«Su música ha envejecido tan bien que trasciende denominaciones»
Escogemos diez composiciones magistrales de la carrera de la artista norteamericana como complemento al amplio texto publicado sobre ella en el número 41 de Cuadernos Efe Eme. Por Carlos Pérez de Ziriza.
Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.
Si os suenan los nombres de Solange, Janelle Monáe, SZA, Ari Lennox, H.E.R., Jamila Woods, Cleo Sol, Thundercat, Kelela o Amaraae, deberíais saber también que todos y cada uno de ellos tienen una deuda con Erykah Badu (Dallas, Texas, EEUU, 1971) por su forma de fundir el soul, el jazz, el rythm and blues contemporáneo y el hip hop. Selecciono diez de sus mejores canciones.
1. “On & on” (1997)
Fue el single que inauguraba su carrera. El primer adelanto del notable Baduizm (1997), su álbum de debut. La etiqueta de neo soul le venía entonces al dedillo, pero lo cierto es que su música ha envejecido tan bien que trasciende denominaciones. La línea de bajo es portentosa. Se advertía ya que su visión era más amplia e integradora que la de otras estrellas de la música negra de la misma época.
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2. “Afro-freestyle kit” (1997)
Escojo esta canción por ser una de las más aventuradas de su álbum de debut, Baduizm (1997). De las que rompen el molde. Aparentemente anárquica, mezcla soul y jazz con el precoz convencimiento de los nombres clásicos. Dos minutos que anticipaban la audaz mezcla de estilos que llevaría a cabo en posteriores trabajos, y que tanto influirían a músicos posteriores.
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3. “Didn’t cha know” (2000)
El segundo avance de su sensacional segundo álbum, Mama’s gun (2000), se sustenta en un sampler de “Dreamflower”, un tema jazz funk de Tarika Blue de 1977, extraído de la colección de discos del músico de hip hop J Dilla (1974 – 2006), quien fue esencial en la evolución de su sonido en la primera década de los 2000. Elegante y exquisito.
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4. “Bag lady” (2000)
Otro sampler, en este caso del “Bumpy’s lament” (1971) de Soul Mann and The Brothers, adereza esta embriagadora “Bag lady”, otra de las mejores piezas de su segundo elepé, mostrando el camino a seguir: el soul, el jazz y el rythm and blues contemporáneo fundidos en un mismo lenguaje.
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5. “Booty” (2000)
Es inevitable no pensar en la síncopa del “Sexy MF” (1992) de Prince al escuchar esta “Booty”. Un ojo puesto en la dicción del hip hop y otro en la tradición P-Funk. Por algo están Questlove a la batería y J Dilla al bajo. Una reflexión sobre la infidelidad que es el tercer corte que selecciono de Mama’s gun (2000), el trabajo que mejor ha envejecido, creo, de toda su trayectoria.
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6. “Master teacher medley” (2007)
Apuesto a que no sabíais que la expresión «woke» salió por primera vez en la letra de una canción hace la friolera de 17 años, en este fascinante corte del enorme New Amerykah part one (4th World War) (2007), su disco más audaz. Figuran Georgia Anne Muldrow al piano Rhodes y un sampler de “Freddie’s dead” (1972), de Curtis Mayfield. Quién le iba a decir que ella misma sufriría la tentación de ser cancelada —debido a sus controvertidas opiniones políticas— por parte de aquellos que hicieron precisamente bandera de la expresión «woke».
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7. “Honey” (2007)
Groove a chorro en esta “Honey”, uno de los mejores momentos de su portentoso cuarto álbum. Bailable, sensual, distinguida. Incluye un sampler del “I’m in love” (1978) de Nancy Wilson y abundantes guiños en su videoclip a parte de lo mejor de la música popular negra del siglo XX.
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8. “Gone baby, don’t be long” (2010)
New Amerykah part two (return of the Ankh) (2010) fue concebido como una secuela de su predecesor, aunque no resultó igual de sobresaliente que aquel. Al menos alberga, eso sí, cuatro canciones tan sensacionales como esta, de reminiscencia reggae en su ritmo. Otra virguería.
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9. “Out of my mind, just in time” (2010)
Fascinante suite de diez minutos y tres movimientos diferenciados que cerraba su quinto y último álbum hasta el momento. Todo un viaje sensorial. Catorce años después, no ha tenido continuación. ¿La tendrá alguna vez?
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10. “3:AM” (2024), con Rapsody en directo
Seguro que tiene canciones mejores (aunque esta tampoco desentona), pero la he escogido por ser el último documento que nos muestra a Erykah Badu en activo, hace tan solo cuatro meses. Un dueto en directo junto a la rapera Rapsody que forma parte del cuarto y último álbum de esta, ya publicado. Una conexión generacional que muestra el respeto y la reverencia que Badu se ha ganado por parte de tantos músicos posteriores.
