José y Manuel
«…Y me enamoré» / «Pronto amanecerá»
HISPAVOX, 1971
Texto: JUAN PUCHADES.
Los hermanos José y Manuel Martín han sido injustamente minusvalorados por la historia, esencialmente porque sus nombres se vinculan a uno de los capítulos mayores del pop español, Solera. Sí, porque el dúo malagueño se unió en 1973 a José María Guzmán y Rodrigo García para dar forma a aquel grupo abortado tras dejar grabado un único LP, previo a la fundación de Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán. Y Solera, para desgracia de los Martín, ha quedado para los restos como el primer proyecto de Rodrigo y Guzmán; ése en el que a los dos genios les acompañaron un par de hermanos…
Una arbitrariedad, ya que en aquel disco los Martín demostraron que no estaban mancos –pero junto a unos Rodrigo y Guzmán en estado de gracia, el talento de cualquiera quedaba ensombrecido–, como ya habían testimoniado en los dos LPs que José y Manuel habían grabado en 1971 y 1972. Del primero de ellos, Génesis, es este single producido por Rafael Trabucchelli y arreglado por Waldo de los Ríos –quien también dirigía la orquesta– los dos cerebros de la Factoría Hispavox, o del Sonido Torrelaguna, como se prefiera.
La escasa obra de José y Manuel hay que encuadrarla en la Tercera Vía, esa corriente del pop español surgida a finales de los 60, desarrollada ampliamente en los 70 y alimentada por el folk-rock, los sonidos acústicos, los textos cuidados y las voces inmaculadas. Algo que queda patente en «…Y me enamoré», canción que por momentos parece country pero que toma aires latinos –por esa trompeta mejicanizada–, y que presenta unos imaginativos arreglos de Waldo de los Ríos mientras el dúo canta una letra sencilla. Pero no hace falta más para narrar un alegre flechazo que, paradójicamente, musicalmente alcanza en algunos pasajes un tono casi sacro. Merece la pena analizar cómo Trabucchelli juega en la mezcla con el volumen de las voces, empastándolas en ocasiones –en el mismo arranque de la canción– en el fondo musical (Los Planetas no inventaron esto), para traerlas, en otras, delante pero con una suavidad que obliga a que el oyente preste la debida atención para seguir el texto: «Los dos nos miramos y algo nuevo vimos nacer. Y me enamoré, y me enamoré, y me enamoré de sus encantos […] fue un flechazo».
«Pronto amanacerá», la canción de la otra cara, se abre con unos sobrios arreglos de viento. Otro corte en el que las voces, como en el anterior, se emplean prácticamente como un instrumento más. Esta balada, que perfectamente podría haber integrado el repertorio de Juan y Junior de haber sido estos algo más atrevidos, relata con delicadeza la noche previa a una despedida: la pareja de amantes sólo tiene por delante esas horas hasta el amanecer, luego ella marchará. La despedida amorosa tiene lugar en la playa, así que quizás estemos ante un amor de verano, pero eso sólo lo podemos imaginar. Una canción evanescente, magnífica.
Tras publicar sus dos LPs y el de Solera, José y Manuel probaron de nuevo en 1975 la experiencia grupal, en esta ocasión grabando un álbum junto a Nuevos Horizontes. De nuevo como dúo, un single de 1976 supuso el final de una trayectoria musical que no merece el olvido, como bien demostró el doble álbum José y Manuel / Nuevos Horizontes. Todas sus grabaciones (1970-1976), editado por el sello Rama Lama en 2002.