“La Ruleta China son tres soberbios elementos que a veces confluyen y a veces afianzan su propio imaginario: la claridad pop de Clara Collantes, la evanescencia sofisticada de Charlie Mysterio y la mitología personal de El Zurdo, dan aquí bastante de sí”
La Ruleta China
“La Ruleta China”
DISCOS WALDEN/ SIESTA
Texto: CÉSAR PRIETO.
Grabadas en 2008, las canciones que conforman este disco habían pasado a un limbo del que las ha rescatado la insistencia de Discos Walden. Y hubiera sido una verdadera lástima que permaneciesen allí, porque nos hubiésemos perdido media docena de maravillosas gemas, tocadas por la personalidad de los tres miembros del grupo. Porque La Ruleta China son tres soberbios elementos que a veces confluyen y a veces afianzan su propio imaginario: la claridad pop de Clara Collantes –de Los Autonautas, por ejemplo–, la evanescencia sofisticada de Charlie Mysterio y la mitología personal de El Zurdo, dan aquí bastante de sí.
Vayamos al proyecto. Fernando Márquez, en las canciones que aparecen a su nombre, recrea todos sus parámetros estéticos. Aunque ya aparecían en “Sangre sabia”, su disco con Borsani, aquí se desgranan con precisa y calma emoción, acústicas y elegantes a la manera de Bacharach. Desde ‘Somos de otro tiempo’ se observa el fondo que Mysterio acolchona para que aparezca la figura de crooner desolado de El Zurdo, una declaración de principios en la que se siente participe de un mundo antiguo, extrañamente ecologista, con las Vainica, Emmanuelle y Delon mecidos en un ritmo de The Manhattan Transfer. También apuesta por el preciosismo y la orfebrería en forma de bosa en ‘Espejismo’, afín al estilo de pop barroco de Siesta. El repertorio precisaba también de la fascinación por lo japonés que desarrolla en ‘Las vírgenes shibuyas’.
Clara Collantes aparece menos, pero tiene presencia su voz en ‘Sunset Boulevard’, otro repertorio desde la madurez con aroma a recuerdo, una decadencia como la de ‘En cualquier fiesta’ que se recrea en una versión sin el piano que la vestía y con un bamboleante predominio de los coros. Puestos a recuperar, el grupo lo hace con dos temas de Carlos Berlanga, un acústico ‘Llegando hasta el final’ y el abolerado ‘Septiembre’ que aparecía en el magistral “El ángel exterminador”.
Compuestas al alimón son ‘Insombio en Madrid’, que huele a calles desiertas y películas y la estampa mediterránea que es ‘Un mar de amor’. Mysterio se reserva un instrumental, una sinfonía pop sesentera en ‘Novio a la vista’. Y suyo es el sonido, esa calidez de los primeros días del verano y esa sofisticación de lo popular que envuelven el libro de estilo de El Zurdo, lo oriental, el recuerdo, la ciudad… Y pensar qué esta maravilla estaba a punto de perderse, alegrémonos de que haya dioses menores que a veces hacen regalos a los hombres.
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Anterior crítica de discos: “Regiones devastadas”, de Blacanova