Esqueletos
«Radio 222» / «Intrusos en mi jardín» / «Sólo necesito un poco de diversión»
Flush/Hispavox, 1983
Texto: JUAN PUCHADES.
Lo que son las cosas, los madrileños Esqueletos, con un único single, han logrado hacerse un hueco en la particular historia de La Movida, y más que de un single, deberíamos hablar de la canción que lo encabezaba, «Radio 222». Un temazo deudor de los Clash post-punk en ritmo y estructura, con una base potente, rockera y funk. La letra, cantada mucha intención, habla con ironía («riéndome de modas, nuevos montajes») de la búsqueda de buenas propuestas musicales en el dial: «Comienza la mañana, enciendo el transistor, conecto una emisora, muevo mis piernas buscando diversión. Jugando con la antena, grabando otra canción, oyendo a los cantantes, en dos minutos explican qué es amor». Entre un brillante y machacón riff de guitarra, se repite insistentemente el estribillo: «Oyendo Radio 1, oyendo Radio 2. Cambiando a Radio 4. Oyendo radio 222». También incluye una parte rapeada que contribuye a remarcar su lado más funk. Lo cierto es que se trata de una canción con mucha garra y de uno de los grandes himnos que dejó el pop español en la primera recta de la década de los años 80.
En todo caso, este trío –guitarra, bajo y batería–, que tuvo que cambiar el nombre de RPM por el de Esqueletos al grabar el single, tampoco es que tuviera muy claro cuál era su identidad musical. Algo que se constata en los tres temas que dejaron registrados en vinilo: porque si «Radio 222» estaba imbudido por el espíritu de los Clash, «Intrusos en mi jardín» era bastante pop y su letra se adentraba en la onda siniestra tan en boga en aquellos días (en lo musical, destaquemos de nuevo los destellos de la guitarra), mientras que «Sólo necesito un poco de diversión», en su minuto y cincuenta segundos, está tomado por la velocidad y el furor de los Ramones para retratar aburrimientos delante del televisor y urgencias juveniles.
Tras la edición de este 45 revoluciones (por el que hoy se pagan buenas cifras), los Esqueletos se desbandaron, acabando sus dos compositores en La Frontera (José Battaglio) y Las Ruedas (Enrique Martín). Algún alma caritativa debería repescar estos temas, y si el grupo dejó grabada alguna maqueta, completar con todo ello un CD.