«Todo lo que escuchas te influye, con mayor o menor impacto»
Influidos por artistas que van desde los Beatles o los Rolling Stones hasta Joaquín Sabina o Vetusta Morla, surgen los hermanos Bonier. Un dúo cordobés que debutará en largo en 2025 con querencia por el pop, el rock, la melodía y las guitarras.
Son hermanos, son de Córdoba y se llaman Bonier. Y aunque llevan años dándole vuelta a su proyecto, ha sido en 2024 cuando Manu y Salva Bonier han encontrado la forma de presentar sus primeras canciones juntos, temas como “Malasaña”, “Con los zapatos en la mano” o “Cristales”. Singles que adelantan su disco de debut, que verá la luz en 2025 y para el que han contado con la producción de Candy Caramelo, en Candyland Studios y con la batería de José Bruno, además de la mezcla y masterización de Santi Quizhpe. Tras estrenar el proyecto en varios escenarios, teloneando a Coque Malla o actuando con Ultraligera, es hora de conocer mejor a esta nueva promesa del rock patrio, saber de dónde vienen, ya que no son unos recién llegados, y adónde van.
Texto: EFE EME.
Foto: FEDE SERRA.
¿De dónde venís?
Somos cordobeses, ciudad en la que hay mucha cultura musical, aunque le falte visibilidad. Hemos vivido muchos años en Madrid, pero actualmente residimos en Córdoba y vamos y venimos. Antes de Bonier hemos formado parte de muchos proyectos tanto juntos como individualmente. Una mención especial para nuestra primera banda Sonblue, con la que muy muy jóvenes firmamos con el sello Blanco y Negro para grabar nuestro primer disco. Recorrimos todo el país, y también todos los medios importantes. Fue una experiencia brutal a una edad muy temprana de la que aprendimos muchísimo.
¿Cómo nace el proyecto?
El proyecto nace después de un tiempo parados, decidimos juntar un buen puñado de canciones y darle forma bajo el mismo nombre. Siempre nos ha gustado componer, juntos y por libre, y muchas de las canciones que escribíamos al llevarlas a nuestras bandas no cuajaban o no terminaban de funcionar con el estilo. Y un poco hartos de tener tantos descartes decidimos ponerlas en común y grabarlas como Bonier. En septiembre de 2019 contactamos con Pachi García Alis para grabar un primer epé de seis temas por ir cogiéndonos un poco la onda y ver que podíamos hacer, había mucho repertorio y fue difícil definir una línea que nos convenciera. Pasados unos años, este 2024 ya teníamos las cosas más claras, había un repertorio más homogéneo y definido y contactamos con Candy Caramelo. Conocíamos su manera de trabajar y el potencial sonido que podía sacarnos, además de un talento descomunal como productor y arreglista, así que nos lanzamos a grabar con él y hasta ahora.
Describid vuestro sonido.
Nuestro sonido es limpio, directo y sincero, muy orgánico. Creemos que sonamos a banda de toda la vida, un sonido natural, todo lo que puede captar un micrófono delante de un “ampli” de válvulas o recoger una voz en estudio, sin grandes artificios. Hemos dado mucho protagonismo a las canciones en su conjunto, su esencia, y para eso hemos cuidado mucho el sonido y sacado partido a cada pista de cada instrumento. Además, se ha dado así, no hemos buscado sonar a nada en concreto, aunque para un próximo disco seguramente retorzamos un poco más los “amplis”, hay ganas [risas].
Principales influencias.
Nos resultaría más fácil decir cuáles no lo son… [risas]. Es un tópico, pero venimos de los grandes clásicos, Beatles, Rolling, Creedence… aunque por nuestra trayectoria diríamos que hemos pasado por casi todos los géneros, desde Hendrix, Marley, Sade, Red Hot, John Mayer hasta Quique González, Sabina, Vetusta, Antonio Vega, Fito y un larguísimo etc. Aunque ahora estamos muy interesados en el pop rock nacional y de fuera, nos sentimos muy identificados con esa manera de hacer canciones. Todo lo que escuchas te influye, con mayor o menor impacto.
