Juanjo Ordás selecciona diez canciones esenciales de la discografía de Extremoduro. Una buena introducción para quienes se acerquen de nuevas al grupo o un recordatorio para los seguidores.
Selección y textos: JUANJO ORDÁS.
Aquí van diez canciones básicas de Extremoduro, para que sus seguidores las recuerden, o para que aquellos que nunca se han introducido en su discografía comiencen a hacerlo y entren en el particular universo poético y musical que maneja Robe Iniesta, uno de los letristas más importantes y personales del rock español. No son todas las que son pero son todas las que están, desde su primer disco hasta el reciente “Para todos los públicos”, a una por álbum.
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‘Jesucristo García’
La canción más famosa de Extremoduro para aquellos ajenos a la obra de Robe Iniesta. Muchas veces se ha tomado su letra como un canto a la marginalidad cuando en realidad habría que entenderla como un alegato a la autodeterminación, dejando de lado por un tiempo lo subversivo de sus analogías cristianas.
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‘Tu corazón’
Las relaciones sentimentales alimentan gran parte del cancionero del grupo, sin dobles lecturas, aquí con alusiones a la toxicomanía como lazo afectivo que enfatiza lo que parece una tumultuosa relación.
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‘Deltoya’
Un tenebroso canto a la soledad que comienza con el aullido de una guitarra nocturna y acaba de forma apocalíptica a ritmo punk con el exceso como única manera de escapar al abandono. La canción también da nombre al que se puede considerar el primer gran disco de Extremoduro.
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‘Bribriblibli (En el más sucio rincón de mi negro corazón)’
La otra cara de ‘Deltoya’, esta vez haciendo un ejercicio constructivo que nace del abandono para dar forma a una canción alegre que parte del desencanto y que una de sus mejores frases hace del enamorado un héroe: “Me coge de la mano / y yo me sueño con tu pelo / para estar tan colgado / hace falta echarle güevos”.
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‘So payaso’
Buen ejemplo del crecimiento artístico que fue el disco “Agila”. Sección de viento y piano jazzero para envolver una letra sobre el sadomasoquismo sentimental tan icónica en España como ‘I wanna be your dog’ en el mundo.
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‘Salir’
Cuando se trata del disco “Canciones prohibídas”, ‘Salir’ es el tema más emblemático, un nuevo clásico tras el éxito monumental de “Agila” que demostraba que Extremoduro no se iban a contentar con repetir la misma fórmula ni adaptarse a las masas. ‘Salir’ es una oda al descoque nocturno que siempre termina en una cama vacía.
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‘Stand by’
Mediotiempo melancólico y arrebatador. La necesidad de olvidar se hermana con la de fundirse por siempre con el recuerdo de lo perdido, como si no quedara nada que esperar más allá del propio título. La canción emplea la tercera persona para en mitad del estribillo cambiar a la primera.
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‘Dulce introducción al caos’
Descripción del ocaso momentáneo del creador. Líricamente es una canción desnuda, un ejercicio sobre la falta de inspiración que, curiosamente, deviene en una inspirada suite de distintas partes que ejemplifica a los Extremoduro más progresivos. Musicalmente emplea el mismo recurso que ‘Deltoya’, dejando que el caos se apodere de su conclusión tras la suavidad de su comienzo, aunque esta vez con gruesa dureza metálica.
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‘Tango suicida’
Enorme título para enorme canción. Extremoduro continúan su senda hacia suites progresivas con un bastardo tango que acaba siendo un trallazo punk. La percusión y el piano se hacen los amos de la primera parte, enriqueciendo el sonido del grupo.
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‘Qué borde era mi valle’
Rock setentero que tiende al metal con la firma de Iniesta y Uoho. Primer single con madera de clásico de «Para todos los públicos», su nuevo disco. Seguramente momento álgido de sus conciertos, un nuevo canto al amor visceral.
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