28 años sin grabar un disco de estudio. Hace trece, se juntaron para tocar de nuevo, en los dos últimos se reunieron una vez más para embarcarse en una gira mundial. De algún modo, ese grupo roto internamente trataba de rehacer sus pedazos, de superar las viejas batallas. Sobre todo porque los Eagles tenían, y tienen, algo muy especial cuando facturan música juntos, y ellos lo saben. Ahora, por fin, el cuarteto formado por Don Henley, Glenn Frey, Joe Walsh y Timothy B. Schmit tiene nuevo disco, el muy logrado Long road out of Eden. Y por aquello de justificar tan prolongada ausencia, en formato doble y con 20 temas nuevos.
En esta larga entrevista –que publicamos en dos entregas, hoy y mañana– con el periodista inglés Nicky Horne, uno de los cerebros de la banda, Don Henley, habla con sinceridad del pasado y el presente de los Eagles, al tiempo que desmenuza la mayor parte del nuevo disco, mientras se muestra crítico con la realidad de su país.
Texto: NICKY HORNE.
¿Qué os ha llevado tanto tiempo?
Fueron muchas cosas. Si recuerdas, estuvimos separados catorce años, ésa es la razón que explica tode ese lapso. Nos reunimos de nuevo hace ahora trece años. Bueno, como siempre he dicho, cuando éramos chicos jóvenes, a los veinte años, estábamos tan centrados en nosotros mismos como se está a esa edad, cuando no teníamos familias a las que cuidar, ya sabes, niños, colegios, ese tipo de cosas, disponíamos de mucho más tiempo… Sólo teníamos que pensar en componer y en chicas. Así que podíamos hacer discos algo más rápido. Aunque siempre hemos sido más la tortuga que la liebre en lo que a realizar álbumes se refiere. Cada disco que hicimos en los 70 nos tomaba cada vez más tiempo. Y, ah… Ahora hemos estado intentando hacer un disco. Llevamos hablando de ello desde que nos reunimos en 1994, pero realmente no nos pusimos a ello seriamente. Antes de nada, mencionar que teníamos problemas personales en el grupo y teníamos que superarlos. Debíamos cambiar algunas cosas en el aspecto personal. Una vez que eso estuvo superado, entonces, creo, es cuando las cosas realmente empezaron a cuadrar, especialmente con la llegada de un fantástico músico, Steuart Smith, que ha constituido un verdadero catalizador para la banda en términos de creatividad y de versatilidad, dando una nueva chispa al todo. La mayor parte de este disco lo hemos hecho en los dos últimos años. Lo comenzamos antes de esa fecha, pero el grueso de los elementos que escuchas en el disco se hizo entre 2006 y 2007. Y, como siempre, hemos sido muy meticulosos en cómo afrontar nuestra labor de artesanía. Creamos este disco con mucho mimo y cuidado. Siempre hemos estado mucho de gira por lo que no somos muy buenos componiendo, grabando y actuando a la vez, así que, tras la gira, todos teníamos que regresar a casa y retomar nuestras relaciones familiares y, también, ha habido un montón de obstáculos, algunos buenos y otros malos. Pero, al final, lo terminamos. No estamos preocupados por el paso del tiempo o por cuánto hayamos tardado en hacerlo. Lo que sí nos tiene contentos, es que lo hemos acabado y pensamos que este trabajo supone lo mejor que hemos hecho nunca. Es un disco doble que, como ya sabes, no era el formato que originariamente teníamos en mente. Pero como somos cuatro personas que componen e interpretan en la banda, y todos queríamos aportar nuestro granito al proyecto, y al no poder incluir más que 72 minutos de música en cada CD sin perder calidad, calidad de sonido, terminamos por sacar un disco doble. A precio de sencillo, debo añadir.
La última vez que te vi, hace aproximadamente dieciocho meses, y te pregunté por el disco, me dijiste, “Nicky, va a tener lo que tu llamarías ‘cortes’”. Pero no habéis hecho un disco con cortes. Habéis hecho un álbum doble, donde, pienso, no cabe ningún tema de relleno. Ha tenido que haber debates dentro del grupo durante este largo tiempo: la música ha cambiado, el público ha cambiado, el negocio, ¡Dios mío!, ha cambiado, hasta hacerse irreconocible. ¿Ha habido, estoy convencido de que sí, debates agónicos en la banda sobre qué tipo de sonido había que sacar?
