«Mi sonido surge de mis referencias pop mezcladas con ritmos latinos, acordes generalmente de bossa y una producción algo casera»
Tras un paso fugaz por Ginebras, la cantante y compositora canaria yavy debuta en solitario con el disco Nada que aportar. Hoy conocemos mejor su propuesta.
Texto: EFE EME.
Fotos: LAURA AGUILERA.
Dicen que es la nueva heroína del pop alternativo más frágil y sarcástico, y que ha inventado un nuevo género: el pop mala leche. Desacomplejada, entre sus referentes cita a Julieta Venegas y Chico Buarque mientras admite que no le importaría versionar a Britney Spears. Es hora de conocer mejor la propuesta de su primer larga duración, Nada que aportar, donde ofrece una singular canción de autor desde la escena alternativa, con ramalazos de synth pop mezclados con indie folk, entre otros géneros.
¿De dónde vienes?
Vengo de Canarias y soy bastante nueva en esto; solo estuve una breve temporada en Ginebras antes de lanzarme en solitario.
¿Cómo nace el proyecto?
Muy ligado al comienzo de mi proceso compositivo. De un día para otro empecé a crear mis propias melodías en la guitarra, a ir perfilando un sonido y a querer contar lo que me rodeaba, pasado por el filtro crítico/sarcástico con el que suelo mirar la realidad. yavy es eso.
Describe tu sonido.
Es un sonido que surge de mis referencias pop mezcladas con ritmos latinos, acordes generalmente de bossa y una producción algo casera.
Principales influencias.
Cantautores chilenos como Rosario Alfonso, Diego Lorenzini o Niña Tormenta, la locura setentera de Ana Frango Elétrico y el pop de Julieta Venegas, pero también Britney Spears o Stromae.
¿Cómo definirías tu nuevo disco?
Un álbum que no aporta nada. No lo escuches.
Tu disco suena, o te gustaría que sonara, como los de…
Me gustaría que sonaran muy a mí misma. Era mi principal objetivo y aún considero que es difícil, pero creo que me acerco a lograrlo.
Cinco discos de cabecera.
Little electric chicken heart, de Ana Frango Elétrico; Construção, de Chico Buarque; Romeo, de Sega Bodega; De algo hay que morir, de Diego Lorenzini, y Tamale, de Daniela Andrade.
Cinco canciones perfectas.
“Vagabundear”, de Joan Manuel Serrat; “Passarinha”, de Bala Desejo; “Pop”, de La Oreja de Van Gogh; “Vampirillos”, de Juan Azul, y “La raíz”, de Valeria Castro.
¿Prefieres estudio o directo?
Cada cosa tiene su momento, pero disfruto más componiendo y revisando canciones.
¿A quién te gustaría telonear?
Por pedir, a cualquiera de los anteriores. En cuanto a lo más realista soy muy abierta, me gusta lo que están haciendo muchos grupos y cantautoras nacionales que hay ahora y me haría mucha ilusión tocar con elles.
¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
A Britney Spears, ya tengo algo pensado.
¿Qué canción del disco es la que mejor te representa y por qué?
Depende del día. Hoy me levanté muy “Soy pobre (y quiero un millón)”, creo que el título se explica solo [risas].
¿Cómo eres encima de un escenario?
Intento que los conciertos sean divertidos, aprovechando las bases bailongas y dándole más movimiento a las letras y melodías. Intento que digan cosas que no diga el disco y transmitir mi personalidad de forma más directa.
¿Qué planes tienes este año?
Seguir dando conciertos y grabar cositas nuevas.
Tienes cincuenta palabras para vender tu primer disco. ¡Adelante!
Ya desde el título les digo que no es buena idea escucharlo. Es más, me gustaría prohibírselo. ¡Ustedes sabrán!
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