¿Cómo definiríais vuestro nuevo disco?
Un disco muy cálido, completo y fácil de escuchar. Y sobre todo cargado de mucha verdad en cada texto.
Vuestro disco suena, u os gustaría que sonara, como los de…
Suena de la leche, la verdad [risas]. Me gustaría que sonara como Continuun, de John Mayer, por pedir… O como Nuclear de Leiva. Pero creemos que suena muy fresco, muy natural, son odiosas las comparaciones a nivel de sonido. Nunca nada suena tan bien como te gustaría o como la banda que tú tienes en mente, además de que no es saludable obsesionarse. Ya nos lo dijo nuestro gran amigo y productor Candy: «Los discos no se terminan, los discos se abandonan». Creemos haberlo abandonado sonando de puta madre.
Cinco discos de cabecera.
Blood sugar sex magic, de Red Hot Chili Peppers; In rainbow, de Radiohead; Sangre española, de Manolo Tena; Nuclear, de Leiva, y Exile on Main St., de The Rolling Stone.
Cinco canciones perfectas.
“Estaciones”, de Antonio Vega; “Hey”, de Red Hot Chili Peppers; “Peligrosamente dark”, de Leiva; “Mediterráneo”, de Serrat, y “Ain´t no sunshine, de Bill Withers.
¿Preferís estudio o directo?
Directo siempre, el estudio nos flipa, pero se pasa mal a veces. Entras en bucle muy fácil [risas].
¿A quién os gustaría telonear?
Sidecars, Viva Suecia, Sexy Zebras.
¿En qué disco de homenaje os gustaría participar?
En uno a Antonio Vega.
¿Qué canción del disco es la que mejor os representa y por qué?
Nos representan todas, cada una de ellas en un estado de ánimo diferente. Pero es probable que la que mejor, “Cristales”, es la que cuenta nuestra época actual de una manera más próxima a la realidad; como una nueva etapa que se abre por delante y dejamos atrás muchas cruces importantes en un buen lugar, bien encajado, creyendo haber aprendido de ello y continuando con ilusión hacia un futuro incierto pero seguro que bonito.
¿Cómo sois encima de un escenario?
¡Pues nos gusta dar caña, toda la que se pueda! Nos gusta movernos y conectar con el público, al final la gente que viene quiere disfrutar de un buen momento y sentir tu energía, y para eso hay que darlo todo y tratar de hacer un show divertido, que tenga ritmo y dinámica para que la gente no desconecte ni un segundo. El formato banda completa es el que más nos mola sin duda, los acústicos también tienen su punto, pero el rollo de estar los seis (teclados, tres guitarras, bajo y batería) encima del escenario es insuperable. De momento tiramos de los diez temas del disco, aunque siempre nos gusta dar alguna sorpresa y tocar algún inédito, que hay muchos, pero la gente tiene que conocer lo que hemos grabado de momento, y para eso en menos de una hora tienes el concierto entero de Bonier [risas].
¿Qué planes tenéis este año?
Pues este año arrancaremos publicando el álbum ya al completo, del que podemos desvelar ya el título: se llamará La noria. Pronto saldremos a la carretera a hacer la gira y presentar el disco en el máximo número de ciudades posible que es para lo que estamos trabajando ahora. Habrá salas de invierno, festivales en verano… habrá cosas muy chulas y bonitas en las que estamos trabajando con mucha ilusión y no podemos esperar más. También tenemos ya cerrada fecha de estudio otra vez para alguna sorpresita que nos apetece dar… Preferimos el directo, pero el estudio es una droga ¡y no hay que parar!
Tenéis cincuenta palabras para vender vuestro primer disco. ¡Adelante!
El disco es como una pequeña novela de los hermanos Bonier, dividida en diez capítulos donde encontrarás historias de superación, de dolor, de ilusión, de nostalgia, de amor y de rocanrol. No, ya en serio, es un disco con mucha verdad, hecho con el corazón, que no te dejará indiferente.
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