No, por eso ya pasamos hace mucho tiempo. Ésa fue quizá una de nuestras preocupaciones iniciales, el cómo hacer un álbum actual que encajara hoy en día y ese tipo de cosas. Y finalmente superamos el tema. Nos dijimos, “Lo que necesitamos es ser los Eagles. Necesitamos ser quienes somos y sonar como nos corresponde”. Es obvio que desde 1978, desde la edición de nuestro último trabajo de estudio, el cambio tecnológico ha sido tremendo. Todo ha cambiado. Pero todos nos sentimos bastante seguros con la tecnología y nos rodeamos de gente experta en la utilización de nuevas herramientas, así que no hemos tenido demasiadas discusiones sobre el sonido o la técnica de grabación o la producción o ese tipo de cuestiones. Las diferencias de opinión fueron respecto a los temas o a qué canciones debían formar parte del repertorio del álbum y cuales no. Cosas de ese tipo. Contábamos con más temas de los que han sido incluidos. Para ser totalmente sincero contigo, considero que hay un par de canciones que no debieran estar en el disco. Pero, cuanto más lo escucho, estoy más convencido de que forma un todo coherente, se sostiene. Creo que está muy cerca de ser, como tú dices, un disco sin cortes de relleno, más que ningún otro trabajo anterior, lo que es algo extraordinario, teniendo en consideración que consta de 20 temas. Quiero decir que hay algunas personas de la industria que están… Hay un reconocido DJ, aquí en Los Ángeles, que opina que éste es el mejor disco que hemos hecho hasta ahora. Dijo, “Esperaba que fuera bueno, pero no que lo fuera tanto”, así que, bien… Me he acostumbrado al resultado del trabajo. Necesito poner algo de distancia para ganar perspectiva.
Hace un par de días dije en la radio, por supuesto como no estoy autorizado a radiarlo en Inglaterra todavía, pero habiéndolo escuchado muchas veces desde que tengo el material de prueba, declaré el otro día que pienso que es mejor que Hotel California. Creo que es…
Bien.
Y creo que es reseñable que ahora…
Gracias.
…Que estando en el tardío otoño de vuestra carrera como banda hayáis logrado regresar con el mejor disco de toda vuestra trayectoria. Eso es toda una hazaña.
Muchísimas gracias. Bueno, ése siempre fue nuestro sueño pero no sé si alguna vez llegamos a pensar que lo pudiéramos lograr. Ya veremos. Habrá que ver cuál es la reacción de la calle, pero estoy muy contento con el disco en conjunto.
Hablemos de los temas porque, si analizamos canción por canción, saldrán a la luz otras cosas. Estaba intrigado… La manera en que comienza el disco, porque me parece que el punto fuerte de los Eagles han sido siempre vuestras voces. La manera en que el sonido trabaja en armonía es algo especial. Y aquí estáis en el primer corte, desnudos, a parte de vuestras voces, como diciendo, “Hemos vuelto. Somos nosotros. Ésta es nuestra verdadera esencia”. Y entonces pasáis al material nuevo. ¿También tú lo ves así?
Ésa es exactamente la forma en que nosotros lo vemos. Es concretamente nuestro punto de vista al afrontarlo. Era una convicción y una acción deliberada por nuestra parte. Porque, como dices, nuestra marca es la armonía vocal, son nuestras voces. En los 70 solíamos comenzar algunos conciertos con un tema a capella. Era un tema folk, una canción tradicional llamada “Come all ye fair and tender ladies”. En aquellos tiempos lejanos solíamos abrir los conciertos así. Después, hacia el final de los 70, en 1979 y 1980, grabamos un tema titulado “Seven bridges road”, que no es una pieza a capella “per se”, pero en el escenario la interpretábamos acompañados de una sola guitarra. Así que, aun habiendo precedentes, ésta vez sí lo hemos hecho de forma muy deliberada. La decisión de abrir el álbum de esta forma fue de Glenn [Frey], y pienso que fue una decisión acertada. Hay además una interesante historia de cómo surgió la canción, por si te interesa…
Vale.
