia importante en Europa a la que le gusta nuestra faceta country, del mismo modo que hay estadounidenses que no disfrutan con ella. Supongo que depende del tipo de público. Generalmente, todo el mundo sale muy satisfecho de los conciertos de Supersuckers. Eso ocurre porque, toquemos country o punk & roll, lo hacemos de maravilla. ¡Y esa es la verdad!».

No lo dice por vanagloriarse. A Spaghetti le encanta el directo. De hecho, escuchando ‘Everybody’s girl’, el tema que abre “Sundowner”, se diría que el álbum ha sido grabado en vivo en el estudio. «Así es», confirma. «Es como me gusta grabar. Tan en directo como sea posible. Creo que, de ese modo, se consigue un sonido más espontáneo».

En el otro extremo, al final del álbum, aparece ‘When do I go’. «Es una canción de mi hijo, Quattro. Él la compuso, toca la guitarra y canta. Probablemente, es mi favorita del disco». ¿Le veremos tocarla en España? «Me gustaría. Estoy de gira ahora, con Marty Chandler (batería). Dos colegas solos y la carretera frente a nosotros. ¡Está siendo divertido!».

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