«La procedencia de las bandas cubre buena parte de Latinoamérica, representada por países como México, Perú, Brasil, República Dominicana o Uruguay. España cuenta con una amplia representación»
Varios
«Los nuggetz: 60’s garage and psych from Latin America»
ROCKBEAT RECORDS
Texto: XAVIER VALIÑO.
En 1972 se publicó «Nuggets: original artyfacts from the first psychedelic era», un recopilatorio de singles de garaje estadounidenses de los años sesenta. Sus artífices fueron Jac Holzman (fundador de la discográfica Elektra) y Lenny Kaye (guitarrista del grupo de Patti Smith). Sin saberlo, estaban dando a la luz uno de los recopilatorios más influyentes de la historia y el modelo para muchos que vendrían detrás. Ahí están, sin ir más lejos, series como «Pebbles», «Back from the grave» y todos aquellos que llevaron en su título la palabra «Nuggets».
Siguiendo aquella línea, si una discográfica se ha preocupado por cuidar su fondo de catálogo en estas dos últimas décadas, esa ha sido Rhino, con cuidadísimas ediciones recopilatorias temáticas o de los artistas que pasaron en algún momento por Warner. Detrás de una buena parte de esos discos estaba James Austin. Cuando vio que en Rhino no le dejaban seguir haciendo su trabajo de la misma forma, se marchó y formó Rockbeat Records con otro veterano de Rhino, Arny Schorr.
Se edita ahora una caja titulada «Los nuggetz: 60’s garage and psych from Latin America». Detrás de ella está James Austin y, como su nombre indica, la herencia de «Nuggets» bien presente ya desde su título. Por lo tanto, se presume su garantía de calidad. Su precedente más directo sería la colección de diez compactos titulados «Psychodelicias», puestos en circulación por un coleccionista suizo de nombre Sylvain; además de tener una legalidad dudosa, solo se prensaron treinta y cinco copias de cada uno.
Por lo tanto, este lanzamiento de Rockbeat Records con todas las licencias y derechos se puede considerar un acontecimiento. Si hasta ahora la discográfica había hecho un gran trabajo de recuperación de incunables, sus discos se habían editado en formato sencillo o doble. Este es su gran salto, un álbum cuádruple que justifica todo su trabajo hasta el momento.
Nuggetz contiene 101 cortes de garaje, punk, pop y psicodelia grabados todos ellos en los sesenta, como los del modelo original. Quizás lo que menos haya aquí sea psicodelia, algo no tan extraño teniendo en cuenta que parte de esos países vivían entonces bajo regímenes dictatoriales y, por lo tanto, las experiencias con drogas de ese tipo se podían considerar algo anecdótico.
La procedencia de las bandas cubre buena parte de Latinoamérica, representada por países como México, Perú, Brasil, República Dominicana o Uruguay. España cuenta con una amplia representación, mayoritaria, con grupos como Los Salvajes, Los Bravos, Los Polares, Los Cheyenes, Los Brincos, Los No, Los Sírex o Los Mustang, aunque lo de incluirnos en la denominación de Latinoamérica resulta chocante, cuando menos.
Gran parte de estos temas eran, hasta este momento, muy difíciles de localizar y una buena parte es la primera vez que aparecen reeditadas desde su lanzamiento en vinilo. De hecho, algunos coleccionistas se desplazaban hasta sus países de origen para localizar los raros y preciados originales. Hasta ahora, suponemos.
Cerca de la mitad son versiones y el resto originales. Solo en el primer disco se encuentran adaptaciones de temas como ‘Wooly bully’, ‘Hey Joe’, ‘You really got me’, ‘These boots are made for walking’, ‘Satisfaction’, ‘Paint it black’, ‘Love me two times’… En cualquier caso, estas versiones, habituales entonces, cuando el público no tenía fácil acceso a los originales y prefería adaptaciones en su idioma, están desprovistas de los arreglos limpios de estudios como Abbey Road, bien porque los grupos no tenían los recursos para costearse esos lujos o bien porque simplemente querían que sonasen así.
Las notas del libreto de setenta páginas vienen firmadas por Randall Wood, que acompaña casi todas las entradas con la reproducción de las portadas originales, muchas de ellas prácticamente desconocidas. Además, lo completa con el año de edición, los componentes de los grupos y su papel en ellos, imágenes ciertamente raras e información de los artistas. Puede que algún dato no esté bien recogido, pero en cualquier caso su labor es digna de elogio.
Quizás lo más llamativo sea la ausencia de Los Saicos, pero el equipo que ha diseñado esta caja, conscientes de ello, explican claramente que no ha podido ser así por problemas de licencias. Una pena que la banda haya quedado fuera de una colección modélica que será referente durante varias generaciones. No hay más que ver la cara que se les queda a artistas como The Sonics, The Trashmen, The Black Lips, Don Letts o el editor de la revista «Punk Magazine» en el documental «Saicomanía» cuando descubren que el punk pudo haber tenido un origen muy distinto al que creían, gracias a un grupo de Lima del que nunca habían oído hablar, para descubrir su vital importancia en el devenir de estos sonidos.
La caja se completa con algunos anuncios en castellano de marcas como Volkswagen, Canada Dry o Coca-Cola y los indicativos de distintas emisoras latinas, entre ellos uno de Radio Barcelona… ¡en catalán en los sesenta! Generosos, no dudan tampoco en recomendar otros discos, páginas webs e incluso programas de radio relacionados con el tema. Aunque nosotros conozcamos parte de esta historia, las sorpresas aquí son innumerables hasta para el más erudito. Sin duda, este es el recopilatorio del año a la espera de uno similar que Munster lleva preparando desde hace tiempo. No extraña que por ahí les haya dado por decir que este es el capítulo perdido de la historia del rock and roll. Deben estar alucinando.
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Anterior entrega de crítica de discos: “Acústico directo”, de Miguel Oñate.