Tras seleccionar los doce singles más destacados de la discografía de Prefab Sprout, Xavier Valiño escoge esta vez doce canciones que no llegaron a serlo, pero que destacan tanto o más.
Selección y texto: XAVIER VALIÑO.
La semana pasada repasamos una docena de canciones de Prefab Sprout que fueron singles (más sus respectivas alternativas y un bonus track) y en las que cimentaron su reputación como uno de los grupos esenciales del pop de las últimas cuatro décadas. Hoy traemos otros tantos temas que no llegaron a ser editados en single (con una excepción) a pesar de que lo merecían tanto o más, como muestra del repaso que en el reciente Cuadernos 11 recién editado (que puedes adquirir aquí) se hace de su historia y su discografía.
1. ‘Lions in My Own Garden (Exit Someone)’ (single, 1982)
En febrero de 1982, Prefab Sprout graba su primer single con dos canciones. La titular era ‘Lions in My Own Garden (Exit Someone)’, acrónimo de Limoges, ciudad francesa a la que la entonces novia de Paddy había ido a estudiar un año en su Universidad. Los hermanos McAloon lo publican con una edición limitada de 1000 copias en Candle Records, discográfica creada por ellos para la ocasión y que se presentaba como el sello en el que “la cera no prenderá tu mecha”. En ella ya se encontraba el pop en bruto que pulirían en sus siguientes entregas. Por cierto, esta es la canción que la cambió la vida literalmente al cantante noruego Sondre Lerche.
Alternativa: ‘The Devil Has All the Best Tunes’.
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2. ‘Cruel’ (“Swoon”, 1984)
El resultado de la grabación del primer álbum del grupo nunca fue del agrado de Paddy McAloon, y cinco años más tarde aseguraba que “no me gusta nada nuestro primer disco. Hay un gran álbum ahí y tengo el proyecto de hacerlo de nuevo. Si pudiera, iría por todas las tiendas con la cara cubierta para comprar todas las copias que hay o, mejor, cambiarlas por nuevas versiones”. En él estaba este ‘Cruel’, tema alabado por Elvis Costello (quien hizo su propia versión) y lo más cerca que nunca estuvieron del jazz: “Cruel es el góspel que nos hace tan libres a los dos / Y después te separa de mí”.
Alternativa: ‘Cue Fanfare’.
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3. ‘Bonny’ (“Steve McQueen”, 1985)
“Steve McQueen”, su segundo álbum y el más celebrado de su trayectoria, fue definido en su día como “una suite de canciones acerca del amor y del deseo, del querer y la ruptura: “Steve McQueen” es el “Pet Sounds” de los ochenta y, por mucho tiempo que pase, su perfección resplandeciente no disminuirá”. Por si alguien lo duda, ‘Bonny’ es el ejemplo perfecto, probablemente la mejor de sus canciones que nunca se editó como single. Compuesta en 1977 mientras estudiaba Literatura en la Universidad de Newcastle y trabaja al mismo tiempo en la estación de servicio de su padre, en ella McAloon se imagina la muerte de su padre enfermo. Sí, no es precisamente un tema habitual en las canciones pop.
Alternativa: ‘Horsin’ Around’.
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4. ‘Desire As’ (“Steve McQueen”, 1985, reeditado en 2007)
En 2005 Paddy McAloon empezó a componer un nuevo álbum que sería producido una vez más por Thomas Dolby, pero todo quedó en nada cuando le diagnosticaron la enfermedad de Meniere, perdiendo la audición totalmente en uno de sus oídos, lo que se sumaba a sus problemas de visión por los que había pasado en los meses previos. En su lugar optó por relanzar “Steve McQueen”, con el añadido de ocho de sus canciones regrabadas en formato “acústico”, aunque su afán de perfeccionismo alargó la grabación tres veces más de lo que en 1985 le había llevado grabar el álbum original entero. Entre las ocho estaba ‘Desire As’, la cristalina disección de la agonía por un amor perdido, en una interpretación más frágil que en su versión original de 22 años antes. “Tengo seis cosas en mi cabeza / Y tú ya no eres una de ellas”.
Alternativa: : ‘Moving the River’.
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5. ‘The Venus of the Soup Kitchen’ (“From Langley Park to Memphis”, 1988)
Para su tercer álbum, el grupo contó con más recursos que nunca, desde un desafortunado estilismo colorido en su portada que parecía querer venderlos como un grupo plenamente integrado en la moda de los ochenta, cuando realmente eran un ente totalmente atípico, hasta distintos colaboradores de primer orden en su grabación, entre ellos Stevie Wonder o Pete Townshend. Según Paddy McAloon, “fue nuestro álbum más accesible. Era algo deliberado. Me di cuenta de que una buena canción simple es mejor que una complicada que sale medio bien”. ‘The Venus of the Soup Kitchen’ era uno de sus mejores momentos, acercándose a su manera al góspel.
Alternativa: ‘I Remember That’.
