En apenas once años de historia discográfica, Vetusta Morla han logrado coronarse en la cima del rock nacional. Este año despiden la gira española de Mismo sitio, distinto lugar con un triplete en el Wizink Center de Madrid (27, 28 y 29 de diciembre), y el año que viene desembarcarán en el mítico Royal Albert Hall de Londres para presentar su directo (el 16 de marzo de 2020). Antes de que esto ocurra, Javier Escorzo repasa sus cuatro discos de estudio y sus registros en directo para confeccionar una lista con diez de sus piezas más emblemáticas.
Selección y texto: JAVIER ESCORZO.
En una época en la que los grupos de pop rock nacional tiene vetada su presencia en las parrillas de las principales radiofórmulas (salvo contadísimas excepciones), Vetusta Morla ha conseguido elevar muchas de sus canciones a la categoría de himnos. Aquí repasamos diez de ellas, firmemente esculpidas en la memoria de su público a base de trabajo duro, talento y pasión.
1. “Un día en el mundo” (Un día en el mundo, Pequeño salto moral, 2008)
Casi diez años. Eso fue lo que tardó Vetusta Morla en publicar su primer álbum largo. Y no es que los madrileños no tuviesen canciones. Hartos de recibir negativas en todas las discográficas a las que presentaban sus maquetas, el grupo decidió crear su propio sello, Pequeño salto mortal, para lanzar su debut discográfico. Es de suponer que alguno de los ejecutivos que los rechazó todavía estará tirándose de los pelos, porque el éxito de Vetusta fue de los más fulgurantes de la historia del rock nacional.
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2. “Copenhague” (Un día en el mundo, Pequeño salto moral, 2008)
Tratándose de un disco que explotó de tal manera, resulta complicado elegir alguna canción entre las doce que lo formaban. Quizás “Copenhague” sea uno de sus mayores clásicos, tanto por la épica de su melodía como por su enigmática letra, que entre imágenes de trenes y aeropuertos sugería un atractivo plan de huida. Ya lo saben: dejarse llevar suena demasiado bien.
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3. “Los días raros” (Mapas, Pequeño salto mortal, 2011)
Tras el inesperado bombazo que supuso su debut, había mucha expectación por escuchar el segundo trabajo de Vetusta Morla. El grupo se tomó su tiempo y, finalmente, fue en 2011 cuando vio la luz Mapas. Si todavía quedaban dudas sobre la solidez de su propuesta, estas quedaron definitivamente resueltas con la canción que abría el álbum, un crescendo que comenzaba muy suave y que estalla en la catarsis de los gritos finales. Para muchos es, todavía hoy, una de las mejores canciones de Vetusta Morla.
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4. “El hombre del saco” (Mapas, Pequeño salto mortal, 2011)
Aunque no era el sentido que querían darle, el título de su segundo disco no podía estar mejor escogido, porque la gira llevó a la banda a recorrer todos los mapas habidos y por haber. Fue este el momento en el que Vetusta Morla se confirmó como el grupo más importante de su generación (en realidad, el grupo español más importante de los últimos lustros). Uno de los momentos más intensos de aquellos conciertos era “El hombre del saco”, una canción construida en torno a su ritmo que solían interpretar en directo realizando percusiones sobre un bidón metálico.
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5. “Iglús sin primavera” (Concierto benéfico por el Conservatorio Narciso Yepes de Lorca, Pequeño salto mortal, 2013)
En mayo de 2011, un seísmo sacudió la localidad murciana de Lorca. Entre sus devastadores efectos estuvo la destrucción del Conservatorio. Un año más tarde, Vetusta Morla ofreció un concierto benéfico junto a la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia con el objeto de recaudar fondos para su reconstrucción. El resultado fue el primer disco en directo de la banda e incluía sus temas más conocidos, además de un rescate de sus primeros tiempos, “Iglús sin primavera”, originalmente incluido en su epé Mira, de 2005.
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6. “Golpe maestro” (La deriva, Pequeño salto mortal, 2014)
El primer adelanto de su tercer disco fue uno de los cortes más directos y enérgicos de toda su carrera. Aficionados como son a las letras crípticas, en este caso no había metáforas, sino una denuncia cruda de la situación socioeconómica que se estaba viviendo durante aquellos años en los que la crisis enseñó su lado más cruel. A pesar de lo amargo de su mensaje, este power pop no aceptaba la derrota: «Fue un atraco perfecto, excepto por esto: nos queda garganta, puño y pies».
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7. “Las salas de espera”, (La deriva, Pequeño salto mortal, 2014)
Una de las canciones más especiales de La deriva era “Las salas de espera”. Musicalmente sonaba diferente al resto, con unas estrofas casi hipnóticas y una parte media en la que se intuían ecos más lejanos, del Mediterraneo o de la India. La letra volvía a ser bastante intrincada, pero parece sobreentenderse cierta sensación de perplejidad ante la época actual.
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8. “Saharabbey Road”, (15151, Pequeño salto mortal, 2015)
Tras su concierto grabado (y posteriormente publicado) junto a la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, en 2015 llegó el segundo disco en directo de Vetusta Morla. Fue grabado en el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid ante quince mil espectadores. Además, había un equipo técnico de ciento cincuenta personas, lo que, unido al oyente que escucharía el disco en su casa, sumaban 15151 personas, de ahí el título del álbum. La energía provocada por tanto gentío fue brutal, como bien se recoge, por ejemplo, en “Saharabbey Road”, recatada de su primer trabajo y con el público cantando a voz en grito.
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9. “Deséame suerte” (Mismo sitio, distinto lugar, Pequeño salto mortal, 2017)
Con Mismo sitio, distinto lugar, su último disco hasta la fecha, los miembros de Vetusta Morla quisieron dar un giro a su carrera, buscando nuevos ritmos y sonidos diferentes a los que les caracterizaban hasta la fecha. Para ello fueron a grabar a los míticos Hansa Studios, en Berlín, donde llegaron a utilizar el mismo sintetizador de cuerdas que usó David Bowie en su disco Heroes. En la canción que abría el álbum se deseaban suerte a sí mismos, aunque, en realidad, no la necesitaban.
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10. “Palmeras en la Mancha” (Mismo sitio, distinto lugar, Pequeño salto mortal, 2017)
Algunas canciones tardan en componerse años enteros. Otras, sin embargo, están listas en quince minutos. “Palmeras en la Mancha” pertenece al segundo grupo. En un cuarto de hora tenían el ritmo, la armonía y la melodía. Después solo hizo falta destapar el frasco del sarcasmo para apuntalar la letra y un boletín informativo a cargo de El Mundo Today en el lugar en el que debería haber un solo de guitarra. Et voilà.
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Bonus track: “Otro día más en el mundo” (versión 2018)
El 30 de diciembre de 2018, Vetusta Morla celebró un concierto especial en el Winzik Center de Madrid con el que quisieron celebrar los diez años de la publicación de su primer disco. El evento llevó por título El disco que cambió nuestras vidas (las suyas y las de su público, se sobreentiende) y comenzó con una recreación de un vídeo que se había hecho viral en 2008, pero adaptado a aquella velada tan especial. Así comenzó la historia. Así comenzó la noche.