“El álbum redunda en la necesidad de cierta justicia poética para con el cuarteto de Castellón, con un álbum de tributo colectivo de cuidada factura en el que varias bandas de la zona abordan tan inmaculado cancionero”
Varios
“Benicàssim Pop Vol. 2. Tributo a Los Auténticos”
LEMON SONGS/LA SETA AZUL
Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.
La intermitencia editora y su procedencia jugaron en contra de Los Auténticos. Fueron, con toda probabilidad, la banda que elevó el pop en Castellón a sus más altas cotas. Pero el rol de los creadores de ‘La estrella’ o ‘Mi abuelo’ como emblema sonoro de la capital de La Plana no tuvo nunca un correlato exterior muy consistente, relegando también todos y cada uno de los proyectos posteriores de Miguel Ángel Villanueva (Los Plomos, Los Brujos o sus discos nominales) a la categoría de delicatessen para minorías.
La serie Benicàssim pop viene a redundar en la necesidad de cierta justicia poética para con el cuarteto de Castellón (en el que también militaba el recientemente fallecido Juan Morcillo, por cierto), con un álbum de tributo colectivo de cuidada factura (libreto explicativo con fotos y testimonios de los participantes) en el que varias bandas de la zona abordan tan inmaculado cancionero.
Ante tales canciones, la emulación solo conduce a la frustración, y la perversión al desbarre. Porque ni evocar milimétricamente el original ni malearlo hasta hacerlo irreconocible garantiza que la empresa llegue a buen puerto. Así que Los Náufragos, Anna Millo, Los Cromaos, Skizophonic o deBigote, entre otros, se sitúan en un inteligente término medio, aquilatando personalidad propia sin dejar de transmitir reverencia. Y en eso, cumplen todos. Aunque sean Rauelsson, como de costumbre, quienes escapen al molde de pop de guitarras con mayor (y lograda) determinación. Un homenaje, en resumen, digno del fin que persigue.
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Anterior crítica de discos: “Corazones”, de Mikel Erentxun