«Cada una de las canciones podría ser un single, no hay relleno y todas tienen elementos radiables, por lo que una escucha del tirón es plenamente gratificante»
Michael Monroe
“Horns and halos”
SPINEFARM RECORDS
Texto: JUANJO ORDÁS.
Michael Monroe tenía que firmar un disco que estuviera a la altura de “Sensory overdrive”, una de las grandes sensaciones de 2011. El guitarrista Ginger Wildheart fue fundamental a la hora de crear las canciones de aquel memorable disco y el legendario productor Jack Douglas supo hacerlas sonar. Pero ahora Monroe no contaba con ninguno de los dos, con Ginger habiendo abandonado la formación y con la propia banda encargándose de la producción esta vez.
Pero lo ha hecho, ha confeccionado un disco a la altura del anterior, es decir, un magnánimo trabajo de rock duro. La producción no es tan brillante como la del veterano Douglas pero es bastante buena y el guitarrista Steve Conte da un paso al frente como nueva mano derecha encargándose de la composición de buena parte del disco y de los coros principales sin que se eche en falta a Ginger.
“Horns and halos” suena a lo esperado, a rock de guitarras musculosas, con detalles que enriquecen el sonido como la armónica y el saxo de Monroe o incluso un tema reggae como dato exótico en un trabajo cosmopolita, agresivo y melódico. ‘TNT diet’, ‘Saturday night special’ son algunas de las mejores, aunque lo cierto es que cada una de las canciones del disco podría ser un single, no hay relleno y todas tienen elementos radiables, por lo que una escucha del tirón es plenamente gratificante.
Con obras así, Michael se suma a los rockeros que trabajan para que el rock duro pueda envejecer con dignidad, como un género por el que puede pasar el tiempo, encontrando nuevas formas de mantener la actitud firme sin sonar caduco. “Horns and halos” será uno de los grandes discos del año aunque no catapultará a Monroe fuera del underground del que nunca parece poder salir y en el que se encuentra cómodo aunque siga desafiándose disco tras disco con colecciones de canciones lujosas.
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Anterior crítica de discos: “Right thoughts right words, right action”, de Franz Ferdinand.
