«No sabemos si va a ser nuestro último disco. Tal y como está todo, podría ser, así que dijimos “a tomar por culo, vamos a meter la caña que nos apetezca»
Dinero, el trío madrileño de adopción, afronta su tercer disco con intensidad rock, intentando reflejar la fuerza de su directo y pensando en que quizá sea su último álbum: que esto está tan mal que nunca se sabe.
Texto: WILMA LORENZO.
A veces la sensación de no tener nada que perder nos ayuda a encontrar el lugar en el que mejor vamos a estar, y en ese sentido «DNR» (Warner. 2014) es ese álbum que Dinero tenía dentro antes de su primer álbum homónimo y de «Año perro». Aquel que todos ya hemos escuchado en directo y que ahora llega en forma de álbum. Ser conscientes (quizás demasiado) de lo efímero les ha llevado a hacer lo que siempre han querido, lo que habían estado buscado y finalmente han encontrado. Un disco de rock que a la primera escucha te traslada a uno de sus directos. Sin prejuicios y con mucha rabia «DNR» llega por si es el último pero con vocación de no serlo.
«DNR», tercer disco de Dinero, y con el que queréis dar un puñetazo sobre la mesa, ¿en qué sentido?
Sean: No es que queramos dar un puñetazo en la mesa, es que este disco es como un puñetazo en la mesa. Un golpe de rabia.
Ekain: Es reafirmar lo que realmente somos y el disco en el que más cómodos nos sentimos. Por fin algo con lo que estamos contentos al cien por cien.
¿Por qué este disco sí y los anteriores no?
E: Hasta que no tienes el disco terminado no eres realmente consciente de lo que estás haciendo. Es como una montaña rusa emocional: un día te flipa un tema y otro día lo odias. Una vez lo acabas y lo estás mezclando es cuando empiezas a visualizarlo entero, pero esas dudas que puedes tener en ese punto no las tenemos esta vez.
S: Fue como un acuerdo no pactado, y de repente todo ha encajado muy bien y por eso esa sensación de golpe en la mesa o de “a tomar por culo”.
“A tomar por culo”, ¿qué?
E: Está todo tan jodido que no sabíamos y aún no sabemos si va a ser nuestro último disco. Tal y como está todo, podría ser, así que dijimos “a tomar por culo, vamos a meter la caña que nos apetezca”. Un disco más duro. Lo que queríamos en este disco era, no solo grabar en directo, sino también hacerlo juntos. Estar en todo momento todos con todos hasta que quedara totalmente terminado a nivel instrumental. Cosa que no habíamos hecho hasta ahora.
Tengo la sensación de que siempre habíais sabido que ese era vuestro sitio pero hasta ahora habéis tanteado otros terrenos.
S: Sí. Esa es la verdad. Si te quieres dedicar a esto profesionalmente tienes que ser consciente de muchas cosas. Creo que algo que hicimos muy bien con el primer disco fue encontrar un punto en común entre lo que nosotros queríamos hacer y el contexto musical del momento. Y sinceramente creo que lo encontramos.
E: También refleja muy bien la época que vivíamos: la música que escuchábamos y lo que hacíamos en Madrid.
S: Pero sí es verdad que de alguna manera teníamos esa consciencia de que si te dedicas al death metal extremo puede ser que nunca te dediques profesionalmente a esto. Aunque el contexto musical de entonces no era nuestro contexto principal, lo estábamos disfrutando y nos sentíamos cómodos con él, así que dijimos “adelante”. ¿Qué ha pasado?, que parece ser que en los directos ha salido esa otra cara que teníamos un poco más oculta en el disco y a la gente le ha gustado. Nosotros teníamos mucho miedo de que nuestro directo fuera demasiado agresivo, pero ahora hemos alcanzado el punto de perder todo el miedo a mostrar esa faceta más dura. Y esta vertiente que nos quedaba por explorar en disco, es precisamente de la que más ganas teníamos.
Realmente no hay un cambio radical para cualquier persona que os haya visto en directo.