Intentaba componer algo del estilo para poder cantarla con el grupo. Y no se me ocurría nada, estaba leyendo el Diccionario de la Poesía Americana de Oxford, cuando encontré un poeta del que no sabía nada hasta el momento, estaba leyendo sus textos y pensaba que eran poemas vagos y obtusos y, de repente, encontré una pieza suya de título “An old-fashioned song”. La leí y pensé… Aquello me impactó. Me dije, “Dios mío, puedo hacer una canción con este texto. Podría musicar el poema y sería un perfecto tema a capella”. Y me puse a ello. Grabé todas las armonías vocales yo mismo para poder enseñarlo. Bueno, lo primero que había que hacer era obtener permiso del autor. Es un anciano caballero, profesor emérito, creo que en la Universidad de Cornell, o quizá en Yale, no estoy seguro. No quiero meter la pata. Pero está vivo y reside en alguna parte de Nueva York. Quería su bendición así que grabé una maqueta. Grabé todas las armonías y se lo mandé. Me dijo, “Sí, creo que sería fantástico que de verdad lo hicierais”. Así que después se la mostré a los demás miembros del grupo. Espera, antes de eso, Steuart Smith y yo le pusimos música. Nos sentamos al piano de mi estudio y estuvimos allí durante cuatro o cinco horas, de una sola sentada, mientras yo cantaba. Me puse el texto delante y canté la melodía mientras que a Steuart se le ocurrían los acordes que sostuvieran la melodía por lo que esperamos que obtenga para mí derechos de autor compartidos con el poeta, en los créditos. Y entonces llamé al señor y le dije, “Vale, ya la hemos grabado. Vamos a incluirla en el disco. Quiero que se busque un buen abogado para negociar los términos del acuerdo”. Creo que todos estaban contentos con el resultado: Por supuesto su editorial; una de las mayores compañías del sector, una editorial de libros que cobra una alta comisión de su parte, pero así funcionan las cosas. Bueno, en cualquier caso, así es como surgió la canción. Luego le cambiamos el título. Pensamos, “Ahora que se ha convertido en una canción será mejor que la llamemos ‘No more walks in the wood’ en lugar de ‘An old-fashioned song’, porque esas palabras no aparecen en ninguna parte del texto”.
Además, cuando llegamos a los dos últimos temas del disco, hay una especie de… ¿Cuál sería la palabra? Hay un patrón de unión, un sentimiento que enlaza las dos últimas canciones, se cierra el círculo. El tercer corte, “Busy being fabulous”, es, creo… La nota que escribí cuando la escuché por primera vez y presté atención a la letra fue, “Ah, el famoso Henley ácido”.
No creo que eso sea… Es una canción que podrían haber hecho los Stones y a Mick [Jagger] no se le acusaría de viperino. Podría esperarse algo así, claro. No creo que sea venenosa. Creo que es divertida. Creo que tiene un sentido del humor algo mordaz.
Bueno, eso es lo que quiero decir con “Henley”.
Ah, entiendo. Henley. Vale. Ése era mi título y mi idea para la canción, entonces Glenn se enganchó inmediatamente. En realidad, para ser francos, decidí llegado un punto que no la quería incluir en el disco. No creía que fuera suficientemente buena y no avanzaba con la letra. Tenía el texto del estribillo, pero no conseguía acabar los versos. Y la canción no me gustaba especialmente. La quitamos, la sacamos del disco pero Glenn insistía. Dijo, “No, no, no, esta canción tiene que estar en el disco”, y completó la letra que faltaba en los versos y en el estribillo. Al final volví al tema y dije “Vale, vale”, porque teníamos muchos comentarios de gente de la industria que opinaban, “Este tema es un claro éxito”. De hecho, va a ser el siguiente single. Así que cedí y está en el disco, pero hubo un momento en que quise descartarla.
¿Pensaste en alguien cuando la escribías?
No. No pensaba en nadie en especial. No. Bueno, todos conocemos a gente que es fabulosa, ¿sabes? Que viven una vida de “glamour” y fulgor y salen todas las noches No, no es alguien en concreto. A ver, todos en el grupo… Quiero decir, Glenn dijo que podía relacionarla con gente que conocía. No hizo referencia a nadie en particular, pero…
Vale.
