«Supone un despertar importante para unos tipos que parecían iban a dormirse: tiene buenas canciones, hay detalles que aportan novedades»
The Gaslight Anthem
“Get hurt”
VIRGIN/EMI
Texto: JUANJO ORDÁS.
The Gaslight Anthem tienen el problema de que pese a ser un grupo, se sustentan en la presencia de su líder, un Brian Fallon que ha acabado harto del peso de las expectativas sobre su música. Ya estamos hechos a la idea de que esto es una banda porque ellos lo dicen y porque firman sus álbumes conjuntamente, pero la sensación siempre es que es Fallon quien empuja la máquina. Su forma de cantar desde las tripas, de relatar páginas amarillentas que siguen ardiendo en el presente ha hecho de The Gaslight Anthem una formación musicalmente poderosa pero romántica. Creo que alguien les definió una vez como la versión punk de Springsteen y acertó con ganas, aunque precisamente su lucha haya sido por escapar de influencias, algo que siempre han logrado desde que explotaran comercialmente con “The ’59 sound”, un gran disco cuya escucha se disfruta mucho. Fue con el siguiente, “American slang”, con el que lograron una madurez muy interesante. Y a partir de ahí parecía que se habían estancado, que ya habían demostrado lo que eran.
Pero parece que las ganas de Fallon podían más que la complaciencia y ha decidido tratar de insuflar nueva vida al grupo con éxito. Hay que explicarlo: “Get hurt” no es el disco de reinvención que a algunos nos habría gustado porque pensamos que en The Gaslight Anthem hay mucho más de lo que muestran, pero supone un despertar importante para unos tipos que parecían iban a dormirse. Tiene buenas canciones, hay detalles que aportan novedades y Fallon mantiene esa sinceridad suya que hace que nos creamos todo lo que canta. Por ahora es más que suficiente.
Con “Get hurt” no van a perder a ninguno de sus fans y renovarán la fe de aquellos que estuvieran a punto de perderla, pero es necesario que esta pequeña reacción aumente en un futuro para que sigan siendo la muy buena banda que hasta ahora han sido con sus más y sus menos. Entre las mejoras canciones se encuentran una inicial ‘Stay vicious’ que solo por su título ya llama la atención pero que cuando suena muestra una amargura importante. Fastidia que aún salgan con cosas tan noventeras como ‘Helter skeleton’, porque cuando siguen a lo suyo sin recordar los viejos posters de la pared es cuando más emocionan, pero a “Get hurt” se pueden poner muy pocos peros. La trayectoria sigue lenta, muy lenta, pero firme.
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Anterior crítica de discos: “Meteorites”, de Echo & The Bunnymen.