«Mi disco es un paquete de conexiones entre músicas que traigo de cuna, envuelto con la magia de Depedro»
Arrastra una carrera de treinta años, principalmente en el terreno del blues, acompañando a leyendas del género por todo el mundo. Pero, ahora, ha llegado su momento, y su momento tiene forma y nombre de disco, Nòmade. Un trabajo para el que el músico madrileño ha contado con la colaboración y producción de Jairo Zavala (Depedro), y de sus músicos, y con el que ahonda en las raíces de su vida a través de su compañera más leal, la armónica. Conozcamos su propuesta.
Texto: EFE EME.
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¿De dónde vienes?
De Madrid, criado en Galicia y viviendo en Berlín desde 2004. En cuanto a bandas anteriores: Los Reyes del KO, Los Mighty Calacas.
¿Cómo nace el proyecto?
Fue una propuesta de producirme este disco, abarcando este tipo de música, que Jairo Zavala me hizo mientras grabábamos su disco Maquina de Pasión en el que colaboré. Se oficializó unos meses más tarde durante una cena con él y su mánager, y gran amigo en común, Javier Vacas.
Describe tu sonido.
Un crossover de músicas populares y de raíz de sitios donde me he criado o he vivido, con un sabor blues, al ser la música que empecé a tocar cuando era un niño.
Principales influencias.
Infinitas. Me gustan todas las músicas populares folklóricas de todo el mundo, así como la música anglo derivada del blues. Si tuviera que quedarme con algunas serían: blues, música latina como son, norteñas, guaracha o cumbia, así como música gallega y castellana.
¿Cómo definirías tu nuevo disco?
Un paquete de conexiones entre músicas que traigo de cuna, envuelto con la magia de Jairo y sus músicos de Depedro, así como varios invitados que representan mucho para mí a nivel musical y personal. Y todo ello cantado por el instrumento más parecido a la voz, como es la armónica.
Tu disco suena, o te gustaría que sonara, como los de…
Evidentemente suena a Depedro, ya que está tocado y producido por ellos. Me gusta así como suena, no me imagino a nadie mejor para haberle dado el sonido a este disco.
Cinco discos de cabecera:
– Bluesman 3, de Fred McDowell & Johnny Woods.
– Miss perfumado, de Cesaria Evora.
– Harp attack, de James Cotton, Junior Wells, Carey, Bell y Billy Branch.
– Continental drifter, de Charlie Musselwhite feat Eliades Ochoa.
– Cuba: La familia Valera Miranda, de Familia Valera Miranda.
Cinco canciones perfectas:
– “La leyenda del tiempo”, de Camarón.
– “Sodade”, de Cesaria Evora.
– “I wish”, de Steave Wonder.
– “Juramento”, de Miguel Matamoros.
– “Llorarás”, de Óscar d’León.
¿Prefieres estudio o directo?
Me encanta el estudio, sobre todo el de casa, donde haces lo que te da la gana. Pero donde esté el directo… La música nació para ser tocada así.
¿A quién te gustaría telonear?
A Eliades Ochoa con mi amigo Charlie Musselwhite.
¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
En uno de Cesaria Evora.
¿Qué canción del disco es la que mejor te representa y por qué?
“Barcia de Mera”, pues en ella se mezcla la música gallega, pero con una melodía muy española, y luego pasa a blues o countryblues rural.
¿Cómo eres encima de un escenario?
Llevo desde los 15 años haciendo bolos, a esa edad tocaba en tabernillas de Santiago cinco o seis días a la semana, entreteniendo a cocainómanos y demás alcohólicos. Con el paso de estos treinta y pico años, he tocado en teatros o festivales de todo el mundo: Asia, Europa, América del Norte y del Sur, e incluso en República Democrática del Congo, por lo que a estas alturas, desde luego, y sin querer sonar pretencioso, estoy ya muy tranquilo en un escenario y sea donde sea; lo siento como casa, me gusta estar en contacto con la gente, por eso la mayoría de las veces ni hago setlist, sobre todo cuando toco blues. Me gusta ir leyendo a la audiencia e ir tirando por lo que les apetezca según el sito y momento. El único lugar donde sí cambio de actitud es en los festivales de armónica, sobre todo en Asia, donde tengo que tocar antes o después de auténticos virtuosos que me dan mil vueltas. Allí, antes del bolo, estoy en el camerino como un Mike Tyson todo hipermotivado, poniéndome hasta macarrita, pensando: «estos no le van a quitar el pan a mi hijo» (risas). Y, modestia aparte, nunca se lo quitan.
¿Qué planes tienes este año?
Hacer bolos y más bolos en cualquier país en el que quieran tenerme. Volveré a Seoul como todos los años desde el 2015, a tocar en el SIHF. También quiero preparar el próximo disco, que también lo producirá Jairo Zavala, y grabar colaboraciones para otros músicos que me suelen llamar. Aparte de eso, el sello alemán con el que trabajo, Galileo Musik, me ha propuesto hacer un libro de armónica con mis canciones, y con Tamboura Films vamos a hacer un documental sobre la armónica y su impacto en todo el mundo y todas las músicas populares, haciéndolo coincidir con mis viajes a los festivales de armónica y mi disco Nómade.
Tienes cincuenta palabras para vender tu primer disco. ¡Adelante!
Ya sé que hoy en día apenas se venden discos, y que todos lo podéis escuchar gratis online o con Spotify pero, si lo compráis, ¡me ayudareis a que pueda hacer el siguiente!
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Anterior De estreno: Talleres Molina.