No, no está dirigida a nadie. Ellos saben quiénes son (Risas).
Me gustaría que hablásemos de uno de los temas más destacados del álbum escrito por Steuart y por ti, “Waiting in the weeds”.
¿Mía y de Steuart Smith?
Sí, sí. Lo siento. Tú y Steuart Smith. Has dicho lo importante que ha sido Steuart en el proceso de llevaros de nuevo al estudio y conseguir que todos volvierais al proceso de grabación, pero este tema es una clara muestra de que tenéis en él a otro gran compositor como compañero.
Mmm. Sí, sí, él es…
Háblanos de esta canción, porque es una maravillosa metáfora, es preciosa. Para empezar, piensas que, “Ah, bueno, es Henley, es algo terrenal, llega el final de agosto y ese tipo de cosas”, pero después te das cuenta de que no tiene nada que ver con eso.
Bueno, así es, pero también tiene que ver con la banda. Trata de ciclos y de tener fe en los ciclos y en el orden natural de las cosas, y de saber cuándo sentarse, cuándo esperar y cuándo saltar. Trata de tener fe en que llegará tu momento de nuevo, si eres paciente ¿Es eso a lo que te referías? Tengo mucha fe en los ciclos, los ciclos que el hombre ha interrumpido y destrozado. Pero una de las razones por las que no hemos hecho un disco antes, es porque sentíamos que no era el momento apropiado. Esta banda siempre tuvo en cuenta el tempo. La música ha pasado por un periodo horrible, creo, y pienso que está mejorando ahora, en los últimos dos años, pero si hubiéramos sacado un álbum, digamos en 2000 o en 2001, o en 2002, no sé dónde nos habría colocado, de verdad, o si habría sido aceptado como ahora. Parece un momento apropiado. Creo que la gente está harta de escuchar lo que ha sido forzada a oír en muchos de los últimos años, por lo menos en este país. Ahora creo que es el momento. La canción… Empecé esta canción en el cuarto de estar de mi casa de Dallas, creo que en junio o julio. Me senté con la guitarra y me salió el estribillo primero. Tenía el título en algún sitio, al fondo de mi mente. Lo había estado guardando y de repente volvió a mí. Compuse gran parte de la música. Steuart me ayudó a unir las piezas, algo en lo que es realmente bueno. Así que estoy muy orgulloso de esta canción. Creo que es una de las mejores cosas en las que he participado en mucho tiempo.
Pero es interesante que en el puente… Vas de una suerte de aceptación de los cambios que te rodean, al puente… Donde hay algo más de rechazo. Partes de una aceptación de la situación para llegar a un regusto algo amargo cuado dices “Estáis en la feria del condado, vais cogidos de la mano y riendo, ahora que la rueda de la noria se ha detenido. Él es el más encantador de los sofisticados, el sabor de la semana está fundido en tu precioso vestido de verano. Niña qué desastre has montado”. Y después retomas el humor original tras el puente.
Sí. Bueno, a quien esté dirigiéndome… Repito, no tenía a nadie en particular en mente cuando la escribí. Pero sí, me gusta la metáfora. Me encanta el final del verano y el otoño de todas maneras. Es una época muy melancólica para mí e intento dedicarme a pensar, cavilar y cosas del estilo, en ese momento del año. Adoro el otoño y adoro las ferias. Siendo niño siempre fui a la feria. Acabo de llevar a mis hijos hace un par de días a la feria del Estado de Texas, hicimos nuestro tradicional viaje a la feria. Pero cuando digo “Niña, qué desastre has montado” me refiero a… No sólo hablo del helado sino de cómo construyes tu vida. Y es como una pequeña película, la verdad. Me encantan las películas antiguas, tipo Un rostro en la multitud y Esplendor en la hierba, y todas esas películas en blanco y negro. Las películas de James Dean. Es como un retazo de cine para mí. Después sigo en el puente, “He ido tropezando a través de sitios oscuros, pero ahora estoy siguiendo el arado”, lo que es un referente agrario. Me reía y le dije a alguien que pienso que ésta es la primera canción de amor y horticultura nunca escrita. “Ahora estoy siguiendo el arado” es como volver a las raíces de granjero de mi padre. Pero siguiendo el arado estás… Es una antigua metáfora sobre encontrar tu propio camino. Te pones tras el arado y sigues tu surco. “Sé que he perdido tus muchos encantos, pero, ahora ya todo está bien”. Así que al final se torna positivo. Y vuelve otra vez. Esta canción habla de los ciclos y de tener fe en esas cosas, de que sabes positivamente que a la primavera le seguirá el invierno, y al verano seguirá la primavera, y el sol saldrá mañana, y todo se va a arreglar, a pesar de todo.
