Discos: «Trapece», de Trapece

Autor:

«Una inequívoca declaración de principios que reivindica la vigencia de los placeres pequeños»

trapece-11-06-14

Trapece
«Trapece»
DISCOS DE PASEO

 

 

Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.

 

 

Con el sigilo de los artesanos del pop miniaturista menos estridente, los madrileños Chity Carrio y Carlos Torres (con la incorporación de Carlos Aguado a la guitarra) resurgen trece años después para retomar aquella aventura que fueron Moving Pictures, esta vez bajo el epígrafe de Trapece. Entonces militaban en Siesta (más tarde en Spicnic o Shelflife), pero las constantes del grupo se mantienen vigentes. Si acaso aún más estilizadas por el paso del tiempo y la pátina de atemporalidad que proporciona el haber estado tocando estándares del soul, el jazz o el funk en los últimos tiempos, más por puro placer que por ínfulas de revisionismo.

En ese limbo que tan escaso predicamento popular ocupan en este país proyectos como el de Single, este álbum homónimo edifica toda una oda al buen gusto desde presupuestos tan formalmente refinados que sería estéril demandar disenso alguno respecto a un libro de estilo tan previsible como exquisito. Los ambientes juguetones que emparentan pop y jazz a la manera en que lo hacían Weekend, los elixires de bossa nova que perfuman parte de su cancionero de la manera en que los primeros Everything But The Girl proponían o ese candoroso detallismo twee pop que hizo grandes a los mejores Cardigans: todos se dan cita en una inequívoca declaración de principios que reivindica la vigencia de los placeres pequeños, por inaudito que nos pueda parecer en medio del devastador estruendo en el que estamos instalados.

Anterior crítica de discos: “En el Olympia”, de Íñigo Coppel.

Artículos relacionados