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6. ‘Dublin’ (“Protest Songs”, 1989)
En 1985, el grupo graba “Protest Songs” y publica una edición limitada durante una semana en diciembre de ese año, coincidiendo con la gira de “Steve McQueen”. El éxito inesperado del single ‘When Love Breaks Down’ de “Steve McQueen” lleva a su compañía a archivar indefinidamente ese disco, aunque algunos ejemplares destinados a su venta en Japón se pierden, con lo que empiezan a circular copias piratas conocidas como “The Protest Demos”. Cuatro años después se publica por fin de forma oficial, contando con maravillas como este acústico ‘Dublin’, que nuestro compañero Carlos Pérez de Ziriza define en el Cuadernos 11 de Efe Eme como “un aparente tributo a la capital irlandesa que, en esencia, cuestiona la utilización de antiguos mitos por parte del IRA en su lucha armada”.
Alternativa: ‘Life of Surprises’.
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7. ‘Moon Dog’ (“Jordan: The Comeback”, 1990)
Para su quinto álbum, Paddy McAloon, “quería lograr, en buena parte, canciones que pudieran cantar Elvis Presley o Barbra Streisand”. Cuatro de sus canciones estaban dedicadas al Rey del Rock, entre ellas ‘Moon Dog’, otro de esos ejemplos de su particular búsqueda de la canción pop perfecta. En ella se imaginaba al Coronel Tom Parker orquestando el regreso de Elvis con un concierto en la Luna.
Alternativa: ‘Jesse James Bolero’.
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8. ‘The Ice Maiden’ (“Jordan: The Comeback”, 1990)
Aunque “Jordan: The Comeback” cuenta con la canción favorita de McAloon de entre las que ha compuesto, ‘One of the Broken’, hay otras más destacadas, como, por ejemplo, ‘The Ice Maiden’, dirigida expresamente a la cantante de ABBA, Agnetha Falkstrong. En ella McAloon se centra en el atractivo de la imagen de la banda y el uso del inglés por el grupo sueco, hecho que, no siendo su idioma natural, lograba a veces un efecto extraño no buscado en los textos de sus canciones. «Bienvenidos a la expansión de los asuntos de alto octanaje, al estilo esperanto».
Alternativa: ‘Paris Smith’.
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9. ‘Swans’ (“Andromeda Heights”, 1997)
Paddy McAloon nunca ha dejado de componer, y lo ha hecho a lo grande, muchas veces pensando en álbumes completos. Hay muchos discos en distintas fases de gestación que no se han editado, con títulos como “20th Century Magic”, “Atomic Hymnbook”, “Behind the Veil”, “Earth: The Story So Far”, “Famous Fakes” o “A Symphony of Snowflakes”. ‘Swans’ es la única que ha sobrevivido de otro de esos discos (por ahora) inéditos titulado concretamente ‘Zorro the Fox’ y que en su momento su autor concibió como un antídoto frente a las bandas sonoras de las películas norteamericanas.
Alternativa: ‘The Fifth Horseman’.
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10. ‘Cornfield Ablaze’ (“The Gunman and Other Stories”, 2001)
Cuando parecía que el grupo había pasado a mejor vida, en junio del 2001 se publica “The Gunman and Other Stories”, un disco producido por Tony Visconti que casi se puede considerar un álbum en solitario de Paddy McAloon, por cuanto Wendy y Neil no participan en él y la contribución de su hermano Martin es menor. En él se incluyen varias de las canciones compuestas en la década anterior para Cher o Jimmy Nail como este ‘Cornfield Ablaze’.
Alternativa: ‘The Gunman’.
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11. ‘Music Is a Princess’ (“Let’s Change the World with Music”, 2009)
“Let’s Change the World with Music”, colección de canciones grabadas en 1993, tiene su origen en 1976, cuando McAloon quedó fascinado por la historia del disco perdido de los Beach Boys, “Smile”, en concreto un artículo escrito por Tom Nolan para Rolling Stone sobre aquel disco de “música espiritual”, en el que hablaba de “destellos de brillo y luminosidad, aunque también profundas sombras de tristeza como enormes simas de densa hiedra trepadora”. ‘Music Is a Princess’ es una de las representaciones más claras del tema del disco: la música como fuerza consoladora, como inspiración para seguir adelante a través de los malos momentos.
Alternativa: ‘Ride’.
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12. ‘Billy’ (“Crimson/Red”, 2013)
Su último álbum hasta el momento (y quién sabe si el definitivo) incluye más melodías afortunadas como ‘The Songs of Danny Galway’ o ‘The Dreamer’, además de ‘Billy’, un tema en el que McAloon habla a través de dos encarnaciones, una más reflexiva y otra que en la que se pide a sí mismo dejarse ir a la hora de componer y no dudar tanto si utilizar metáforas como la de la trompeta de la canción: “¿Dónde encontraste la trompeta, Billy? La encontré en un terreno baldío, enterrada en la nieve”.
Alternativa: ‘The Songs of Danny Galway’.
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Bonus Track: ‘Just Because I Can’
Aunque no pudo prestarles la atención que le hubiese gustado, Paddy McAloon ha ido dejando caer varias caras B de singles que darían para otra exquisita colección de canciones, como esta ‘Just Because I Can’ o ‘Bearpark‘, ‘Girl I’m Here’, ‘Dragons’, ‘Real Life’, ‘The End of the Affair’…