Honestamente, ¿tenías fe en que este disco saldría a la luz? ¿En que el ciclo se completaría?
No. No, no la tenía. Sabía que si éramos capaces de establecer una metodología para llevar a cabo las cosas sin matarnos unos a otros, si fuéramos capaces de trabajar juntos de nuevo y todos lo deseáramos fuertemente, podríamos lograrlo. Pero no estaba seguro de que fuera a suceder. Pero lo hicimos. Afortunadamente tengo mi propio estudio, Glenn y Timothy [B. Schmit] tienen también sus propios estudios y fuimos rotando. Usamos todos esos estudios. Yo también hice parte de las grabaciones en un estudio de Dallas para no tener que separarme de mis hijos. Es muy duro para mí tener que estar aquí en Los Ángeles para realizar estas grabaciones y no ver a mis hijos, estar ausente durante semanas. Para mí es peor que para ninguno del resto de la banda porque ellos pueden volver a casa cada noche, y dormir en sus camas, y ver a sus niños. Así que tenía que viajar. Pero lo organizamos. Había veces en las que estábamos juntos en el estudio, todo el grupo, pero, más a menudo, hacíamos grupos de trabajo de dos o tres personas. Y todos llevamos nuestras pequeñas piezas a la fiesta.
Antes de pasar a “Fast company”, como hablabas de tus niños y eso nos lleva gratamente a tratar ese tema, quisiera volver a “How long”, la canción de J.D. Souther, de forma breve. Porque supone que vuelves a cantar con Glenn otra vez.
Otro movimiento deliberado por tu parte.
En armonía otra vez.
Sí.
¿Eres consciente de que afirmas: “Volvemos a estar en armonía en todos los sentidos otra vez”?
Bueno, Glenn y yo somos como hermanos. Nos sentimos muy cercanos pero no siempre nos llevamos bien. Todo el que tenga hermanos sabe cómo va el tema de la familia. Esta banda es como una familia, discutimos y nos peleamos. Pero en el fondo todos tenemos un profundo nexo, porque hemos pasado por muchas cosas juntos y por todo lo que hemos conseguido. Hemos estado en desacuerdo sobre asuntos respecto al disco hasta extremos muy amargos, hasta el último día, y, también, después, ¿sabes? (risas). Pero ahora todo ha vuelto a su cauce. Ahora todos hemos ganado perspectiva. Entendemos la visión global y entendemos que esta banda es más grande que ninguno de los individuos que la conforman, eso es lo importante, no podemos hacer todo a nuestra manera, la de cada uno, siempre y, a pesar de cuáles sean nuestras quejas individuales en cada aspecto, siempre el todo es más importante que esos aspectos de discrepancia. Así que Glenn y yo cantamos juntos en un par de temas del álbum y compusimos a medias bastantes canciones del disco.
Como “Fast company”.
Sí. Compartimos un sentimiento… Uno de los lazos más importantes de los que compartimos es que los dos tenemos hijos jóvenes, él tiene hijos adolescentes y yo tengo una hija que pronto lo será, en quince meses. Ése era el tema principal de conversación en el estudio, de verdad, las pruebas y tribulaciones de la paternidad. Ser padre. Y en ese sentido compartimos un fuerte nexo. Hay tres canciones en el disco que tratan directamente de nuestros hijos, y “Fast company” es una de ellas. De nuevo, en este caso, yo tenía un esbozo y Glenn se enganchó inmediatamente y me dijo “Ah, ya sé de qué va esto”. Y así se convirtió en una canción para nuestros hijos que trata sobre salir con gente inadecuada y perder el tiempo, en especial los adolescentes. Si quieres podemos hablar de los otros dos temas más tarde porque hay…
Sí, sí. De acuerdo, pero “Fast company” me recuerda a “Life in the fast lane”, cuando la escribisteis lo hacíais por vuestros compañeros de viaje.
