Mikel: “El peso poético y romántico de esta vuelta es muy superior al económico”
Diego: “Si hubiésemos querido hacer un reencuentro estrictamente comercial, hubiésemos hecho el recopilatorio y una gira, y no nos hubiésemos complicado más”
El regreso de Duncan Dhu es una realidad: con fechas para el nuevo disco y una gira de regreso. Mikel Erentxun y Diego Vasallo han abierto la puerta otra vez, y según confiesan en esta entrevista, se cierran las puertas solistas. El futuro está por escribir. O por cantar.
Texto: ARANCHA MORENO.
Fotos: THOMAS CANET.
Doce años después de que Duncan Dhu echase el cierre con «Crepúsculo», Mikel Erentxun y Diego Vasallo deciden volver a unirse y relanzar el proyecto. Regresan con un mini elepé de seis canciones, «El duelo», que verá la luz el 27 de agosto, y una gira que les llevará por España y América, donde siempre han sido admirados y tienen pendiente un ajuste de cuentas. Motivados por el proyecto y orgullosos de su nuevo trabajo, nos atienden para desvelarnos cómo se ha fraguado esta vuelta y qué les espera a partir de ahora.
¿Esperabais volver a juntaros? A muchos nos ha sorprendido una vuelta tan temprana.
Diego: Han pasado doce años, el último disco salió en 2001.
Mikel: El proyecto lleva como un año, si me lo hubieras preguntado hace dos años te hubiera dicho lo de siempre: “La puerta no está cerrada, pero es muy difícil”, porque lo era, entre otras cosas porque nuestras agendas no dejaban hueco para mucho más. Se han dado muchas circunstancias, entre ellas que los dos estamos sin disco nuevo, y hemos tenido tiempo para meternos en esto, además de un acercamiento musical, que es la clave, que los dos volvamos a hablar un mismo lenguaje, unido a la situación económica actual. Se han juntado un montón de parámetros que han hecho que ahora sea el momento.
¿Eso quiere decir que cuando os separásteis, vuestro lenguaje musical iba por caminos diferentes?
Diego: Sí, era un momento de cansancio, de divergencia de intereses, de intereses artísticos. Diría que tuvo mucho de cansancio, fueron muchos años con un ritmo bastante intenso. Estar en un grupo trabajando a ese nivel comercial dentro de la industria exige bastante dedicación, había un cansancio claro, se veía venir desde hacía tiempo. Fue un cierre bastante natural, no fue traumático porque era lo que se intuía.
De hecho, «Crepúsculo» ya lo dejaba ver.
Diego: Sí, en el disco estaba clarísimo. Lo compusimos y grabamos expresamente como disco de despedida. Estaba totalmente diseñado así.
Mikel: Ya desde el título, «Crepúsculo».
Decís que tenéis una “deuda americana” con vuestros seguidores.
Mikel: Es cierto, porque Duncan Dhu es un grupo con mucho éxito en América. Hubo un conato de hacer una gira allí, pero solo hicimos un bolo, porque de camino al segundo concierto tuvimos un accidente con víctimas mortales, en el 99, y se suspendió la gira y no volvimos. Hay una especie de deuda. Voy muchísimo a tocar allí en solitario, y cada vez que voy lo palpo. Se lo digo a Diego: cada vez que voy la gente me pregunta por Duncan Dhu, la gente quiere escuchar las canciones. Hay una presión importante allí, así que vamos a intentar paliar esa deuda.
También hay una deuda con la gira de «Crepúsculo», que no pudísteis hacer en su día.
Mikel: Bueno, sí pudimos, no la hicimos porque no quisimos. No hubo un impedimento legal, salvo que nosotros decidimos en ese momento que no íbamos a tocar. Hicimos un disco sabiendo que no iba a tener representación en vivo.
Diego: Es que hicimos un disco para despedirnos, no tenía mucho sentido. Era un disco con un título claro, un disco de despedida. No tenía mucho sentido salir de gira cuando te estás despidiendo.
Mikel: Y hay muchos seguidores del grupo a los que les va a hacer mucha ilusión que presentemos ese disco, es un gran disco y funcionó muy bien a nivel de ventas. Es otro aliciente más para salir en directo, presentar las seis canciones nuevas con otras cinco o seis de ese disco. Al final estamos tocando doce canciones vírgenes, que es algo que compensa el repertorio de éxitos, que no sea simplemente un viaje a la nostalgia, a cantar ‘Cien gaviotas’. Hay un peso de novedad en la gira, y eso es lo que nos excita.
Artísticamente, dejásteis Duncan Dhu en un momento muy alto, y ahora lo retomáis cuando estáis también en un buen momento de vuestras carreras. Parece que viráis en función de lo que os dicta el corazón, más que el bolsillo.
Diego: Si hubiésemos querido hacer una gira o un reencuentro estrictamente comercial, hubiésemos hecho el recopilatorio y una gira, y no nos hubiésemos complicado más. El hecho de hacer seis canciones nuevas, un mini elepé, con un proceso de trabajo bastante intenso, significa que no lo queríamos hacer así, queríamos que hubiese algo más apetecible, más emotivo. Sobre todo para nosotros, y creo que también para la gente.
