«Un bluesman de 70 años en un cuerpo de 20», «un aprendiz avanzado de la música de Dylan, Bowie o Marc Bolan», «la gran esperanza del blues blanco»… Eduardo Izquierdo nos pone tras la pista de diez músicos jóvenes que vienen pisando fuerte.
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Hacía tiempo que me planteaba hacer una lista de este tipo, porque no soy de los que piensan que el rock y sus géneros adyacentes están en un mal momento. Más bien al contrario. Lo siento, amigos y amigas incrédulos, pero ni está muerto ni morirá. Porque sí, hay relevo. En contra de lo que les digan los agoreros, lo hay. Otra cosa es que muchos se empeñen en girar la cabeza hacia otro lado y seguir parapetados en los grandes nombres, dejando que un montón de jovenzuelos les adelanten a todos por la derecha. Y no seré yo el que les diga que no escuchen el nuevo disco de Bruce Springsteen, de Bob Dylan, de Neil Young o de Nick Cave, por citar a algunos. Soy el primero en hacerlo. Pero sí tengo la impresión de que a ellos, como a tantos otros, ya les ha pasado su mejor momento. Su obra maestra ya ha sido pintada, y empeñarse en ensalzar sus obras actuales, independientemente de su calidad, simplemente por sus nombres, es un error que no por generalizado deja de serlo más.
Uno se horripila cuando ve algunos de esos trabajos en el punto más alto de las listas de los mejores discos del año. Porque, por nombre, han de estar ahí. Incluso me enerva cuando alguien me dice «es que el disco de Cave lo empiezas a disfrutar a partir de la escucha 25» o «lo nuevo de Wilco, a base de muchas escuchas acaba estando bien». ¿Nos hemos vuelto locos? Ya me perdonarán, pero si necesitan 25 escuchas para empezar a encontrarle algo a un disco, están perdiendo el tiempo y han de hacérselo mirar. Tras 25 escuchas a mí me gusta hasta “Paquito el chocolatero”, con tal de no seguir el suplicio. Pero dejémoslo. Sé que no voy a convencerles, y tampoco es mi intención. Tan solo que vean, con esta rápida relación, que hay vida después de los dinosaurios. Ahí les lanzo diez nombres interesantísimos de artistas menores de 30 años. No sé dónde llegarán. Igual a ningún lugar, pero a mí me dan esperanzas, y me hacen disfrutar mucho más que esas vacas sagradas. Tiempos, son tiempos.
1. DeWolff
Este trío holandés de veinteañeros va del hard rock a la psicodelia, pasando por el blues o hasta el soul con una facilidad pasmosa. No son buenos, son buenísimos. Cierto es que su último trabajo, que por cierto los trae a nuestro país en unas semanas, es un experimento grabado en su furgoneta, con bases programadas. Pero no se asusten, tienen canciones por las que muchos matarían.
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2. Jontavious Willis
Veintitrés añitos tiene este hombretón que no ha tardado en ser comparado con Keb’Mo o Taj Mahal. Porque le da al blues que no veas. A él le tira, sobre todo, el blues acústico, de ahí las citadas comparaciones, y ya se ha hinchado a ganar premios. «Un bluesman de 70 años en un cuerpo de 20», así lo han definido, y por ahí van los tiros. Porque su música respira a clásico desde la primera escucha.
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3. Aaron Keylock
Y de la gran esperanza del blues negro, a la del blues blanco. Este tipo de 18 años (sí,sí, 18) asegura que empezó a tocar con 9 años, y que con 12 ya estaba actuando cada noche en un garito. Un auténtico niño prodigio heredero del sonido de Johnny Winter o Rory Gallagher. Grupos como Blackberry Smoke o Wilko Johnson ya han contado con él como telonero, y es que destila autenticidad por todos y cada uno de los poros de su piel.
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4. Colter Wall
Cuando Colter Wall nació, Johnny Cash, con el que se le compara habitualmente dada la profundidad de su voz, acababa de publicar el primer volumen de sus American recordings. Ya lo hemos tenido por nuestro país de gira, demostrando que lo suyo no es flor de un día. Es una auténtica realidad, tanto como intérprete como en la faceta de compositor. Su nombre noqueó a todo el que escuchaba su música con su debut, producido por Dave Cobb, en 2017 y de título homónimo. Confirmó lo bueno que es con Songs of the plains (2018).
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5. Marcus King
Acaba de sacar disco, El dorado, el primero que firma en solitario y sin su banda, de la mano del mismísimo Dan Auerbach, que no solo produce sino que pone a su disposición a la banda residente de su estudio. Un monstruo cuya música se pasea entre el blues rock, el rock sureño, el soul, el country rock y la psicodelia. Auerbach no se fija en cualquiera, y eso puede servir de garantía a los más escépticos. El futuro es suyo.
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6. Kyle Craft
Entra en la lista porque la pensé antes de que cumpliera los 31, cosa que hizo el pasado 9 de enero. Un aprendiz avanzado de la música de Bob Dylan, David Bowie o Marc Bolan. Nacido en Lousiana, una discográfica como Sub Pop (ya saben, la madre del grunge y esas cosas) se fijó rápidamente en él, y no dudó en hacerle un hueco en su catálogo. Y es que Craft tiene ínfulas de auténtico genio.
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7. Tyler Childers
La gran realidad de la escena del country actual se llama Tyler Childers, y su último trabajo, Country squire, es una auténtica maravilla. Producido y protegido por uno de los grandes gurús del momento, Sturgill Simpson, el de Kentucky se ha sacado de la manga un disco sin desperdicio, cargado de canciones inconmensurables. Tres son las referencias de su discografía, y si se retirara ahora hablaríamos de ella como perfecta.
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8. Amyl & The Sniffers
Este cuarteto de Melbourne, con Amy Taylor al frente, anda en boca de todos los amantes del pub rock y el punk, porque ahí es donde se mueve su propuesta. Su disco de debut nos llegaba en mayo de este año, y compañeros como la revista Ruta 66 lo consideraron su disco del mes. Algo que reafirma lo ocurrido en su país, donde fueron reconocidos como mejor disco de rock del año 2019.
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9. Starcrawler
Mea culpa. Pude verlos en el Azkena Rock Festival el pasado año y pasé de largo. Error, porque estos chavalines, con chica al frente también, son otra de las grandes apuestas de cualquier rockero que se precie. Y con razón. Son de Los Ángeles y se mueven entre el punk y el rock and roll clásico. Habrá que esperar a que vuelvan para subsanar el error cometido.
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10. Neal Francis
Mucho se ha hablado a finales de año de Changes, el disco del joven Neal Francis. Más que nada porque sorprende que un tipo de 30 años sepa captar el sonido de Lousiana con esa solvencia. Oyendo sus canciones se nos vienen a la cabeza nombres como los de Dr. John, Allen Toussaint o The Meters. Casi nada.