Sí, nuestra generación, pero esta canción trata de un padre sermoneando a su hijo.
No diría que se trata de una reprimenda, es más la voz de la experiencia.
Eso es, sí.
Haber pasado por esa experiencia y salir bien parado.
Es decirle a un hijo ya sé que crees que soy un idiota, y que piensas que no tengo ni idea de lo que estoy hablando, pero ya he dado unas cuantas vueltas y tengo algo que decir en función de mi experiencia. Así que, sí, de eso trata esta canción. Además es un buen R&B. Hay vientos en el tema y nos lo pasamos muy bien grabándolo. Tuve la oportunidad de rendir mi pequeño homenaje a Al Green, hacia la mitad de la canción y en el puente. Fue divertido.
“Do something” es una canción tuya cantada por Tim.
Correcto. Bueno, Tim aportó la música para la letra de esa canción. Yo tenía el estribillo y gran parte del texto escrito pero estaba estancado, no encontraba el esquema de las estrofas. Un día, estando en mi estudio, Tim se encontraba en el habitáculo para grabar las voces, con la guitarra, tocando algo. Al pasar por delante de la puerta, le escuché y le pregunté, “¿Qué es eso?”. Él me contestó: “Ah, es algo que llevo un tiempo acariciando”. Le contesté: “Creo que lo podemos usar.” Entonces nos sentamos y unimos todas las piezas. Consideré durante un tiempo si cantarla yo, pero al final dije: “No. ¿Sabes? Quiero que la cantes tú, Tim.” Es una bonita balada de sabor country. Trajimos a un músico profesional para que grabara la parte de la guitarra steel eléctrica del tema.
La letra de la canción es una especie de autoayuda, ¿no?
Bueno, sí, a falta de mejores… (risas) Sí. Todos pertenecemos a familias de clase trabajadora, y todos… Por lo menos en mi caso, y estoy seguro de que en el caso de Timothy, de Glenn y de Joe [Walsh] también, cuando éramos jóvenes no se nos permitía, como a muchos niños hoy en día, sumirnos en la autocompasión. No contábamos con todos estos análisis y evaluaciones personales, ni se nos instaba a concentrarnos en nuestra propia identidad, ni en terapias o libros de superación personal y toda esa basura. El tema es más “calla y haz algo al respecto”. ¿Entiendes? Deja de lamentarte. Mueve el culo y haz algo si no te gusta como están las cosas. Eso es de lo que trata la canción. Es una canción que pienso que surge de nuestras raíces y de nuestra educación.
Pasemos a “You are not alone” que es… Glenn me decía… Es una bonita canción.
Es cierto. Es la cuarta canción sobre los niños. Glenn la escribió para su hijo, creo.
Creo que para su hija.
Bueno, vale, sí, cierto. Perdón. Para su hija. “Fast company” era… Bueno ésa era también para su hija (risas).
Hablemos de la canción que da título a esta gran obra, creo que podríamos hablar del tema durante horas. Un viaje épico. Comienza con unos Eagles que me son familiares, en un territorio típico de los Eagles. Hay desierto, hay palmeras y, de repente, te das cuenta de que no es el desierto de Mojave.
No, ya no es el desierto americano.
Sí. Entonces nos lleva a un viaje increíble, donde se dibujan las visiones más intrincadas, con una letra muy valiente para la Norteamérica actual de Bush.
Sí. Gracias.
Es, creo, de lejos, el mejor trabajo de los Eagles con diferencia.
¿De verdad? Bueno, gracias. Nos costó mucho terminar esta canción. La empezamos, no sé, hace tres años. Yo tenía el título. Antes de nada, quiero comentar la instrumentación del tema. Si piensas que la letra es una cruda declaración de principios, también, a nivel musical, dimos un paso adelante usando algunos instrumentos que nunca antes habíamos utilizado, ni siquiera en sueños. Hay un instrumento afgano llamado duduk, que tiene un sonido espeluznante. Hay un instrumento indio, no indio americano, de India, llamado sarangi. Esos dos instrumentos otorgan a la canción mucho sabor, mucha textura. Creo que también utilizamos el sarangi en “Waiting in the weeds”. La canción propiamente es, bueno, es obviamente sobre la guerra de Irak. Nos sentimos obligados, como han hecho algunos pocos de nuestros contemporáneos, obligados a decir algo al respecto, porque ha afectado a toda nuestra vida. Han sido siete años surrealistas aquí en EE.UU., desde que la administración Bush llegó al poder. Mucho más surrealista aún desde el 11 de Septiembre de 2001. Pero sentimos que teníamos que decir algo al respecto. Esta canción surge de un artículo que leí en una revista ¿Puedo mencionar la revista?