Porque ofertas económicas, habréis tenido unas cuantas en este tiempo…
Mikel: Sí, y mejores que ahora. Económicamente quizá no es el mejor momento para volver, en plena crisis. Esta vuelta hubiera tenido mejores resultados económicos hace cinco o seis años. Aunque hay un componente económico que no se puede descartar, el peso poético y romántico es muy superior al económico.
Mikel: «No va a ser un calco, vamos a pasar el repertorio antiguo por el filtro de cómo sonamos ahora mismo»
Diego: «La banda es nueva, los músicos han puesto su parte, y las canciones tienen una nueva vida»
Cuando empezáis a componer canciones nuevas para el proyecto, ¿de dónde partís?
Mikel: Pues prácticamente de cero, en un principio la idea era hacer una canción nada más. Yo me encargaba de las melodías y Diego de las letras. Yo empecé a pensar en las melodías cambiando un poco el chip. En mis últimos discos había virado hacia canciones de estribillo difícil, o canciones sin estribillo. El concepto de Duncan Dhu clásico que queríamos retomar era al revés: canciones con una estructura muy clara, muy meridiana, unos estribillos muy rotundos. Empecé a trabajar en melodías y la verdad es que surgieron bastante rápido, le mandé a Diego unos bocetos y él escribió las letras también bastante rápido. Enseguida teníamos algo a lo que agarrarnos, vimos que había algo que contar. El proceso de trabajo, como dice Diego, ha sido largo, pero intenso, unos meses de trabajo denso. Volver a trabajar en dúo es alterar nuestros hábitos de trabajo, eso también lleva cierto tiempo de adaptación.
¿Se puede considerar que «El duelo» es un puente que parte de «Crepúsculo», o es un puente con hacia una época más clásica de Duncan Dhu?
Mikel: No sé si este disco es un puente.
Diego: No creo que sea un puente. Ahora mismo es el presente, no hay puente, es Duncan Dhu 2013. Además, creo que es un concepto musical muy concreto, muy pensado, muy definido. Lo hemos producido nosotros con las ideas muy claras. Duncan Dhu ahora suena como suena el mini elepé nuevo.
Hemos escuchado ‘Cuando llegue el fin’, el adelanto de este trabajo. ¿El resto de las canciones siguen esa misma senda folk?
Mikel: Esta canción marca un poco las claves de por dónde puede ir el disco, lo que ocurre es que es la canción más amable, por eso se ha elegido como single, es la más fácil. El resto del disco tiene más peso, pero es un lenguaje parecido: sonidos principalmente acústicos, baterías con escobillas, hay muchos coros en los estribillos, pero quizá es la canción es más luminosa.
Es curioso, lo diferentes que sois entre vosotros, y lo bien que convergéis en un proyecto.
Mikel: Sí, así ha sido siempre, desde que nos conocimos en el 83.
Cuando os miráis mutuamente, ¿veis a una persona diferente a la que érais hace doce años?
Mikel: No, no especialmente.
Diego: Cuando te conoces tanto no eres tan consciente de los cambios como cuando ves a gente que hace quince años que no ves. Es como los miembros de tu familia, no te das cuenta del paso del tiempo. Nuestra relación es casi familiar.
Habéis comentado que en octubre tocaréis en América, y en noviembre y diciembre en España. De momento habéis comunicado tres fechas: 8 de noviembre en Barcelona, 10 de noviembre en Madrid y 16 en San Sebastián. ¿Habrá ampliación?
Mikel: Hay más: Huesca, Zaragoza, Gijón, Valladolid…
¿En qué tipo de recintos?
Mikel: En España van a ser todo teatros y auditorios entre mil y dos mil personas como mucho, en América vamos a hacer más grandes.
¿A qué canciones le téneis más ganas?
Mikel: Es divertido tocar ‘Cien gaviotas’, es un poco reencontrarte con tu pasado, pero lo que de verdad nos apetece es que vamos a hacer canciones nuevas.
Diego: De todas formas, siempre es interesante revivir las canciones antiguas con una nueva formación, nuevos músicos, porque siempre suenan distintas. De hecho, ya suenan diferentes algunas que hemos tocado, que hemos ensayado, y eso está bien.
Mikel: No va a ser un calco, vamos a pasar el repertorio antiguo por el filtro de cómo sonamos ahora mismo.
Diego: La banda es nueva, los músicos han puesto su parte, y las canciones tienen una nueva vida.
Mikel: Yo creo que va a ser la mejor gira de Duncan Dhu.
Con este regreso, ¿qué ocurrirá con vuestras carreras en solitario?
Mikel: Ahora mismo están aparcadas. Todavía están coleando, tanto Diego como yo tenemos algún concierto pendiente. Todo va a acabar entre julio y agosto, en septiembre empezamos ya a ensayar y ahí cerramos definitivamente las dos puertas, y ya se verá. No hacemos planes a medio plazo.
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«El duelo» y el recopilatorio «Duncan Dhu 1» se publicarán el 27 de agosto.
La gira comenzará el 7 de octubre en el Auditorio Nacional de México DF y de ahí pasará a California, Perú y, sin confirmar, Colombia. En España se iniciará el 8 de noviembre en el Palau de la Música de Barcelona; 10 de noviembre en el Circo Price de Madrid; y el 16 de noviembre en el Auditorio Kursaal de San Sebastián. Próximamente se anunciarán más fechas en España.