Discos: “Coque Malla canta a Rubén Blades”, de Coque Malla


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“Desde el primer momento, desde el calor que emana la grabación, parece que estés sentado en una de las mesas del Central, disfrutando ahí mismo, sugestionado por las letras de Rubén y su encarnación en la garganta de Coque”

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Coque Malla
“Coque Malla canta a Rubén Blades”
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Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.

 

 

¡Joder, qué bien le queda Rubén a Coque! No puedo decir nada más acertado ni nada más moderado sobre «Coque Malla canta a Rubén Blades», publicado el pasado 16 de junio, y grabado en el mítico y siempre interesante Café Central de Madrid a principios de junio del 2012.

Reitero la emoción que desprende Coque sobre cualquier otro aspecto. Cierto que todo está pensado, perfectamente ensayado, pero aún así gana el sentimiento. Desde el primer momento, desde el calor que emana la grabación, parece que estés sentado en una de las mesas del Central, disfrutando ahí mismo, sugestionado por las letras de Rubén y su encarnación en la garganta de Coque, quien también se sabe privilegiado por contar con Pablo Navarro (contrabajo), Luis Guerra (piano), Juan Viera (conga), Yuvisnei Aguilar (timbal) y los trombones de Roberto Pacheco y Santiago Cañada.

‘El cantante’ inaugura el disco para disipar cualquier duda sobre si es un tributo moderado, un ejercicio de estilo sin pretensiones o a ver qué tal interpreta Coque el Caribe. Rubén Blades regaló este tema a Héctor Lavoe, de puertorriqueño a puertorriqueño, de genio a genio, y Coque desata espléndido el conflicto entre la alegría que debe aparentar el intérprete a pesar de la tristeza que pueda llevar dentro. El madrileño incita así a indagar sobre todo el buen universo de la salsa desde Puerto Rico a Nueva York.

«Historias eternas, complejas y profundas», dice y sintetiza espléndidamente el ex Ronaldos sobre las letras de Rubén, y así son también sus personajes, «eternos, profundos y complejos», apostilla. Quién no conoce la historia de ‘Pedro Navaja’ o ‘Ligia Elena’, dos de las más famosas composiciones de Rubén, cantadas también en este gran disco. Sigo con las propias palabras de Coque: «Rubén al final siempre tiene esperanza. Habla del ser humano de manera cruel porque lo conoce bien, pero cree en él. Seguramente es un buen momento para cantar a alguien que canta a la esperanza».

Y es que esa capacidad de Rubén Blades para unir canción de autor con la salsa y sus variantes e influencias hasta llegar al tango en su último trabajo el pasado año, hacen de él un cantante y compositor único, que influye a gente tan variada como Calle 13, Los Rabanes y, cómo no, al genio que nos ocupa.

Coque se siente cómodo y ganador al hacerse con ‘Pablo Pueblo’, ‘Camaleón’, ‘Decisiones’, ‘Plástico’, ‘Caína’ o ‘Plantación adentro’, única letra compuesta por otro, Catalino Curet Alonso, concretamente. Malla incita al coro, responde, improvisa, anota fraseos de su cosecha hasta introducir que la vida es una «tómbola tom-tom-tómbola» en la coda de ‘Pedro Navaja’ y qué bien queda, la hace totalmente suya. Está sembrado, recoge y vuelve a sembrar. De diez.

Coque siempre ha sido un tipo inquieto, desde Los Ronaldos ya mostró querencia por saltarse las fronteras con el ‘Rock del Cayetano’ de Pata Negra, que tan bien versionaron en «Saca la lengua» (1988), o incursiones latinas como la de ‘Yo detrás’ (1994). Amén de lo que se puede rastrear en su trayectoria en solitario, ya digo, un genio muy inquieto. Viene a cuento citar una tendencia de compañeros de generación (año más, año menos) como Javier Ojeda, que desde su «Barrio de la Paz. Acto 1», también sorprende con su acercamiento a las letras y a las músicas que puede manejar Rubén Blades, entre otros afines, con versiones fantásticas como la de ‘Carnaval toda la vida’ de Los Fabulosos Cadillacs. Y qué decir de Sole Giménez abordando a Fito Páez, Silvio Rodríguez o Sabina en clave de jazz latino. ¿Cuándo un festival para ellos?

Aunque el propio Coque deja claro que solo es un «cachorrito salsero» que no va a crecer mucho más, cuesta creerle, y espero que se convenza para alumbrar una noche más, por lo menos una más, genialidades como este canto a Rubén Blades.

A Coque se le ve la cara y deja que le veamos también el corazón. Sorpresas te da la vida, si son como estas, ojalá que lluevan más.

Anterior crítica de discos: “El futuro”.

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