Adelante.
Bueno. Es una revista que me gusta mucho llamada Harper’s, aquí en América. No es que tenga una gran tirada, no es para todos los públicos, pero me gusta. Leí un artículo en la revista sobre una zona de Irak situada al sur de Bagdad que era un humedal hasta que Saddam Hussein la desecó. Se extiende entre los ríos Tigris y Éufrates. Y era originariamente muy fértil, un valle verde. Los eruditos en temas bíblicos… No soy una persona muy religiosa en sentido tradicional, pero creo que desde una perspectiva histórica, y sólo hablo desde ese punto de vista, estrictamente histórico, no desde un ángulo religioso. Los estudiosos de la Biblia han determinado que el Jardín del Edén mencionado en el Texto Sagrado, probablemente se encontrara en ese humedal, en esa rica y verde tierra, al sur de Bagdad, entre los ríos Tigris y Eufrates.
En fin, el artículo viene a decir que gran parte del petróleo que se halla en el subsuelo de Irak lo forman las plantas carbonizadas y fosilizadas y la materia orgánica que existía en esa zona. La conclusión del artículo es que, cuando te encuentras conduciendo por una autopista en América, en tu todoterreno, si estás consumiendo gasolina que ha sido refinada del petróleo iraquí, estás, al menos metafóricamente, quemando el Jardín del Edén. Esta afirmación tiene diversas implicaciones, por supuesto, que pueden ser extrapolables a todo el planeta. El título surge de ahí. Además, claro, está el doble sentido de la canción que es, en primer lugar, nunca hubiéramos debido ir a Irak, va a costarnos muchísimo tiempo salir de allí una vez que estamos allá. No hay solución simple, ni fácil, en cuanto a cómo salir del país con algún tipo de elegancia, dignidad o algo parecido. Va a ser muy difícil. En segundo lugar, por supuesto, es que a pesar de haber llevado al hombre a la luna, a pesar de haber encontrado la cura de ciertos tipos de cáncer, a pesar de vivir… Tenemos Internet y todos esos admirables milagros logrados en los siglos XX y XXI, y seguimos, en algunos aspectos, siendo tan civilizados como hace 2.000 años. Así que ese es el largo camino que queda por recorrer. El largo camino que lleva a la verdadera sapiencia y a la civilización para la raza humana. Esto son grandes cuestiones, el gran tema.
Es una buena canción a la antigua.
Sí.
Lo que me gusta es la yuxtaposición. Me encantan los arreglos. Son tan meticulosos y bonitos. Pero la yuxtaposición del soldado en el desierto y los “caciques” de siempre en el club del petróleo. No creo que nadie más que tú pueda cantar esas palabras “la América carca” e impregnarlas de ese sentimiento anti-Bush.
Bueno, gracias. Intenté ser insidioso, lo más que fui capaz.
Se aprecia claramente.
