«Quiero que la gente sienta algo especial, como si viviesen el mismo videojuego emocional que he creado con mi música»
Tras componer para otros artistas, y muy interesado en proyectos como los de Alizzz, Tame Impala, New Order o Carlos Ares, Javier Lekker debuta con Arcade, aunando el synthpop con el intimismo y un toque recreativo muy ochentero.
Texto: EFE EME.
Foto: JORGE ACANTO.
Detrás de Javier Lekker se halla Javier Ramírez, un arquitecto que hace un tiempo empezó a diseñar otro tipo de estructuras: las canciones. Tras pasar una década componiendo para otros, lleva algún tiempo dándole forma a su propio proyecto, cuyo disco de debut se titula Arcade, un mundo marcado por los videojuegos donde se superponen los recuerdos de la infancia con el descubrimiento de la vida adulta a través de canciones a modo de niveles que superar hasta llegar a ser un adulto responsable. Un trabajo que ve la luz el 7 de noviembre y del que nos habla en Efe Eme, para conocer el proyecto y sus coordenadas musicales.
¿De dónde vienes?
Vengo de Málaga, una ciudad con mucha vida y mezcla de influencias. Antes de crear Javier Lekker experimenté con varios proyectos pequeños, colaborando con amigos y componiendo bandas sonoras para proyectos independientes. Fue en esos primeros pasos donde descubrí mi propio sonido y lo que quería aportar a la escena actual.
¿Cómo nace el proyecto?
En 2020 me dediqué a crear bandas sonoras para algunos proyectos, y una de las canciones que hice para una webserie empezó a ganar popularidad, especialmente en Latinoamérica. Aunque aún no había publicado nada oficialmente, un chico de Bolivia subió la canción a YouTube con una imagen de anime de fondo, y sorprendentemente alcanzó más de diez mil reproducciones. Ese fue el momento en el que me di cuenta de que debía dar forma a mi propio proyecto musical, así que lancé un epé de seis canciones con un estilo bastante indie. Posteriormente, en 2021, decidí sumergirme de lleno en el mundo de la producción musical y refundé el proyecto con un sonido renovado, buscando experimentar más y explorar nuevas direcciones creativas.
Describe tu sonido.
Mi sonido es una mezcla de indie-pop con elementos electrónicos y texturas de videojuegos. Hay sintetizadores, beats electrónicos y elementos orgánicos que se combinan para crear una atmósfera única, como si estuvieras dentro de un videojuego de los años ochenta, pero con una reinterpretación contemporánea.
Principales influencias.
Mis principales influencias van desde bandas como Tame Impala y artistas como Alizzz hasta clásicos de la música electrónica y pop de los ochenta, como Depeche Mode o New Order. También me han inspirado muchos artistas actuales como Brakence, Carlos Ares o el colectivo ruso IDK, por su capacidad de mezclar géneros y crear universos sonoros propios.
¿Cómo definirías tu nuevo disco?
Arcade es una propuesta conceptual en la que cada canción representa un nivel a superar, llevando al oyente a través de un viaje desde los recuerdos más nostálgicos hasta el descubrimiento de la vida adulta. Es un disco que mezcla la nostalgia de los videojuegos con el indie-pop, con canciones que reflejan momentos de crecimiento, diversión y reflexión.
Tu disco suena, o te gustaría que sonara, como los de…
Me gustaría que Arcade sonara como una mezcla entre el dinamismo de Oracular spectacular de MGMT y la introspección de Peregrino de Carlos Ares, con un toque de la energía y el colorido de Hypochondriac de Brakence.
Cinco discos de cabecera.
Lonerism, de Tame Impala; Peregrino, de Carlos Ares; Where the light is, de John Mayer; Hypochondriac, de Brakence, y Tiene que haber algo más, de Alizzz.
Cinco canciones perfectas.
“Patadas de ahogado”, de Latin Mafia; “Volver”, de Carlos Gardel; “Amigo”, de Carlos Ares; “Deep”, de Devon Again, y “Minnesota is a place that exists”, de Glaive.
¿Prefieres estudio o directo?
Me encanta el estudio porque es el lugar donde puedo experimentar y dar forma a cada sonido, sin preocupaciones por errores y sin restricciones de horario o backline. Además, creo que es donde he forjado las mejores relaciones con otros músicos.
¿A quién te gustaría telonear?
A nivel nacional, me encantaría telonear a artistas como Alizzz, Xavibo, Oddliquor… Hay demasiados, pero internacionalmente me encantaría poder ser telonero de Glaive o Devon Again.
¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
En uno de homenaje a Carlos Gardel, por favor. Me encantaría cantar un bolero.
¿Qué canción del disco es la que mejor te representa y por qué?
Siento que todas las canciones me representan, ya que cada una es algo que he tenido que superar para ser adulto. Pero si tuviera que quedarme con una, sería “Aire”. Quizás es en la que me muestro más vulnerable y me siento más identificado con las emociones que provoca. Es una especie de realismo mágico donde montas una fiesta con los fantasmas de tu habitación para despedir a un ser querido.
¿Cómo eres encima de un escenario?
Mis directos son en formato trío, combinando instrumentos orgánicos con sintetizadores y samples. Es una experiencia que busca sumergir al público en un viaje emocional, pasando por diferentes niveles de mi vida. Desde momentos de desenfreno y humor hasta otros de introspección, las presentaciones en vivo buscan conectar con las emociones que todos vivimos al crecer. Quiero que la gente se sienta parte de algo especial, como si estuvieran viviendo el mismo videojuego emocional que yo he creado con mi música.
¿Qué planes tienes este año?
Tras la salida del álbum y los conciertos de presentación en Málaga y Madrid, este año quiero seguir tocando en vivo y conectando con más personas. También estoy trabajando en nuevo material, explorando nuevas ideas y sonidos para mi próximo proyecto. Además, estoy buscando oportunidades para participar en más festivales y colaboraciones.
Tienes cincuenta palabras para vender tu primer disco. ¡Adelante!
Arcade es un disco que conecta los recuerdos de la infancia con las batallas de la adultez, canción a canción, nivel a nivel. Para las personas que sienten que han crecido demasiado rápido o para las que aún no saben lo que es ser un adulto responsable y desean que la vida sea un videojuego.
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