«En este disco hay menos arreglos que en los anteriores. Menos capas de música. Queríamos que las canciones sonasen un tanto más desnudas y más concretas. Hemos apostado por menos cantidad y más claridad de arreglos»
El anteriormente trío se reduce a dúo –integrado por Óscar D’Aniello y Helena Miquel– y acorta su nombre para editar un nuevo disco titulado “Delafé y las flores azules vs. Las trompetas de la muerte” (Warner), en el que se alían con el músico Daniel Acedo. Variedad, electrónica, soul y corrientes mediterráneas. Óscar nos pone al tanto de la actualidad del dúo.
Texto: JUANJO ORDÁS.
El nombre del disco sorprende, ¿qué son exactamente las trompetas de la muerte?
Las trompetas de la muerte son unas setas negras que crecen en las partes más bonitas de los bosques.
Vuestras influencias siempre han sido eclécticas, pero de cara a centrar al oyente respecto a este disco, ¿cuáles diríais que son?
Como siempre, muy variadas: Desde Nacho Vegas a Jungle Brothers.
Parece que cada vez tenéis menos miedo a jugar con arreglos diferentes, incluso minimalistas.
En este disco hay menos arreglos que en los anteriores. Menos capas de música. Queríamos que las canciones sonasen un tanto más desnudas y más concretas. Hemos apostado por menos cantidad y más claridad de arreglos.
Algo bastante interesante es que cada canción de “Las trompetas de la muerte” tiene su espacio y dinámicas, como si cada una fuera una mini suite.
Cada canción corresponde a un estado de ánimo bastante concreto. El 2009 fue un año bastante intenso. Un año de muchos cambios. El disco es bastante variado en lo anímico. Por primera vez hemos flirteado con el sentido del humor y la tristeza.
Por cierto, el inicio de ‘Funcionarios ausentes’ parece casi U2.
Es curioso, mi padre dijo lo mismo. A mí me recuerda más a Yo La Tengo.
A cuento de esto, ¿de dónde viene ese título? Algún funcionario trabajador, que los hay, se puede mosquear.
En mi pueblo, por tradición, los funcionarios están bastante ausentes.
Precisamente, cada canción sabes cómo empieza pero no necesariamente como acaba. ¿Precisa el disco de una atención mínima?
Hombre, en el peor de los casos una atención mínima y en el mejor de los casos, máxima. Nos gusta, de vez en cuando, jugar con estructuras extrañas. Ejemplo de ello es ‘Como Loco’ o ‘Río por no llorar’, en las cuales no tiene nada que ver el inicio con el final del tema. Pero este disco también es nuestro disco con canciones con estructura típica del pop.
Sorprende la forma en la que habéis sonorizado los bajos y graves en algunas canciones, ¿buscabais ese grosor?
Todos los bajos se han grabado de forma analógica. Los ha tocado todos Mr. Furia, de The Pinkertones. Suenan más orgánicos que en discos anteriores, aunque no creo que más gruesos.
La instrumentación es muy rica, ¿cómo pensáis llevarlo al directo?
Seremos siete en el escenario: Batería, saxo, trombón, programaciones, una corista, Helena y yo. Queremos que la música no esté tan embotellada.
Ya sois una banda con una trayectoria asentada, ¿cómo valoráis vuestro recorrido hasta el día de hoy?
Pues muy bien. Tenemos el privilegio de dedicarnos a lo que nos gusta. Nos consideramos unos suertudos.
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Desde aquí puedes acceder al Myspace de Delafé y Las Flores Azules.
