«Suena a Elefantes pero de una forma curiosa, recreando su estilo en lugar de continuarlo. Mejor que mejor»
Elefantes
“El rinoceronte”
WARNER
Texto: JUANJO ORDÁS.
El regreso de Elefantes podía ser por todo lo alto o bien por todo lo bajo, básicamente porque nadie sabía qué Elefantes iban a regresar, si aquellos que firmaron fabuloso discos de la talla de “Azul” (2000) y “La forma de mover tus manos” (2003) o aquellos que se despidieron con discos anodinos como “Somos nubles blancas” (2005) y el directo “Gracias” (2006). En sus mejores momentos, Elefantes solían dejar el listón muy alto, en sus peores momentos se volvían un pálido reflejo de lo que habían sido sonando forzados y sin gracia, básicamente lo que fueron en sus últimos años.
Se anunció su retorno hace poco y especificaron que regresaban con un nuevo álbum que pronto titularon “El rinoceronte”, sinónimo de querer demostrar que su retorno sería el de una fuerza viva lista para recordar al mundo quiénes fueron pero también quienes son a día de hoy. Se les veía cómodos juntos y la cosa prometía, sobre todo teniendo en cuenta que los últimos discos solistas de Shuarma empezaban a dar señales de agotamiento. Grabar con Santos & Fluren a la producción era también buen augurio puesto que el dúo es actualmente una de las mejores opciones a la hora de facturar un disco en España. Todo fue a mejor cuando se dejaron escuchar los dos adelantos de este nuevo trabajo: ‘Escuchar al viento’ y ‘Equilibrios’. Estaba claro, los mejores Elefantes estaban aquí, esos que hacían de la melancolía un raro subterfugio para tratar de hacer regresar a la alegría en una lucha que hizo de ellos una banda con la que llorar, reconfortarse y volver a caminar con un poco más de alegría.
Trinchando “El rinoceronte” de frente, encontramos un disco muy especial con el que Elefantes evolucinan sorprendentemente. Los casi diez años de parada les han valido para coger carrerilla y embestir con un trabajo que no se deja ruborizar por anteriores obras. Tampoco cabe la comparación, se trata de un disco distinto, que suena a Elefantes pero de una forma curiosa, recreando su estilo en lugar de continuarlo. Mejor que mejor, porque así han conseguido una obra real que les muestra como lo que son hoy en día, algunas de sus inquietudes siguen coincidiendo, otras parecen ser nuevas, pero la voz de Shuarma sigue siendo la de siempre y la guitarra de Hugo Toscano también, sonando personal sin aspavientos innecesarios.
Como banda, han recuperado la sana arrogancia artística de antaño (‘No me busques’ es el tema más rockero de toda su carrera), suficiente combustible para que el “El rinoceronte” levante el vuelo y se vaya a las estrellas. Inician progresivamente con ‘Aún más alto’, partiendo de una intimidad que se abre para a partir de su última nota comenzar a abrirse al mundo de nuevo con ‘Equilibrios’ para volverse a cerrar al final del disco con el tema que lo titula, curiosamente un pequeño guiño al pasado, muy en consonancia con lo que fue su disco de debut hace ya diecisiete años. Es un pequeño apunte, porque todo en “El rinoceronte” suena nuevo y revigorizante, melódico y aguerrido. También personal, muy personal. Algo ocurre cuando Shuarma se junta con Elefantes que no pasa cuando graba en solitario, sin duda esta es la banda de su vida y la única adecuada para dar salida a las canciones que firma.
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