«Me gusta contar cosas que me han afectado de forma fuerte, pero añadirle este toque en el que me río de mí misma y de la situación»
La próxima primavera verá la luz La tapada, el debut discográfico de la artista catalana Colet, un álbum retrofuturista con bases electrónicas y ecos de los ochenta del que ya ha avanzado el single “APTC”. Esta es su historia.
Texto: EFE EME.
Fotos: ALBA GONZÁLEZ.
Detrás de Colet está Anna Colet, cantante, compositora y actriz que acaba de publicar el single “APTC”, un pop electrónico y bailable y una pequeña oda a la libertad sin culpa. Con él adelanta su debut, La tapada, un álbum que ha grabado en los Abuelita Studios de Barcelona bajo los mandos de Stefano Maccarrone. Ocho canciones con las que realiza «un viaje por la ironía y el humor a ritmo de bases electrónicas y sonidos ochenteros, todo ello envuelto por una narrativa teatral que la propia Colet define como tragicomedia retrofuturista».
¿De dónde vienes?
Vengo de muchos sitios (creo). Físicamente nací en Barcelona, pero a los cinco meses me mudé a Atenas y ahí viví cuatro años y pico. Me he criado en un pueblo muy pequeño que se llama Teià, pero la escuela la tenía en otro pueblo que se llama Premià de Dalt. Estudiaba música en Badalona y la universidad la hice en Sitges. La uni era inglesa y el sistema educativo me encanta. Luego viví en Londres y ahora estoy en Madrid. Todo apunta a que me quedo aquí. Hablando de bandas anteriores, tengo que decir que he ido cambiando de nombre artístico cada dos años. Empecé siendo Lhoëst, junto a mi primo y mi tío, y sonaba muy country, luego pasé a Anna Colet, más folk; volví a cambiar de nombre a Clemm, más indie, y ahora ya me quedo con Colet, que es como la gente me llama. Siempre he ido cantando mis canciones y no he estado en más bandas de las que he ido formando yo.
¿Cómo nace el proyecto?
El proyecto nace por la necesidad de compartir con los demás lo que se me pasa por la cabeza. Siempre me he ido moviendo sola, he cantado en la calle, he estado en una columna de un hotel sintiéndome Spotify cantando covers para amenizar las cenas, y nadie me escuchaba; siempre he visto que a la gente le gusta escuchar lo que ya se conoce y nunca había priorizado explotar lo que he hecho yo. Aquí entró mi mánager, que fue el que me «espabiló» y me preguntó: «¿Tienes más canciones?». Y le dije que sí: «Tengo un porrón de canciones». Entonces me presentó a Stefano, el productor, y grabé el disco La tapada. Creo que La tapada está hecho de un popurrí de canciones que me definen y es un parto colectivo.
Describe tu sonido.
Retrofuturista. Cuando me preguntan cómo sueno digo que a «tragicomedia retrofuturista». Me encanta mezclar sonidos retros con sonidos que creo que no están demasiado comercializados. Depende de cómo se toca un tema puedo sonar más pop o más indie. Soy mante de los sintetizadores y de los coros agudos.
Principales influencias.
ABBA me marcó la infancia. David el Gnomo creo que es el mayor hit que se ha hecho en la historia. Mecano me encanta, Keane, Alaska, Lady Gaga, The Beatles, The Carpenters, Queen, La canción de “Never forget you” de Noisettes y muchas más. Escucho música muy variopinta.
¿Cómo definirías tu nuevo disco?
Como una tragicomedia retrofuturista. Explico mis dramas desde un punto de vista muy irónico y pretendo llevar el retro al futuro. Por ejemplo, hay una canción que escribí a las 3:43 de la mañana el día que descubrí que mi ex se había liado con una chica y era un dramón de canción. Se llama “Caída libre”, y luego le metí el toque irónico de «ya no estás, ya no estás» y la melodía que lo acompaña es pura jauja. No sé, me gusta contar cosas que me han afectado de forma fuerte, pero añadirle este toque en el que me río de mí misma y de la situación. Es una declaración de intenciones.
Tu disco suena, o te gustaría que sonara, como los de…
Me gustaría que sonara a lo Lady Gaga. La amo. Creo que es la mayor artistaza que tenemos en el siglo XXI. Marcó un antes y un después en la música pop. Claramente se ve que el productor de La tapada y La emperatriz de Rigoberta Bandini es el mismo. Hay algún que otro sonido bastante Rigo, así que puede sonar un poquito a ella.
