El Ministerio de Cultura ha concedido a Diego A. Manrique el Premio Nacional de Periodismo Cultural. Premio más que merecido pues Manrique es el mayor referente del periodismo musical en España.
Debutó profesionalmente en los años setenta en la revista «Triunfo», luego pasó por el grueso de la prensa musical y contracultural surgida en la segunda mitad de aquella década, como «Vibraciones», «Ozono», «Disco Express» o «Star». También colaboró, desde 1977, en Televisión Española, siendo parte esencial del que resultaría uno de los espacios musicales míticos de nuestro país, «Popgrama». Estuvo en el alumbramiento de Radio 3, emisora en la que permaneció, con algún breve periodo de ausencia, hasta que en 2010 un oscuro funcionario que por entonces ejercía de director de la radio pública (llamado Benigno Moreno. Hemos tenido que consultar nuestra propia hemeroteca, pero está bien que no se olvide la «hazaña» y el nombre de este individuo), lo expulsó de malas maneras tras 18 años de conducir «El Ambigú», uno de los espacios de referencia de la emisora. En televisión estuvo en pantalla o en labores de guionista en espacios como «Qué noche la de aquel año», «FM 2», «Caja de ritmos» o «¿Pop qué?». Desde hace tres décadas escribe en el diario «El País», donde en 1986 dio forma a la «Historia del rock», un trabajo colectivo en fascículos semanales que se encargó de dirigir y que es fuente inagotable de consulta para profesionales del periodismo musical.
En 1998 fue fundador de EFE EME y su primer director (la única ocasión que aceptó dirigir un medio escrito), continuando desde entonces y hasta la actualidad en labores de asesoramiento editorial. En la publicación recién nacida «Cuadernos Efe Eme», se encarga de las páginas finales de la misma con la sección ‘La última bala’ y, como siempre, ha estado detrás de su gestación, ayudando a perfilar el proyecto y definir la línea que debe seguir, sugiriendo temas y enfoques.
En 2013 publicó el libro «Jinetes en la tormenta» (Espasa), en el que recogía una amplia selección de textos publicados en «El País» y que acabó por ser un formidable éxito de ventas.
Tendríamos que desarrollar con más extensión su trayectoria profesional, pero, qué coño, ¡estamos celebrándolo!