«Mi sonido parte de la música de autor y camina por los sonidos del folclore nacional o la música de raíz de nuestras tierras hacia el pop»
Detrás de Karmento está Carmen Toledo, cuyas composiciones abrazan la música de raíz, el pop y la canción de autor. Una mirada abierta a lo tribal y a lo espiritual, en permanente búsqueda, como refleja su nuevo disco, Este devenir.
Texto: EFE EME.
Foto superior: JUDITH ADATABERNA.
Foto inferior: AROHA MORALES.
¿De dónde vienes?
Soy de Albacete. Bueno, mis raíces vienen de un pueblo de la sierra de Albacete que se llama Bogarra, y me siento incluso más bogarreña que albaceteña. Mi amor por la música y el canto vienen de la infancia, siempre he cantado. Pero la trayectoria que me ha traído hasta aquí floreció cuando era ya grande. En 2011 me fui a vivir a Malta y me vi envuelta en un florecer musical que se dio en la isla, que me llevó a componer mis propias canciones y a participar en algunos proyectos musicales, tan intensos como fugaces. Durante unos meses fui una de las voces de una banda de reggae fusión llamada Irie Flow, compuesta de músicos de muchas nacionalidades que confluyeron en Malta. Irie Flow supuso una experiencia muy enriquecedora y me ayudó a aunar valor para cantar sobre un escenario, pero mi camino musical tomó forma en mi faceta como solista y compositora desde el principio, y así ha sido hasta hoy.
¿Cómo nace el proyecto?
El proyecto musical, en general, nace en el tempo y la energía de mi vivencia en la isla y la suerte de encontrar a David Aguado. De alguna manera, David se enamoró de mi música y fue el gran impulso que me llevó a plantearme la posibilidad de materializar lo que estaba sucediendo en mi faceta creativa y construir un proyecto musical serio. Ahora es mi mánager y el director de mi sello discográfico, El Tragaluz, en un camino paralelo de crecimiento profesional y personal. Somos grandes amigos y sinceramente, no estaría haciendo esta entrevista si él no hubiera aparecido en mi vida. En esa trayectoria, mi segundo trabajo, Este devenir, es el resultado de intuir, escuchar, resistir, aceptar, amar y trabajar… y algún cagarme en todo, eso también.
Describe tu sonido.
Creo que mi sonido parte de la música de autor, y por lo tanto siempre es íntimo, con un fuerte énfasis en las letras, y de ahí camina por los sonidos del folclore nacional o la música de raíz de nuestras tierras hacia el pop. También intento dar un fuerte protagonismo a los cantos y creo que en mis canciones se pueden encontrar matices de música étnica, tribal, o aquellas músicas que conectan con los orígenes, la esencia de la vida y los elementos naturales. Por último, la conexión con la música espiritual ha comenzado a abrirse camino en mis composiciones y en mi cosmovisión, y cada vez se hace más hueco en ella. En verdad, una descubre que cuando los canales creativos están abiertos, es tremendamente difícil categorizar el sonido que te llama, porque el sonido te llama y tú lo escuchas, y con un poco de suerte, lo transcribes en un lenguaje que llega.
https://www.youtube.com/watch?v=6YG9rFERRC0
Principales influencias.
Para ser sincera, no soy una estudiosa de la música y no funciono reteniendo datos: puedo estar escuchando durante meses una canción y no saber o recordar el nombre de la banda. Puedo incluso haber utilizado una canción como claro referente para una composición y haberla perdido entre la cantidad de playlists con los títulos más matizados imaginables. Así que para contestar a esta pregunta he decidido dejar mi mente en blanco y nombrar «a la balalá» una serie de bandas o solistas que he escuchado en los últimos años y que definitivamente deben estar entre mis influencias, y cuando llegue a veinte, paro. Las coplas españolas, y de ahí partimos, corren por mis venas, los cantos tradicionales siempre conectan con mi esencia, y debilidad por la música en castellano. Por concretar: Ismael Serrano, Beth Gibbons, Shakira, Marea, Cat Power, Skunk Annansie, Lido Pimienta, Deva Premal, Nirinjan Kaur, Natalia Lafourcade, Amaral, Rozalén, Perota Chingó, Geofrey Oryema, Fuel Fandango, Vetusta Morla, Vicente Navarro, Alexa Chellun, Tribali, Luz Casal, Joaquín Sabina, María Jimenez, Los Piratas, Bambino, Marea… y ahí lo dejo.
¿Cómo definirías tu nuevo disco?
Diría que es un disco dulce, profundo, conectado, limpio, honesto, espiritual. En la primera reunión que tuve con Eduardo Figueroa, el productor, para hablar de Este devenir, él me preguntó: «¿Qué esperas del sonido del disco?». Yo le respondí: «Mira, Eduardo, yo quiero hacer un disco bonito, que lo escuches y digas, joder, ¡es bonito este disco!».