Cinco discos de cabecera.
The fame monster, de Lady Gaga; ABBA gold, de ABBA; Viaje a Copperpot, de La Oreja de Van Gogh; Tú y cuántos más, de Jordana B, y Tragedia española, de Confeti de Odio.
Cinco canciones perfectas.
“Thank you for the music”, de ABBA; “For no one”, de The Beatles; “Never forget you”, de Noisettes; “Until I found you”, de Stephen Sanchez, y “Soy un gnomo”, de Javier Losada Calvo.
¿Prefieres estudio o directo?
Mil veces más, directo. En el estudio es todo muy mecanizado, vas por partes y no lo vivo como lo mejor del mundo. Un directo sí, hay algo del escenario que te llena, te cura, te da felicidad instantánea. Mucha. Amo los directos. En el estudio la felicidad viene a toro pasado, cuando dices «Ay, qué guay fue crearlo».
¿A quién te gustaría telonear?
Mi sueño es telonear a Keane, porque creo que hablamos el mismo lenguaje a la hora de elegir sonidos y en la manera de componer. Y de grupos españoles, pues ojalá a Rosalía, Cariño o Jordana B.
¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
En el de La Oreja de Van Gogh. Siempre he sido muy muy fan.
¿Qué canción del disco es la que mejor te representa y por qué?
“Don Federico”. Es la canción que creo que la gente va a poder gritar, llorar y bailar a la vez. Me representa porque he callado mucho y son mis «tres minutos de gloria» para cantar y gritar fuerte. También me representa mucho “Mama Maria”, es un tema que le hice a mi madre. Siempre he intentado ser comprendida por los demás porque yo me siento muy bicho raro a veces. Nunca me he querido mover por lo que dictan las modas. En “Mama Maria” cuento que, de regalo de Reyes, me pedí una Túrmix cuando tenía 5 años. Nunca he querido jugar, siempre me ha gustado cocinar, fregar, hablar. Esto cuenta la canción y es mi forma para decirles a los demás bichos raros que irá todo bien y que sigan siendo las mismas personas.
¿Cómo eres encima de un escenario?
Encima de un escenario soy libre. Hago lo que me da la gana. Vengo del mundo de la actuación, por lo que mis conciertos son como una obra de teatro. Creo firmemente que un concierto tiene que ser un viaje de principio a fin, así que hago un inicio, un nudo y un desenlace. No me gustan los conciertos que los artistas van a piñón, me gusta ver la dramaturgia que tiene cada show. Me considero un poco Lina Morgan y aspiro a que un concierto mío sea como un espectáculo de La Cubana. En cuanto al repertorio, acostumbro a cantar siempre alguna canción nueva para probarla. Como los cómicos cuando van a shows de stand up a probar textos, pues lo mismo en conciertos.
¿Qué planes tienes este año?
Prepararme muchísimo los directos, bailar mucho, aprender más música, tocar, calentar cada mañana cuando me levanto, ir al gimnasio, mantener mi otro trabajo, «encerrarme en casa» y optimizar el tiempo. Mi madre siempre me ha dicho que tengo que optimizar el tiempo, así que este año creo que es el ideal para estar todo el día aprendiendo, creciendo y creando.
Tienes cincuenta palabras para vender tu primer disco. ¡Adelante!
“La tapada” es como un masaje en una contractura, a veces duele, pero gusta. Todas las canciones se podrían cantar en un karaoke y bailar en una discoteca, o en casa. Subidón. Hay temas para reflexionar. Toque de introspección. Una Billie-Eilish marca España más bailonga y fiestera. También puedo definirlo en estas cincuenta palabras:
Fresco
Dinámico
Empático
Festivalero
Sincero
Subidón
Alegría
Viaje
Desamor
Amor
Flirteo
Crítico
Feminista
Doloroso
Sorpresa
Agridulce
Ansiedad
Maltrato
Apetece
Mamá
Amigos
Justicia
Mood
Ruptura
Comienzo
Placer
Comer
Saltar
Karaoke
Disco
Madrid
Barcelona
Londres
Nueva York
Redes
Astrología
Tarot
Videncia
Rareza
Pop
Cataleña
Citas
Funerales
Ex
Luna
Carro
Enamorados
Diablo
Colgado
Templanza