DE ESTRENO
«Mi sonido parte de la canción de autor y del folk»
A principios de mes veía la luz su primer disco, Luz de fondo. Un trabajo nacido de la amistad del cantautor catalán con el productor Enrique Teruel, a base de once canciones con las que es irremediable conectar. Hoy conocemos más a fondo al músico que se esconde detrás de Gáldrick de la Torre y a qué suena su ideario.
Texto: XAVIER VALIÑO.
Foto: GEMMA MARTZ.
El cantautor catalán Gáldrick acaba de publicar su debut, Luz de fondo. El proyecto nace a partir de su amistad, desde los tiempos del instituto, con el músico y productor Enrique Teruel, conocido por su participación en bandas como Xebi SF y Howlin’ Dogs. Cuando Gáldrick regresó de Nápoles, donde estudiaba Literatura, Teruel escuchó algunas de las canciones que había compuesto en la ciudad italiana y le propuso grabar un disco. Así, en el verano de 2020 dieron forma a una primera maqueta tras la que grabarían el álbum en varios estudios, con la compañía de los músicos Miquel Sospedra (Mazoni, Núria Graham, Refree, Amaia) y Aleix Bou (Amaia, Mazoni, Núria Graham). Mezclado por Xebi SF y Carles Xirgu, contó con la colaboración de Paco Loco en el primer single, “El tren”.
¿De dónde vienes (físicamente y otras bandas)?
Físicamente, de la mujer. No tengo un pasado musical reconocido, más allá de haber tocado en algunas bandas de instituto, que es cuando empecé a interesarme por la escritura de canciones en clave literaria. Sobre todo después de escuchar, con 13 años, Malas compañías de Joaquín Sabina, el típico casete que ponían tus padres en el coche cuando ibas a la playa. De Sabina nació mi interés por las canciones y el lenguaje poético.
¿Cómo nace tu proyecto solista?
Después de atravesar un bloqueo creativo de cinco años, viví durante un tiempo en Nápoles, en 2018. Fue un momento intenso, pero fundamental para mí. Gracias a todo lo vivido (y lo leído) pude salir de ese estado de postración y aletargamiento. De Nápoles volví con algunas canciones. Se las enseñé a mi amigo Enrique Teruel, con quien había tocado en el instituto en la que fue nuestra primera banda, pero que ya por entonces se dedicaba profesionalmente a la música. Enrique me propuso grabar un disco por «nuestra amistad».
Describe tu sonido.
Creo que parte de la canción de autor y del folk: el tío que está sentado en el sofá con la guitarra, lápiz en mano, y se dedica a llenar borradores para escribir una canción en su forma más elemental. Luego, con Enrique, intentamos llevarla hacia otros terrenos: hacia el rock, el pop, la electrónica… Un cambio de sonido que surge de forma muy natural. Cuando no existían Spotify ni Youtube, las únicas formas de acceso a la música que teníamos los hijos de familia obrera se reducían a los cumpleaños, los discos que andaban por casa, la MTV y los amigos que tenían un hermano mayor. Enrique era mi amigo con hermano mayor, por lo que, justo en ese momento en el que empiezas a desarrollar tu gusto musical (y que, creo, te marcará ya para toda la vida), empezamos a compartir un montón de referentes que luego se han quedado, y que siguen ahí, latentes, en nuestra memoria sentimental. Por ello, y porque somos amigos, trabajar con Enrique resulta tan fácil. Los dos trabajamos para lo mismo y remamos en la misma dirección.
Principales influencias.
Leonard Cohen, Townes Van Zandt, Héroes del Silencio, Beck, Nirvana, Joy Division, Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute, Smashing Pumpkins, Pixies, Depeche Mode, Christina Rosenvinge, Nacho Vegas, Xebi SF, León Benavente, Elliot Smith, Pablo und Destruktion, Rufus T. Firefly, Maria Rodés, Xoel López, Cory Hanson, Nick Drake, Ferran Palau, Beatles, Franco Battiato… Que recuerde ahora.
¿Cómo definirías tu nuevo disco?
Oscuro, luminoso, poético.
Tu disco suena, o te gustaría que sonara, como los de…
No sé si suena, pero me gustaría que sonara como los del Beck más lírico.
Cinco discos de cabecera.
Songs of Leonard Cohen, de Leonard Cohen; For the sake of the song, de Townes Van Zandt; Senderos de traición, de Héroes del Silencio; Violator, de Depeche Mode, y Sea change, de Beck.
Cinco canciones perfectas.
“Night comes on”, de Leonard Cohen; “Visions of Johanna”, de Bob Dylan; “Ser árbol”, de Nacho Vegas; “Albanta”, de Luis Eduardo Aute, y “Tierra”, de Xoel López.
¿Prefieres estudio o directo?
Ambos, con sus ventajas e inconvenientes.
¿A quién te gustaría telonear?
A Nacho Vegas y Xebi SF.
¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
En el de Cohen, aunque creo que ya pasó.
¿Qué canción del disco es la que mejor te representa?
“Hoy el cielo se abre”, aunque no está entre mis favoritas.
¿Cómo eres encima de un escenario?
Como en la vida misma: a veces, serio; otras, burlón… Depende de cómo me sienta, lo cual es difícil de saber. El escenario, como parte de la creación, sirve para conocerse, en su caso, en circunstancias que escapan a lo normal. Es intenso, como estar enamorado.
¿Qué planes tienes este año?
Quiero terminar el borrador de un libro que estoy escribiendo sobre literatura del Renacimiento, dar todos los conciertos que pueda y continuar escribiendo nuevas canciones que, últimamente, con mi trabajo y la promo del disco, apenas he tenido tiempo. Espero, con ansia, que llegue la tranquilidad, o eso creo.
Tienes cincuenta palabras para vender tu primer disco. ¡Adelante!
Me sobran cuarenta y siete: bueno, bonito, barato.
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