E: No. Cambio real no hay.
S: Este es el disco para esa gente que le gusta el directo pero no el disco. Porque hay bastantes que vienen a conciertos pero no se pueden ni poner el disco.
¿No creéis que es preferible conquistar al público en directo?.
S: Eso es. Pero por eso este disco puede ser el que se gane a esa gente.
E: Me acuerdo de las maquetas que me pasaron Sean y Rubén cuando nos conocimos y habría sido imposible hacer un «DNR» a partir de ahí, aunque los tres llevábamos «DNR» dentro. ¿Estaba ‘Duelo de Titanes?, sí. ¿Hicimos ‘Mentiras’?, también; ‘Trastorno bipolar’… Pero no sé, hemos necesitado tiempo, años, ensayos y directos para realmente ver dónde estamos más cómodos.
S: Y necesitábamos también vivir este momento y esta necesidad de “darnos el gusto”. No significa que nos dé igual lo que pase con el disco, ni mucho menos. Tenemos una preocupación e ilusión por hacer que funcione lo mejor posible, pero sí hemos querido aprovechar el momento. Ahora que podemos, vamos a hacer lo que nos da la gana, no vaya a ser que no volvamos a tener la oportunidad nunca más. Y esa es la sensación a la hora de hacer este disco.
¿Creéis que el rock es ahora un estilo muy vulnerable?
E: No voy a decir que a cualquier cosa se le llama ahora rock. Pero sí que hay dos rocks: el más mainstream y el rock de toda la vida. Igual ese primero sí lo hace vulnerable.
S: Yo creo que ha pasado por épocas más vulnerables
Grabáis en los estudios Mecca en Euskadi y lo hacéis en directo después de haberos quedado con las ganas en «Año perro». ¿En qué otros aspectos ha cambiado la forma de grabar «DNR»?
S: Ha sido todo mucho más compacto. Pudimos hacer todo lo instrumental por un lado, grabando todos juntos. Y una vez estuvo todo eso hicimos un pequeño parón, trabajé las voces un poco y las terminé tranquilamente aquí, en Madrid; para después subir a mezclarlo todo allí de nuevo.
Entonces las letras sigue siendo algo que llega después, ¿no?
S: Sí. Y aquello que siempre retrasa la grabación [risas].
E: Pero no todas… ‘Sobran las palabras’ o ‘Autoafirmación’ ya estaban.
«Si quieres tener una carrera larga tienes que hacerlo bien, saber tocar tu instrumento, defenderlo y saber montar un show alrededor de tus canciones. Pasión, entrega, sudor. Odiamos a las bandas que salen a tocar y no sudan»
¿Es «DNR» una reivindicación del directo?
S: Totalmente. Hasta el nombre del disco
¿Creéis que en España están ahí arriba los que tienen un directo más potente?, ¿es fundamental?
E: Ahí arriba hay gente que tiene muy buenos directos y además está claro que con un mal directo duras muy poco. Puedes sacar un disco que guste mucho y que esa primera gira o primeros dos años te vaya muy bien. Pero en cuanto la gente haya visto dos o tres conciertos malos eso se acaba. Si quieres tener una carrera larga tienes que hacerlo bien, saber tocar tu instrumento, defenderlo y saber montar un show alrededor de tus canciones. Pasión, entrega, sudor. Odiamos a las bandas que salen a tocar y no sudan.
S: Siempre de acorde a la música que haga esa banda. Pero sí, para nosotros el directo además de música tiene que ser un espectáculo. Un todo. Tiene que haber sangre o sudor.
«DNR» es un disco más rockero y también más agresivo. ¿De dónde viene esa agresividad?
S: Yo creo que se ve en las letras. Es un reflejo de nuestra situación. Llevamos siete años juntos y en el primer disco se nota que las letras son más desenfadadas, sencillas, directas… incluso simplonas a lo mejor. Nuestras vidas probablemente fueran más desenfadadas, sencillas y simplonas entonces. Musicalmente y a nivel letras hemos ampliado miras pero además es inevitable reflejar la situación y la rabia que vivimos cada día. Para mí sería muy difícil hacer un disco optimista y feliz ahora mismo.
