«Cuando me subo al escenario me hierve la sangre»
Urgente: así se autodescribe el músico argentino afincado en Madrid Maximiliano Calvo, tanto en la vida como en la música. Admirador de Charly García, Calamaro o Joaquín Sabina, se encamina ya a la presentación de su primer elepé. Esta es su historia.
Texto: EFE EME.
Foto: SERGIO REVIEJO.
Con un sello transoceánico en el pasaporte, el argentino Maximiliano Calvo estrenó una nueva vida en Madrid, donde siguió bebiendo de los clásicos de su país de origen y se empapó también de toda la música española que le embriagó. Un cóctel en el que se funden Charly García y Andrés Calamaro, pero también Enrique Morente, María Jiménez o Joaquín Sabina. Interesado en el rock clásico y el flamenco, el año pasado se presentó en sociedad con el epé El lío de Maximiliano, y hace solo unos días que vio la luz su nuevo single “Feng shui”. Es hora de conocer lo que anda preparando de cara a su debut discográfico. Aquí hay algunas pistas.
¿De dónde vienes?
Vengo del mismo sitio que Messi, Rita La Salvaje y el Che Guevara. Una ciudad tan ruda como romántica. Rosario vive a orillas del Río Paraná y a la sombra de Buenos Aires. Toda esta melancolía y algunos amores pasajeros de adolescencia nos hizo formar un grupo de rock llamado Intrépidos Navegantes y así empezó el camino. Un camino que es largo y tiene arraigo. Vengo de luchar y de buscar sonidos y sobre todo vengo de la poesía y la bohemia.
¿Cómo nace el proyecto?
En verdad, es difícil saber dónde nace un proyecto que lleva mi nombre. Podría decirte que igual algo que me marco fue mi madre escuchando “El amor después del amor” los sábados mientras limpiaba la casa, o la primera vez que vi a Andrés [Calamaro] con mi padre o mi abuelo escuchando tangos, boleros y algunos discos de flamencos. También podría decirte que el proyecto nace al pisar Madrid, o la primera noche que me líe en la noche madrileña…
Describe tu sonido.
Es un sonido que muta mucho, pero ahora mismo es un sonido a banda de rock, un pulsar visceral que lo tiñe todo. Soy un poco urgente con todo… creo que en el sonido también.
Principales influencias.
Los bares de borrachines, mi abuelo, mis amigos, Madrid de noche, mi banda, mis amores y desamores.
¿Cómo definirías tu nuevo disco?
El disco fue creado con cinco amigos en un cuarto del Hotel Piedras en Asturias. Delgao, Menend, Omar Alcaide, el Sebastián Cortés, Freddie Flowers y yo nos encerramos diez días para buscar unas canciones que den vida a mi nueva etapa, y siento que lo logramos. Al tiempo, me fui a Ciudad de México, al barrio de Coyoacán, al estudio de los 3 Kamikazes, y con ellos terminamos algunas canciones y grabamos el disco en veinte días bastante intensos. Lo definiría como un disco de amigos que hizo que me conectara con lo importante de mí, conectarme con contar la verdad de mi vida y horarios imposible.
Tu disco suena, o te gustaría que sonara, como los de…
Suena a los discos que escuchaba de niño. Quería recobrar ese sonido de banda. Volver a algo sanguíneo. A algo del directo. Suena a mi yo de ahora.
Cinco discos de cabecera.
The Doors, de The Doors; Sabbath Bloody Sabbath, de Black Sabbath; Honestidad brutal, de Andrés Calamaro; Soy lo prohibido, de Bambino, e Inventario, de Joaquín Sabina.
Cinco canciones perfectas.
“Jealous guy”, de John Lennon; “Adela en el carrousell”, de Charly García; “Con la frente marchita”, de Joaquín Sabina; “La Alhambra lloraba”, de Enrique Morente, y “Afiches”, de Roberto Goyeneche.
¿Prefieres estudio o directo?
Es como elegir a papá o a mamá.
¿A quién te gustaría telonear?
Me gustaría cantar en algún concierto de Joaquín Sabina, sin duda. ¡Díganle, por favor!
¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
En uno a María Jiménez.
¿Qué canción del disco es la que mejor te representa y por qué?
“De puta madre”, porque es un poco mi vida. Todo un desastre, pero divertido. Pura tragicomedia.
¿Cómo eres encima de un escenario?
¡Uf! No paro. Cuando me subo al escenario me hierve la sangre. Es el momento más libertino que tengo. El único sitio en el que puedo volverme loco sin que me metan preso… por lo menos por ahora.
¿Qué planes tienes este año?
Salen las primeras canciones del disco y eso me da ganas de que se publique ya. Siempre lo mismo, ¡un manojo de ansiedad! Y el año que viene, tocar sin parar y que escuchéis mucho el disco.
Tienes cincuenta palabras para vender tu primer disco. ¡Adelante!
Me van a sobrar cuarenta y nueve. ¡Cómprenlo!
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