Oh, Dios. Hice muchísimo trabajo de documentación para la canción. Para la primera estrofa, busqué, cuando dice… Cuando habla del soldado –“el polvoriento rifle entre sus temblorosas manos”–; hay muchos adjetivos que podría haber usado para describir el rifle, pero… Un amigo mío, que es abogado en Texas, me mandó una carta. No sé si era material clasificado pero, un Marine escribió a algunas personas en EE.UU. sobre las dificultades y los problemas que estaban teniendo allí. Había toda una descripción sobre el armamento, sobre qué tipo de rifles usaban y sobre los problemas de cada modelo en particular, de cómo los viejos eran mejores que los nuevos; pero el problema más grave era el polvo. El viento movía la arena y el polvo al interior de los rifles y estos se atascaban y no funcionaban. Y tú estás ahí, entre ese granizo de balas, y tu rifle se atasca, lo inadecuado que era nuestro armamento. Y yo pensé en ponerme en el lugar de ese chico. En cómo te sentirías si estuvieras recibiendo tiros en las calles de Irak, en un país extranjero, y tu maldita pistola no funcionara. De ahí viene toda la imaginería presente en el tema. Después, según avanza la estrofa un poco más, intenté yuxtaponer… Él se encuentra allí, de pie en una calle de un país extranjero mientras le tirotean y, mientras tanto, sobre él se cierne un vasto cielo y el sistema solar y todas las estrellas y planetas y sus satélites en marcha. Y nuevos mundos surgen. Lo que intentaba era mostrar lo penosas que son las guerras comparadas con el milagro y la inmensidad del universo. Hay una frase que dice “Galaxias descubriéndose, nuevos mundos naciendo”. Pensé: “Hmm… ¿Las galaxias se descubren realmente? ¿O giran?” Porque no quería recibir una carta de un astrónomo diciendo, “Las galaxias no se descubren, idiota”. Por supuesto que no lo hacen. Parece que cuando recuerdas las fotos que has visto de las galaxias, se ve una suerte de espiral, un efecto tipo peonza. ¿Entiendes? Pero realmente no se descubren. Giran lentamente mientras se desplazan por el espacio. Pero no se muestran necesariamente. Así que empecé cantando “galaxias girando y mundos nuevos naciendo”, Glenn me dijo, “¿Sabes?, ‘descubriéndose’ es una palabra más bonita. Deberías volver a usarla”. Así que dejé “descubriéndose”, aunque técnicamente no sea un término preciso.
Concluyes todo con un trío: “Estando en el camino hacia Damasco, el camino a Mandalay, encontré al fantasma de César en la Vía Apia”. Cuando solías introducir “Hole in the world” y contabas cómo la compusiste tras el 11 de septiembre y rezabas por un liderazgo más sabio, creo recordar que era la frase que usaste.
Sí, sí.
Y al final haces referencia a César, uno de los mayores talentos militares…
Creador de imperios del mundo.
Desde luego, quien afirma que es una estúpida pérdida de tiempo.
Sí, exacto. Bueno, esta canción trata abiertamente de la creación de imperios y sobre la locura de EE.UU. El Reino Unido tuvo el imperio más vasto del planeta durante una época y ahora nosotros estamos intentándolo. Y eso nunca funciona. Todos los imperios, no importa cuán poderosos sean, de hecho Roma es el mejor ejemplo, y qué ambiciones alcancen, siempre llegan a su fin, caen siempre. El mensaje es si César no lo logró, por qué usted… ¿Por qué, Sr. Bush, cree usted que sí podrá? ¿Cómo tiene la osadía de pensar que puede construir imperios en otros continentes, que se pueden ocupar países extranjeros? Esta guerra es en verdad… Afrontémoslo, es a causa del petróleo. No es por la libertad del pueblo iraquí. Estoy cansado y asqueado de escucharles mencionar esos argumentos. Es tremendamente ingenuo, obvio y tonto. No tiene nada que ver con eso. Se trata del petróleo, simple y llanamente. No se trata de la democracia, ni de la libertad, ni de nada de eso. Se trata de mantener nuestra extravagante forma de vida occidental. Así que queríamos decir algo al respecto.
¿Crees que servirá de algo?
No. No. Bueno, pienso que la gente ya se ha dado cuenta de la locura que es esta guerra. No creo que vayamos a cambiar nada. No estábamos preocupados por terminar la canción y sacar el disco porque pensásemos que este hecho provocara la retirada de nuestras tropas de allí de forma inminente. No, no creo que tengamos ninguna esperanza de que el rock and roll vaya a cambiar el mundo o algo por el estilo. Sólo queríamos decir algo, desde nuestro punto de vista, y yo quería ir más allá. Es decir, esta canción es mucho más profunda que “Hole in the world”, que en comparación con ésta es como una broma. Pero… Quería decir algo al respecto. Quería hacer que la gente pensara. No tienen por qué estar de acuerdo con nosotros, aunque pienso que la mayoría de los americanos piensa que esta guerra es una locura y que se nos mintió y fuimos allí con falsas pretensiones. Así que no me preocupa.
No sólo se piensa así en tu país.
No, ya lo sé.