DISCOS
«El álbum sorprende por tener un tono plácido y homogéneo que lo recorre de principio a fin»
JONATHAN WILSON
Dixie blur
BELLA UNION-PIAS, 2020
Texto: XAVIER VALIÑO.
Fue en medio de la gira con Roger Waters, interpretando con él las canciones de Pink Floyd, donde Jonathan Wilson empezó a sentir la llamada de la tradición, de las raíces del bluegrass, el folk-rock y el country que había mamado de pequeño en su casa, antes de deslumbrar al mundo con sus tres discos en solitario, que culminó con el maximalista y galardonado Rare birds de 2018.
Así que cogió alguna canción antigua (“Korean tea”) y otras nuevas y se encaminó a un estudio de Nashville, donde grabó en seis días en directo y con músicos de estudio su cuarta entrega. El álbum sorprende por tener un tono plácido y homogéneo que lo recorre de principio a fin, cercano, sí, a las raíces de la música norteamericana, aunque interpretado a su manera y, de nuevo, apto y disfrutable por todos los públicos.
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