«Su interpretación es un verdadero ejemplo para cualquier músico. Qué garra, qué fuerza, qué ganas»
Peter Murphy
“Lion”
NETTWERK MUSIC GROUP
Texto: JUANJO ORDÁS
Hacía tiempo que no escuchaba a un vocalista cantar con tantas ganas, con tanto empuje. Era de esperar la entrega de Peter Murphy en su noveno disco solista, básicamente porque él siempre lo da todo, en cuerpo y alma, por el proyecto en el que esté enrolado, pero su interpretación en “Lion” es un verdadero ejemplo para cualquier músico. Qué garra, qué fuerza, qué ganas. Es tan obvio que un autor debe volcarse con su obra que parece reiterativo escribirlo y exagerado alabarlo, pero la motivación no siempre tiene por qué ser excesiva, lo que ocurre es que cuando lo es en el momento adecuado, el intérprete se vuelve emisario de fuerzas más allá de la compresión humana. Y Murphy es un hombre muy oscuro y gótico, pero lo cierto es que con “Lion” su huella va más allá de lo terrenal, hace del arte un instrumento de conexión con los lejanos lugares a los que debe llevarnos.
Discurso etéreo, cierto, y mejor especificar que el disco tiene los cimientos bien hundidos en suelo firme, con una producción soberbia por parte de Youth (Killing Joke, The Verve) que combina teclados envolventes con guitarras duras sobre bases en ocasiones de baile industrial y en otras de balada romántica dieciochesca proyectada a un futuro cyberpunk. “Lion” es actual, muy actual. Tanto como para que los fans de los sonidos afterpunk clásicos puedan sentirse incluso superados por lo que propone.
El anterior disco de Murphy, “Ninth”, ya fue notable, pero seguir sus postulados habría sido algo tan normal como seguir una norma. Peter Murphy no es hombre de normas y “Lion” es otra cosa, más fuerte, más rotunda, más brutal. Su voz tétrica sigue siendo su marca, pero es Youth el que le ayuda a trasladar todo su inventario a una dimensión nueva que encaja con la de un tipo de cincuenta años al que los tópicos sobre el rock siniestro se le quedaron cortos desde hace bastante tiempo. Qué bien le quedan los ritmos inclementes sobre diatribas enigmáticas y existenciales envueltos en formato de canción, piden voces en grito, porque Murphy es un artista minoritario pero los temas de “Lion” suenan a himnos. Y no sonaran en estadios, pero van a hacer vibrar las salas de allá donde toque.
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Anterior crítica de discos: “Canciones paganas”, de Xoel López.