«Disco con dos partes diferenciadas: una primera en la que Breis opta por canciones más ligeras, combinando power pop y folk rock y una segunda más densa, oscura y hasta experimental»
Breis
«Verna»
SWEET SONG RECORDS
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Llamado en un primer momento «Miowma» y publicado finalmente como «Verna», llega el nuevo disco de Manolo Breis, el séptimo desde que en 2004 iniciara su carrera discográfica con «24 h» (Perdición / Santo Grial). Eso si no contamos con «Covers», disco de versiones lanzado en 2012, y «La Cocina sessions», epé también de 2012 basado en el elepé «Asuntos pendientes». Así que los que seguimos al murciano no podemos quejarnos de su producción, y menos aún si tenemos en cuenta que entre este recién estrenado trabajo y el anterior, «Invisibles», apenas han pasado seis meses.
Es «Verna» un disco con dos partes diferenciadas. Una primera en la que Breis opta por canciones más ligeras, combinando power pop y folk rock y una segunda más densa, oscura y hasta experimental. Al primer grupo pertenecen ‘Fuego y azar’, o el eslabón perdido entre Simone Felice y Los Brujos de Miguel Ángel Villanueva; ‘Dame algo de ti’, que nos traslada a los tiempos en los que Santi Campos lideraba Malconsejo; ‘Te mereces más’, donde se hace evidente la presencia del primer Quique González; o ‘Al amanecer’, que no desentonaría en un disco en solitario de José María Granados.
‘Tu explicación’ y su poderosa batería da inicio a la segunda parte del disco, en el que incluso el pop británico menos melódico tiene cabida. ‘Ser o estar’ y ‘El timón’ ponen de manifiesto con su folk pop que el ritmo del álbum ha disminuido, aunque no por ello su intensidad. ‘El instante es clave’ cede el protagonismo que hasta ahora habían acumulado las guitarras a un piano tenso, mientras que ‘Malos tiempos’ experimenta con sonidos poco habituales para dar cobijo a una letra espléndida que tiene su culminación con ese “son malos tiempos para correr”. ‘Despierta ya’ es una nana que le encantaría a Mark Oliver Everett, y ‘Siempre igual’, convertida en bonus track, se mueve entre los sonidos más rítmicos de los setenta, casi con guiños a la música disco, y el rock clásico norteamericano para cerrar el disco. Y así Breis construye «Verna», “un refugio, un anhelo que depende de uno mismo hacerlo real”. Y así lo disfrutamos.
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Anterior crítica de discos: “Melodías Concertantes”, de Bassmatti & Vidaur.