Durante los años setenta, la música disco dominó el pop, salpicando, sobre todo a finales de la década, al rock. De la experiencia quedaron temas de artistas netamente rock inspirados por las pistas de baile y su sonido. Aquí va una selección de aquellas canciones.
Selección y textos: JUAN PUCHADES.
Aunque la disco music surgió en los primeros años setenta (hacia 1972), en la segunda mitad de la década, vivió sus días dorados, inundando las emisoras de radio comerciales y con la película «Fiebre del sábado noche» («Saturday night fever», 1977) y su banda sonora como inexcusable biblia. El rock no fue ajeno al fénomeno, y muchos artistas del género se aproximarían en algunos temas a sus soluciones sonoras para coquetear con las pistas de baile. Tal fue su influencia, que en julio de 1979 se celebró en Chicago, durante un partido de béisbol, la «disco demolition night», que incluyó la quema y lanzamiento de vinilos de disco music y finalizó con enfrentamientos con la policía. Poco importó: la música disco siguió su camino y solo fue declinando hacia 1982, aunque reinventándose en nuevas direcciones.
Lo que recoge esta selección de trece temas, son canciones de artistas del ámbito rock acercándose a la disco music. Casi todas son de sobras conocidas pues, curiosamente, la mayoría de ellas acabaron siendo éxitos. Otro día nos ponemos y traemos una selección de pura disco music.
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David Bowie: ‘1984’
Bowie siempre ha tenido buen olfato y ha estado al tanto de todo lo que en el pop y el arte en general acontecía, así que fue de los primeros en probar el irresistible sabor de la disco music: en 1974 (en el elepé «Diamond dogs»), cuando el invento todavía orbitaba muy próximo al Sonido Filadelfia y pillando cacho de Isaac Hayes. En la orwelliana ‘1984’ se puede apreciar el bajo definido, los falsetes y esos crescendos en espiral diseñados con cuerdas, tan propios de la música disco. En 1976 repetiría con ‘Stay’ (sumando un poco de kraut rock) y en 1983 triunfaría salvajemente con ‘Let’s dance’.
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Wings: ‘Silly love songs’
Aunque no se le quiera reconocer, Paul McCartney siempre ha renunciado a ser una foto en sepia de su propio pasado y, con los oídos abiertos, ha sumado influencias a sus maneras compositoras habituales. Así, en 1976, al frente de Wings y en el disco «At the speed of sound», se descolgó con este tema de disco music canónico, incluyendo brillo latino en el estribillo. En 1979 repetiría con ‘Goodnight tonight’.
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Bee Gees: ‘Stayin’ alive’
En 1975, los Bee Gees ya estaban probando la nueva fórmula en temas como ‘Jive talkin’, todavía con muchos dejes del Sonido Filadelfia, pero para qué vamos a andarnos con rodeos (o remilgos), recurramos a su ‘Stayin’ alive’, clasicote de 1977 que rompió con todo desde la banda sonora de «Fiebre del sábado noche». Un temazo inoxidable se oiga como se oiga, con toda la colección completa de falsetes. Este es el videoclip oficial.
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Blondie: ‘Heart of glass’
Blondie era un grupo de lo más avanzado, para unos punk (como se entendía el punk en Estados Unidos, antes de los imperdibles británicos), para otros arty y piedra angular de la new wave. Muchos no les perdonaron que para su tercer elepé («Parallel lines»), y producidos por Mike Chapman, abrazaran en 1978 la música disco con esta sublime canción.
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The Rolling Stones: ‘Miss you’
También de 1978 es ‘Miss you’, con los Rolling Stones, desde el álbum «Some girls», adaptándose a los tiempos y las pistas de baile desde el rock. El resultado es absolutamente irresistible.
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Kiss: ‘I was made for lovin’ you’
Ya estamos en 1979, y los cachondos y guitarreros de los Kiss abren su «Dynasty» probando el brebaje, que en estos momentos arrasa sin control en todo Occidente: ya nadie le hace ascos ni puede permanecer ajeno.
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Rod Stewart: ‘Da ya think I’m sexy?’
Subidón: Rod Stewart logra un número uno mundial en 1979 con este temazo de rock disco incluido en su «Blondes have more fun» que impulsa hasta lo inimaginable su carrera. Y bajón: el brasileño Jorge Ben lo acusará de haber plagiado el estribillo; el asunto se resolvió fuera del juzgado, con Rod admitiendo que fue un plagio inconsciente y cediendo los derechos a UNICEF. El vídeo no tiene desperdicio: macarrismo rock a finales de los setenta.
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Electric Light Orchestra: ‘Shine a little love’
La ELO tituló no casualmente su elepé de 1979 «Discovery». Porque allí lo que campan son los sonidos de la disco music en convivencia con esas capas sonoras y armonías típicas de Jeff Lynne que tanto beben de los Beatles. De ese álbum nos quedamos con ‘Shine a little love’, que fue todo un hit.
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Pink Floyd. ‘Another brick in the wall Pt. 2’
Hasta los sesudos Pink Floyd emplearon recursos (ritmo, bajo) de la disco music en «The Wall» (1979): el tema, por momentos, parece que vaya a dispararse para deleite de piernas y brazos bajo la bola de espejos, pero no, hay contención y queda en eso, en utilización de soluciones que traen ecos del género.
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Queen: ‘Another one bites the dust’
Arrancaba la nueva década y Queen en su álbum «The game» (1980) también se arrimaban al ascua bailonga. Ya en los años noventa repetirían con ‘You don’t fool me’, del póstumo «Made in heaven».
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TRES BONUS TRACKS:
Tequila: ‘Quiero besarte’
Tequila, el grupo más moderno del rock español del momento, en su brillante «Rock and roll» (1979) dejó esta golosina de música disco vista desde el rock y cantada en castellano. Incluso hubo versión extendida en maxisingle para las pistas de baile.
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Moris: ‘Te espero en la discoteca’
El argentino Moris, en su segundo álbum español, «Mundo moderno» (1980), también probó su propia aproximación al estilo con este tema compuesto tras su mucho tocar en discotecas del país y observar a la clientela habitual. Una delicia que, por momentos, pilla algo del bolero.
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New Trolls: ‘It’s downtown’
Italia fue uno de los epicentros mundiales de la disco music (con el productor Giorgio Moroder como gran gurú) y pocos fueron los artistas que no cayeron en la nueva moda (incluyendo a Adriano Celentano). Entre ellos estuvo el grupo New Trolls, que no dudó en viajar desde el rock progresivo que practicaba años antes a la discoteca, en un caso de reciclaje completo. Como prueba, este tema de 1978.