«Está a la altura de una despedida de lujo, con treinta y cinco canciones en la parrilla quemándose entre brasas de electricidad indomable. Como siempre fueron Barricada»
Barricada
“Agur”
WARNER
Texto: JUANJO ORDÁS.
Sorprende que Barricada se hayan separado. Al menos parcialmente. La marcha de El Drogas fue un golpe duro pero lo cierto es que “Flechas cardinales” fue un buen disco pese a no contar ya con una figura tan carismática como él. Aquel trabajo planteaba a las claras que pasmosamente Barricada podían tener vida más allá de la ausencia de miembros clave, por lo que no habría sido raro que hubieran continuado grabando discos. Claro, este adiós tiene mucho que ver con el respeto a sí mismos, y eso es algo digno de elogio. Quizá sabían que pese a su capacidad para la supervivencia la fórmula ya no sería la misma, que continuar trabajando como Barricada implicaba devaluar el nombre aunque, hay que insistir, esto no tendría por qué haber sido así.
“Agur” es la grabación en doble cedé y deuvedé de su último concierto, el tercero tras dos llenos anteriores en el mismo pabellón Anaitasuna, es decir, se trata de una despedida en loor de multitudes, por todo lo alto, a la que la calidad de la grabación hace justicia. Si banda y repertorio son importantes, no lo son menos la participación del público y el trabajo de Iker Piedrafita como mezclador y productor del disco. La forma en que se dimensiona el sonido es simplemente magnífica, haciendo sonar a Barricada reales y actuales. También hay morbo por escuchar los temas originalmente cantados por El Drogas ahora en voz de Alfredo y Boni, más las clásicas que este último siempre ha cantado. Y cumplen, uno estaba más rodado que otro en tareas vocales pero el trabajo que hacen con esas canciones es el adecuado. No es sencillo suplir el carisma de El Drogas, pero impiden que las canciones pierdan lustre y eso es importante. Boni trabaja con su voz de lija, Alfredo aproximándose más al registro grave de su excompañero, pero sacan adelante canciones que no podían perderse una despedida.
Hablamos de clásicos como ‘No sé qué hacer contigo’, ‘Oveja negra’, ‘En blanco y negro’ o ‘Deja que esto no acabe nunca’, una serie que tenía que sonar sí o sí. El público se los come uno detrás de otro, captado con potencia durante todo el minutaje, con el grupo permitiéndoles cantar estrofas y estribillos, algo que hace de “Agur” un álbum dirigido a los fans del grupo que conocen las canciones de principio a fin y que no se sentirán extrañados al escuchar a una multitud llevar las riendas vocales en varias ocasiones. Seguro que Boni y Alfredo hacen cosas interesantes en el futuro, pero por lo pronto “Agur” está a la altura de una despedida de lujo, con treinta y cinco canciones en la parrilla quemándose entre brasas de electricidad indomable. Como siempre fueron Barricada.
El deuvedé está a la misma altura que el audio, con medios muy bien utilizados, de forma moderna, con un despliegue de luces y cámaras que detallan lo que esta última formación de la banda era capaz de hacer sobre las tablas, con el compromiso del nuevo bajista Ander Izeta y del batería Ibon Sagarra (potentísima base rítmica), con todo el movimiento desplegado por doquier y gestos de camaradería entre Boni y Alfredo que hacen recordar que este grupo siempre se ha basado en eso, precisamente. Es curioso cómo, para tratarse de una banda que nunca ha sido obsesiva con su imagen, la figura de estos dos –y de El Drogas, no lo olvidemos– se ha vuelto tan icónica. Siempre quedará “Agur”.
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Anterior crítica de discos: “Somewhere else”, de Lydia Loveless.