Tu disco suena, o te gustaría que sonara, como los de…
No puedo responder a esta pregunta, me gusta mucho cómo suena Este devenir, y creo que partiría de su sonido para mi siguiente proyecto. La última canción que recuerdo decir «me encanta como suena esta canción», y de hecho me inspiró para “Bienmesabe”, fue la canción “Werewolf” de Cat Power. Me conmueve ese acercamiento limpio y granulado a la intimidad y la intensidad de la voz, creo que en las canciones pequeñas me atrae el sonido que se acerca al directo, más que al sonido comprimido de lo digital. Me gusta que mi música suene elegante y armónica y suelo rechazar los sonidos metálicos muy chirriantes. Me acaban de descubrir a Alexia Chellum y la he metido en mi lista de «Me gusta cómo suena». También soy muy fan de cómo trabajan con las atmósferas algunos temas del pop espiritual, como Jai- Jadeesh o Danit&Kjavik.
«Diría que es un disco dulce, profundo, conectado, limpio, honesto, espiritual»
Cinco discos de cabecera.
Pues voy a nombrar los últimos cinco discos que recuerdo haber escuchado hasta reventarlos, no obstante, he de aclarar que en los últimos años funciono con playlists creadas por mí… a ver si me regala alguien un tocadiscos y me hago más purista. Donde más duele, de María Jimenez; ¿Donde están los ladrones?, de Shakira; Out of season, de Beth Gibbons; Marea, de Marea y Un día en el mundo, de Vetusta Morla.
Cinco canciones perfectas.
¿Existen las canciones perfectas? ¿Es la perfección algo permanente? ¿A qué os referís con perfección? Yo voy a compartir cinco canciones —seis, en realidad—, las primeras que me vengan al corazón, que escuché en bucle del gusto que me dieron. Si eso os sirve… “Danzar sobre la tierra», de Karmento; “Hasta la raíz”, de Natalia Lafourcade; “Guerrero”, de El Rober; “Tú que vienes a rondarme”, de Maria Arnal i Marcel Bagés; “Del invierno”, de Zahara; “Las curanderas”, de Laura Murcia.
¿Prefieres estudio o directo?
Esto es como elegir entre el momento de darlo todo en la pista una buena noche de sábado, o el ratito de cigarro y charleta en el escalón de la puerta una noche de verano… imposible elegir. Me gustan muchísimo las dos cosas. El directo es adrenalina, trance, presente máximo, flor de piel, velocidad, pasión, y sobre todo es verdad, inevitable verdad. El juego del estudio me estimula muchísimo, probar, equivocarte, caminar posibilidades, la pausa, la reflexión, la trampa…. Aunque reconozco que el estudio y las cuestiones de producción apuntan maneras, creo se quedarían a medio camino de su potencial sin la explosión del directo, alguien tiene que hacerlas llegar a la cumbre.
¿A quién te gustaría telonear?
Me gustaría telonear a Rozalén. Además de que admiro su trayectoria y respeto su personalidad artística, creo que tendría sentido en varios aspectos.
¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
Yo sería feliz participando en un homenaje a la copla y la canción tradicional española con aires vanguardistas, claro.
¿Qué canción del disco es la que mejor te representa y por qué?
Me cuesta decidirme, porque todas me representan de alguna manera, pero la que mejor me representa ahora es “Danzar sobre la tierra”. En primer lugar, porque la danza para mí es el acto creativo original, el más puro y libre, y creo que yo bailaba antes incluso de cantar. Y porque me siento muy identificada con la cosmovisión de esa canción y siempre disfruto escuchándola. Es una canción que me enternece y me expande, para mí es perfecta, no solo en lo que propone, sino en lo que suscita…
¿Cómo eres encima de un escenario?
Yo no lo sé del todo explicar, porque en el escenario entro bastante en trance, porque es la única manera de dejar salir todo sin censura. Creo que en escenario soy potente, íntima, expansiva, histriónica y desordenada a veces. El formato se está definiendo, disfruto varios formatos: por un lado, ir sola en acústico me permite profundizar en la faceta más de cantautora, más íntima, donde recoger y mimar las emociones y establecer un vínculo más cercano con el público, y eso me gusta. El formato de banda que estamos planteando para este año es de tres músicas y yo, siempre buscando el equilibrio entre el ideal y los recursos. Me gusta ser flexible en el repertorio para conectar con mi modo de ese momento.
¿Qué planes tienes este año?
Me gustaría continuar con el recorrido de Este devenir. Esto implica sacar un videoclip en los próximos meses y algún bolito menor. También tenemos previsto algunos conciertos con la banda al completo para mayo, y seguir trabajando con el sello, con constancia para que haya curro, para ver si en esta especie de «revuelta del mundo» salen algunos bolos más. Desde un punto de vista tal vez menos operativo, pero muy sustancial en el «camino del artista», estoy en una fase de salir a explorar, tener nuevas vivencias, conocer gente nueva, recoger nuevos estímulos e influencias. Estoy fluyendo una suerte de nomadismo de provincia, o así le llamo yo.
Tienes cincuenta palabras para vender tu nuevo disco. ¡Adelante!
Si la gente no se ha convencido con la entrevista de cuatro páginas que acaba de leer, no creo que la vaya a convencer con cincuenta palabras.
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