Discos: «Storytone», de Neil Young

Autor:

«Una obra encantadora que hasta podría gustar a tu abuela. No es broma, el entramado musical podría acompañar a una vieja película de ‘Tarzán’ en blanco y negro»

neil-young-29-12-14

Neil Young
«Storytone»
WARNER

 

 

Texto: JUANJO ORDÁS.

 

 

Lo que pasa con el nuevo disco de Neil Young es curioso. Lo escuchas y suena viejo, vetusto, pasado de moda, perteneciente a otra era. Y no es que suene inmortal o imperecedero, es que suena antiguo. Sin embargo, cuando quieres darte cuenta, estás tan metido en sus canciones orquestadas que te da absolutamente igual la vanguardia, el pasado y el presente. Te atrapa con su delicadeza caduca, sabe a miel de los años cuarenta que, por alguna razón, sigue paladeándose exquisitamente.

La idea de un álbum sinfónico con una orquesta detrás de Young se antojaba extraña para un tipo que no deja de mirar hacia delante, grabando discos nuevos cada dos por tres, tratando de revolucionar el mundo tecnológicamente con inventos que van desde un nuevo soporte de audio hasta un coche eléctrico. Desde luego, la premisa de «Storytone» no miraba al futuro, seguramente no fuera más que un sueño fuera de lugar para su creador, pero lo cierto es que ha acabado por ser una obra encantadora que hasta podría gustar a tu abuela. No es broma, el entramado musical podría acompañar a una vieja película de «Tarzán» en blanco y negro.

Por otro lado, «Storytone» va a tener especial morbo para los «die-hard fans» de Young. Según se suceden las canciones, es fácil pensar en su divorcio y en su supuesto actual noviazgo con Darryl Hanna. A lo mejor luego no tiene nada que ver, pero se presta a ello. De hecho, Young abre fuego con una canción de puro ligoteo.

La secuencia de escucha podría haber sido mejor, un momento swing no pinta nada en mitad de la historia sonora que se desea contar, pero el grueso mantiene la entidad intacta y aunque es cierto que el ritmo de Young a veces provoca que grabe discos buenos y otros no tan buenos, este es uno de los que hay que tener en casa, listo para noches de verano y días de invierno.

Atención también a la edición deluxe, con cedé adicional conteniendo las canciones en formato acústico, con una dinámica distinta a la de la obra original que merece escucharse al margen de ella.

Anterior crítica de discos: “Incluye futuros clásicos”, de Hendrik Röver & Los Miticos GT’s.

Artículos relacionados