Si el partido de la Super Bowl fue bastante aburrido, los “grandes triunfadores” del espectáculo mediático-deportivo del pasado domingo fueron dos de los grandes iconos de los Estados Unidos: Coca-Cola y Bob Dylan. Coca-Cola ha recibido un aluvión de críticas por parte de los sectores más contrarios a la inmigración por el anunció emitido durante la Super Bowl, en el que la patriótica ‘America the Beatiful’ era interpretada en varios idiomas mientras la imágenes mostraban a personas de diversa procedencia.
Y Bob Dylan, como en sus mejores tiempos, ha levantado ampollas entre los guardianes la pureza ideológica. Olvidando que no es la primera vez que sus canciones son utilizadas en publicidad o que él mismo ya protagonizó un anuncio de Cadillac, la aparición del cantautor en el spot de Chrysler le ha valido que en las redes sociales se le califique de “vendido” o, como cuando en los sesenta se alejó del folk, de “Judas”.
El presentador Bill Maher escribió: “Primero muere Phillip Seymour Hoffman, después, el peor partido de la Super Bowl de la Historia, ¿y luego Bob Dylan haciendo un anuncio de coches? No es un buen día para América”. Por su parte, la cantautora Mary Chapin Carpenter se escandalizaba: “Bob Dylan haciendo un anuncio de coches. No puedo ni pensar en un hashtag”. En Twitter, un molesto seguidor llamado Bill Wede dice: “Lo siento. El joven Bob Dylan vomitaría en la boca del Bob Dylan viejo por hacer anuncios de coches, especialmente patrioteros”.