“Este sexto LP de la banda barcelonesa es un magnífico ejemplo de pop perenne, un gran artefacto sonoro”
Los Negativos
“Duplexin”
BUTTERFLY
Texto: ÀLEX ORÓ.
“Los Negativos estamos grabando material nuevo, pero tardaremos en sacarlo”. Me lo explicaba Alfredo Calonge, guitarrista de la banda de psicodelia pop en marzo de 2011 en un encuentro casual en Ciutat Vella, en Barcelona. Sabía que los discos de Los Negativos se suelen cocinar a fuego lento en la marmita de su acervo lisérgico, que debería esperar para escuchar sus nuevas composiciones, pero no podía imaginar que Alfredo Calonge no vería editado “Duplexin”, el sexto LP del grupo. Su inesperada muerte, el 13 de mayo de 2014, aporta una carga emocional extra a un disco que ya de por sí supura emotividad y sana nostalgia en las catorce canciones que contiene. Precisamente, el primer corte de este disco es ‘Callejeando en soledad’, un tema dedicado al desaparecido guitarrista. La canción se inicia con unos coros inspirados en armonías que Brian Wilson componía para los Beach Boys y abre el tarro de las esencias de la psicodelia, el R&B, el garaje y el rock ácido por el que se desenvuelven las catorce canciones que firman Calonge, Carles Estrada (bajo), Valentí Morató y Raúl Costafreda (guitarra y director de las sesiones de grabación). Canciones como ‘A tumba abierta’, ‘Turmix’, ‘Las chicas del bar del canal’ o ‘Día lluvioso’ atesoran unas letras luminosas, llenas de recuerdos imborrables para los compañeros generacionales del grupo de imaginería pop. Por las canciones de Los Negativos desfilan JOB, Disco Express, Graceland, Dexy’s Midnight Runners, Valentina, Corto Maltés, Carpanta, Gerard Derpardieu, Kike Turmix, Michael Caine, Jane Birkin o las cámaras Hasselblad. Como ellos mismos afirman, solo creen en una divisa: “Bony, Scooby Doo y R&B” gracias a sus desayunos con “madalenas de Proust”. Son guiños al oyente, mensajes en clave que cuando se descifran te atrapan.
Las mezclas de “Duplexin” han corrido a cargo de Enric Lindo, el hombre que les ayudó a concebir “Piknink Calidoscópico” (Victoria, 1986), el disco que sentó las bases del sonido “negativo”, un sonido que les convirtió en la rara avis que son en el panorama del pop español y gracias al cual tienen una legión de incondicionales fans entre los amantes de los sonidos añejos. No obstante, nos equivocaríamos si valoráramos “Duplexin” y toda la obra de Los Negativos solamente por sus querencias por los años sesenta. Este sexto LP de la banda barcelonesa es un magnífico ejemplo de pop perenne, un gran artefacto sonoro para disfrutar en “una habitación realmente pequeña comiendo pastel de manzana” (permítanme que yo haga también un guiño final a Los Negativos).
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Anterior reseña de discos: “Especial de la casa”, de Doctor Divago.