E: Todo lo que pasa a nuestro alrededor influye y ves tanta mierda todo el día que te cabreas. Ver lo difícil que es todo y cuánta gente está jodida te cabrea inevitablemente.
¿Y musicalmente?
S: Es como una terapia. Lo que necesitamos. Soltar toda la energía
E: Si siguiera todo tan bien como cuando nos juntamos y todo fuera salir de fiesta y echarnos unas risas… Con buen humor, trabajo, un sueldo… Igual entonces seguíamos haciendo canciones bailables y de fiesta. Pero no; la vida, la realidad y el entorno nos han hecho cabrearnos.
En medio de toda la agresividad está ‘Autoafirmación’. Sin duda un punto de inflexión en el disco.
S: Es un oasis en un desierto de oscuridad [risas]. El hecho de hacer un disco tan cañero nos permitía hacer algo supersutil y delicado paralelamente, sin que la caña general del disco bajara. Se trataba de ofrecer el contrapunto e incluso de dar un respiro. Yo creo que viene muy bien esa canción donde está. Normalmente una canción acústica la habríamos puesto al final…
E: Pero viene bien un par de minutos de descanso, ¿no?
‘Duelo de titanes’ es el tema que escogéis como carta de presentación y de nuevo nos encontramos con un videoclip en el que Sean no lo acaba de pasar del todo bien. Contadme el por qué de este vídeo.
S: Yo creo que esos vídeos se hacen más porque a mí me gusta que porque quieran putearme.
E: Hay cosas que solo él está dispuesto a hacer. Yo no me entierro en la playa ni para un vídeo ni para la boda de mi hermano [risas]. No me juego la vida por cuatro imágenes. Él sí… cada uno tiene más o menos aprecio a la vida.
S: Queríamos hacer una trilogía con Titan Pozo pero no pudo ser y tuvimos esta idea para ‘Duelo de titantes’ y Mauri D. Galiano –que ha hecho vídeos para Kitai e Izal– junto con Álvaro de Tricornio, lo vieron claro. Pero esta es la última vez que me putean en un videoclip.
¿Qué tiene que pasar con este disco para que consideréis que habéis cumplido vuestro objetivo?
E: Que queramos hacer otro.
¿Podríais no querer hacer otro disco?, ¿el problema no es “poder” hacerlo?
E: Poder hacer un disco es fácil. Lo grabas en el estudio y lo pones en Internet para que todo el mundo lo escuche. Lo que tiene que pasar es que quieras hacerlo.
¿Y de dónde tiene que venir esa ilusión?
E: No sé. Tiene que apetecer.
S: A nivel personal, moral y económico mantener una banda a estas alturas y después del tiempo que llevamos es un sacrificio que no sabes hasta cuándo vas a poder aguantar. Y una de las razones por las que quisimos hacer este disco de esta manera fue por quitarnos la espina de hacer lo que nos diera la gana antes de que, a lo mejor, no pudiéramos aguantar más.
Igual os lleváis una sorpresa y precisamente por hacer este disco como si fuera el último vienen muchos más.
E: Esto es una carrera de fondo y al final de la carrera siempre estás un poco hecho polvo. Ves la meta cada vez más cerca pero llevas mucho tiempo mirando y viendo que no llega. Hay pequeñas cosas que te devuelven la ilusión pero a veces te preguntas: “qué más hay que hacer”. Demasiado sacrificio a veces para la poca recompensa.
S: Hoy en día la gente se ha acostumbrado a tener toda la música gratis, disfrutar de la música de las bandas que le gustan sin pagar por ello. Y no lo discuto porque yo también lo hago. Pero si luego no van a los conciertos igual esa banda no vuelve a sacar un disco. La gente tiene que apoyar a las bandas. De ellos dependemos.
