«Te mantiene en un estado emocional que se mueve entre la rabia y la melancolía. Imposible e inútil evitar que sus canciones duelan y produzcan placer a partes iguales»
Modelo de Respuesta Polar
“El cariño”
LIMBO STARR
Texto: WILMA LORENZO.
Como un buen libro del que auguras el dramático final y a la vez que quieres que termine no ves el momento de despedirte de él. Así es «El cariño», el último trabajo de Modelo de Respuesta Polar, un álbum que te sujeta y mantiene en un estado emocional que se mueve entre la rabia y la melancolía. Imposible e inútil evitar que sus canciones duelan y produzcan placer a partes iguales. Imposible permanecer inmune y definitiva la adicción.
Diez cortes en primera persona en los que la voz cobra protagonismo sonando en un primer plano. Sincera y cercana. Una voz (la de Borja Mompó) que se dirige a un “tú” constante y que te convierte en el personaje principal a la vez que antagonista de su historia.
De esta forma comienza ‘Toda la vida’, el tema que abre el disco y que progresivamente presenta a la banda (Jorge Mollá al bajo; Pau Paredes a la batería, bases y teclados; y Francisco Mollá a la guitarra junto al ya mencionado Borja Mompó); yendo de menos a más, partiendo de la vertiente más cruda para mostrar la capacidad que Modelo de Respuesta Polar tiene para dibujar un paisaje único.
En este sentido determinante ha sido la mirada de Suso Saiz, el encargado de producir «El cariño», que ha conseguido canalizar y dirigir aquel sonido que ya intuíamos en el anterior «Así pasen cinco años» (2012); y potenciar la forma en que Modelo de Respuesta Polar se queja, llora, grita, ama y odia a través de la música.
En temas como ‘Miedo’ hallamos esa explosión transformada en canción: frases que se repiten y música que conduce al estallido. Porque en este elepé encontramos explosiones llenas de contradicciones con finales épicos capaces de sacar de uno sentimientos ni si quiera conocidos.
Precisamente esa es una de las grandes virtudes de «El cariño». El contraste de una voz firme con unos arreglos e instrumentación que juega con la dinámica y la intensidad; que aparece y desaparece; que sube y baja. En el contexto del disco ‘Llum’ sería uno de esos momentos de bajada. Apenas treinta segundos de intimidad que suceden a los casi siete minutos de ‘Tan blanco’, para mí la demostración máxima de hasta dónde están dispuestos a llegar Modelo de Respuesta Polar.
Así que sí, puede que ya conociéramos a Modelo de Respuesta Polar desde aquel primer epé homónimo. Pero no conocíamos «El cariño».
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Anterior crítica de discos: “Sombras. Spanish Post Punk + Dark Pop 1981-1986″.