Rubi y Los Casinos
«Yo tenía un novio (que tocaba en un conjunto beat)» / «En cualquier rincón»
Mercury/Fonogram, 1980
Texto: JUAN PUCHADES.
He aquí uno de los singles clásicos de la Nueva Ola, y uno de los primeros en ver la luz. Rubi era Maria Teresa Campilongo, una argentina que llegó a España en compañía de su marido, el malogrado Joe Borsani, con el que en Argentina había militado en la última formación de Los Tíos Queridos, grupo de pop comercial que obtuvo algunos notables éxitos durante la década de los setenta.
En Madrid, mientras que Borsani daba forma a los modernos Sissi, Rubi decidió orientarse hacia el pop nuevaolero facturando este primer single de aires retro que encabeza esa incombustible «Yo tenía un novio (que tocaba en un conjunto beat)», canción escrita por Borsani y que cuenta el desengaño amoroso de la protagonista con un desagradecido y ruin batería: «Yo le acompañaba en aquellos días / le quería comprar una batería. / Él era mi novio y yo le quería / y también quería a su batería. / Y le acompañaba a ir a ensayar / ¡cómo me gustaba oírle tocar tan bien! […] Yo puse mis pelas para sus platillos, / era el primer día que iban a actuar, / y cuando grabaron aquel primer disco / todo era alegría, iban a triunfar. / Y desde ese día me fuiste olvidando, / «no vengas», decías, «tu imagen me hace mal». […] Ahora tiene un regio coche y casa con jardín, / y una chica guapa y rica, / rubia de peluquería, / se olvidó de todo el cariño que yo le tenía».
Una historia de puro pop que Rubi cantaba con su adorable acento porteño y un cierto infantilismo que unido a su imagen de rubia inalcanzable, la transformó con rapidez en objeto de deseo de los adolescentes seguidores de la Nueva Ola. Hoy, 28 años más tarde, la canción sigue sonando tan entrañablemente ingenua como entonces, pero logra mantener intocable su marchamo de pop sin edad.
Por el otro lado del single venía «En cualquier rincón», canción de Luis Bomati, que imaginamos era versión de algún oscuro tema del pop argentino. Historia de chica conoce chico dispuesto a aliviar calenturas de chica, producida e interpretada también con aires nostálgicos a lo años sesenta. En todo caso, palidece al lado de esa deliciosa e inigualable joya que traía la cara A.