“Un disco espléndido que hará las delicias de los que ya hemos caído en sus redes, pero que también puede servir perfectamente para conseguir nuevos adeptos a la causa. Que bien lo merece”
Malcolm Holcombe
“The RCA Sessions”
GYPSY EYES MUSIC
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Parece que uno tenga que buscar una excusa para hablar de Malcolm Holcombe. Su nombre no es todo lo conocido que merece su propuesta musical, a pesar de que todos los que lo vimos en su anterior visita a nuestro país nos quedamos absolutamente prendados de su música y su forma de contar historias. Y hablo de anterior visita porque el de Carolina del Norte, al que la revista Rolling Stone llegó a definir como “el Tom Waits de los Apalaches”, vuelve esta misma semana a nuestros escenarios. Este miércoles 8 de abril inicia su gira en Madrid para seguir el 9 en Monzón, el 10 en Guernika, el 11 en Zaragoza y cerrar el 12 de abril en Barcelona.
Holcombe aprovechará esta gira para presentar su nuevo disco, “The RCA Sessions”, un disco al que acompaña un DVD que muchos podrían cometer el error de considerar un recopilatorio al uso. Pero no lo es. Cierto es que conocemos todos los temas incluidos en el lanzamiento, pero lo que aquí encontramos son nuevas versiones de canciones tan emblemáticas como ‘Pitiful river’, que daba nombre a su anterior trabajo, o ese himno que es ‘Down the river’. Grabadas en los estudios RCA (de ahí el título del disco) los últimos meses de 2014, Malcom revisita sus propias canciones acompañado por los músicos con los que habitualmente comparte escenario. Ahí está Jared Tyler, quien por cierto le acompañará en esta gira hispana, Ken Coomer, batería de los primeros Wilco, Jellyroll Johnson y Tammy Rogers, entre otros. Mención especial merece la irlandesa Maura O’Connell, que borda junto al titular la espléndida ‘A far cry from here’, originalmente publicada en el disco del mismo título en 1994.
En definitiva, un disco espléndido que hará las delicias de los que ya hemos caído en sus redes, pero que también puede servir perfectamente para conseguir nuevos adeptos a la causa. Que bien lo merece.
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Anterior crítica de discos: “Barman”, de Rubia