Discos: “No son tu marido”, de Hazte Lapón

Autor:

“Es un firme paso al frente por parte de una banda cuya progresión sostenida solo puede augurar que lo mejor, en su caso, aún está por llegar”

 

hazte-lapon-28-12-15

 

Hazte Lapón
“No son tu marido”
EL GENIO EQUIVOCADO

 

 

Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.

 

 

No es una relación estrictamente proporcional –porque el talento suele ser innato–, pero tampoco es descabellado ligar la amplitud del bagaje musical de un músico como consumidor a la longitud de onda de su propuesta como músico. Eso que Simon Reynolds acuñó, con su cruda perspicacia, como “rock de coleccionistas de discos”. El ligazón cobra sentido porque Manuel González Molinier (Lolo Lapón) es un melómano tan ávido de viejas y nuevas sensaciones (y un vocalista que suscita opiniones irreconciliables, como Miguel Ángel Blanca, de Manos de Topo) que, no contento con componer textos inteligentes que destilan ironía y vitriolo, se explaya en la hoja de prensa del segundo álbum de Hazte Lapón desgranando toda una serie de pistas líricas y sonoras de cada una de sus doce canciones. Tanto pormenor, que podría dar pistas pero también despistar, no debería desviar la atención de lo principal: el calibre de un disco que pierde algo de filo eléctrico respecto a su predecesor (“Bromas privadas en lugares públicos”, 2013), pero elimina pátina de “amateurismo” y gana en consistencia merced a la forma en la que la producción de David Acero y la mezcla de Cristian Pallejà y Ferran Resines han logrado equilibrar una aleación de componentes tan diversos como los que acostumbran a bruñir.

En este caso, la invocación a ese folk que va ganando en expresividad por mera acumulación de efectivos, y que igual ha dejado su huella en bandas tan dispares como Arcade Fire o The Hidden Cameras (‘Hushpuppy’), un “synth pop” lúgubre de resonancias ochenteras (‘El rey de la lluvia’), brotes de electricidad que conectan con un noise domesticado (‘Procrastinar’, ‘Mudanzas’), guiños a Magnetic Fields (‘Amor bomba’, ‘Cómo funciona un corazón’) delineaciones de pop de cámara de la escuela Belle & Sebastian (‘Arte y ensayo’ o ‘Bartleby enamorado’, esta última escorada a la tardía veta costa oeste de Stuart Murdoch y cia) e incluso un tema tan mayúsculo que ni siquiera merece un simple trazado de paralelismos (‘El cielo protestó’). “No son tu marido” es, resumiendo, un firme paso al frente por parte de una banda cuya progresión sostenida solo puede augurar que lo mejor, en su caso, aún está por llegar.

 

 

Anterior crítica de discos: “El fin del mundo”, de Cola Jet Set.

 

Artículos relacionados